29 mayo 2009

LOS CUÑADOS LOS CARGA EL DIABLO. Capítulo 11


Desde que empecé a publicar esta novela por capítulos, muchos son los que me paran por la calle para pedirme un cigarro. No tiene nada que ver, lo sé, eso debe ser cosa de la crisis, pero es que mi cuñado me tiene de los nervios con el rollo de la televisión de plasma y ya no sé lo que me digo…

Lo que quería decir es que, desde que empecé a publicar esta novela por capítulos, muchos son los que me paran por la calle para preguntarme si realmente mi cuñado es tan odioso como lo describo. Nadie quiere creerme cuando digo que sí, que yo no me invento nada, que todo lo escrito es verídico… Nadie quiere creerme, pero tampoco nadie es capaz de darme un sí por respuesta a la pregunta “¿quieres que te lo presente y te quedas con él una semana?”…

Por si aún queda alguna duda, y para ir ahorrando tiempo la próxima vez que nos crucemos por la calle, estos son algunos de los muchos motivos que hacen de mi cuñado un ser… cómo te diría… un ser… un ser vivo, sí, para qué nos vamos a complicar más:

Cuando sonríe te recuerda inmediatamente a Jackie Chan en pleno ataque de úlcera. Sin embargo, cuando está serio, no serías capaz de diferenciar su cara de sus rodillas. Si le ves guapo, es que estás mirando al chico de la mesa de al lado.

Su vida interior termina en sus calzoncillos, sólo dos tallas más pequeños que la cúpula de la catedral de San Pedro. El libro más gordo que ha leído es mi factura de teléfono y su libro de cabecera es el prospecto de los Tranxiliums que se toma y gracias a los cuales podemos relajarnos los demás.

El primer disgusto serio de su vida lo tuvo cuando descubrió que los dibujos animados no eran de carne y hueso. Todavía le dura...

A su edad (cuarenta) sólo le quedan diez años para cumplir los sesenta. Sin embargo, hasta una caja de baberos es más responsable que él.

Todo lo que cocina está para chuparse los dedos... de los pies... de otro... para quitarse el mal sabor de boca.

Sabe tanto de matemáticas que, para él, 2 + 2 es una marca de ropa.

Su conversación es, cómo te diría yo, como los restos de comida de una barbacoa en el campo.

Su mente recuerda a los escaparates de las tiendas de ropa para nudistas. En una ocasión le hicieron una radiografía del cerebro: salió una espumadera…

¿Y bien?... ¿Convencido?... Ahora bajaré al supermercado a por una caja de cervezas. Si meto algunas en el congelador, en menos de una hora estarán frías. ¿Qué te apuestas a que cinco minutos después mi cuñado está llamando al timbre de mi puerta?... Sólo espero que no traiga el televisor de plasma…

27 mayo 2009

Dos no se callan si uno no quiere


Según el dicho popular, “dos no discuten si uno no quiere”. Mentira. Tú pones la televisión a cualquier hora del día y, quieras o no, allí siempre te encuentras a dos discutiendo. Y a voz en grito, por si había dudas de sus intenciones…

Como toda regla, ésta también tiene su excepción: los debates electorales. Lo vimos este lunes pasado en televisión: López Aguilar y Mayor Oreja… Hora y veinte de debate… Oye, ni medio minuto de discusión; se limitaron a intercalar educadamente sus respectivos monólogos y, todo un detalle, nos anunciaron con tiempo suficiente que la semana que viene se celebrará un nuevo debate. Si tienen algo pendiente que hacer, aprovechen ese ratito…

Pero a pesar de no decir nada sustancioso, todos los informativos de ayer ofrecieron extensos resúmenes del programa en cuestión, con lo que las auténticas noticias del día quedaron relegadas a la sección de breves o, directamente, desaparecieron. Para compensar tamaña injusticia, aquí les ofrezco algunas de ellas:

COREA DEL NORTE INSISTE EN SU DESAFÍO Y LANZA DOS NUEVOS MISILES
Por el bien de nuestro país, y dado que se acerca la fecha, no estaría de más avisar a los coreanos de que, si el 7 de julio les da por ver el canal internacional de Televisión Española (que también son ganas), no se alarmen, que lo del chupinazo de los Sanfermines es una tradición popular muy arraigada y que en ningún momento pretendíamos provocar ni nada parecido…

IRÁN REABRE EL ACCESO A FACEBOOK TRES DÍAS DESPUÉS DE BLOQUEARLO
Tras declarar que se ha tratado de un error, el Gobierno iraní pretende subsanarlo poniendo en marcha una campaña de lavado de imagen, precisamente a través del propio Facebook. Así que, si usted recibe en su perfil una sugerencia de amistad de un tal “Mahmud Ahmadineyad”, consulte con su técnico. Igual tiene suerte y sólo se trata de un devastador virus informático…

CHÁVEZ CELEBRA SU ANIVERSARIO EN TV CON UN 'ALÓ PRESIDENTE' DE CUATRO DÍAS
Como se empeñe en rellenar él mismo con sus monólogos la duración íntegra del programa, más de uno le va a cambiar el nombre por el de “Acabaló, presidente”.

TELECINCO DA LA BAJA TEMPORAL A CINCO TRABAJADORES POR TEMOR A LA GRIPE A
Concretamente, se trata de cinco colaboradores de los programas de Ana Rosa Quintana y La Noria. La medida tiene que ver con el miedo de la cadena a que se crucen con el virus de la gripe por los pasillos y se monte una trifulca por intentar dilucidar quién es más perjudicial para la salud.

25 mayo 2009

Microrrelato Express # 35

“Quiero ir al futuro. Concretamente, al día que cumplo 65 años y me jubilo”, solicité en la agencia de viajes.

“Pero eso es imposible…”, me contestaron…

Ahora sé que moriré joven.

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22 mayo 2009

LOS CUÑADOS LOS CARGA EL DIABLO. Capítulo 10


No se ha llegado a disipar la peste que monopoliza el aire del cuarto de baño utilizado por mi cuñado hace un rato cuando me suena el móvil y en la pantalla aparece el mensaje “Número privado llamando”… Y al descolgar, antes de poder pronunciar el consabido “dígame”, escucho:

“¡Cuñadoooo!...”

El grito se escucha en todo el vecindario sin siquiera haber activado la opción del altavoz del móvil. Él es así. Piensa que cuanto más pequeño es el teléfono más hay que gritar para que se oiga bien… Compruebo la pantalla y confirmo que sigue poniendo “Número privado” en vez de “Desgracia Inminente” que es como tengo grabado su número en mi agenda…

“¿A qué comisaría te han llevado?”, pregunto resignado.
“¡Que no!…¡Que estoy en el Media Maaaaarkt!...”
“Ah, muy bien, arruinándoles el lema ese de que el cliente no es tonto, ¿no?”
“Qué van a ser tontos, qué cosas tienes… Si los dependientes son muy simpáticos... Fíjate que uno hasta me ha dejado su móvil para llamarte…”
“O sea, que arruinándole también el saldo de la tarjeta a un pobre pardillo…”

Obviando mi comentario, la Desgracia Inminente se pone a desglosar, con la pasión de un forense dado de baja por enfermedad mental crónica, las características más sobresalientes e innovadoras de un televisor de plasma de 103 pulgadas y de las que, estoy convencido, no tiene ni idea de para qué sirven. Que si los píxeles, que si el sistema Size 2, que si las cuatro entradas HDMI… “y un mando a distancia tela de chulo”, remata el experto en telecomunicaciones.

No es que me parezca mal que mi cuñado pierda miserablemente su tiempo en estos sitios, más bien todo lo contrario. Al menos tengo la tranquilidad de que en el centro comercial siempre hay un guarda de seguridad cerca. Peor sería que retomara su afición por hacer compañía a los jubilados en la supervisión de las obras que el ayuntamiento lleva a cabo por el barrio. La última vez acabó a bofetadas con unos operarios municipales a cuenta de una “discrepancia”, según su propia versión, en las cantidades de agua a utilizar para conseguir una argamasa compacta. Lo que realmente me preocupa es que me llame para hablarme de las excelencias de un televisor que cuesta la friolera de 4.600 euros.

“No puedes decir que no a esta oferta”, concluye.
“Bueno, podemos hacer dos cosas”, le respondo con voz firme.

Y le explico, en primer lugar, que ya que me está haciendo el favor, que me lo haga completo, y que, antes de realizar la compra, se vaya a un centro comercial que está en la otra punta de la ciudad para buscar el mueble que se ajuste perfectamente a un televisor de esa categoría y que, por supuesto, pueda caber en mi cuarto de baño en sustitución del bidé.

“Pero antes que eso”, le remarco, “convendría que consultaras con el Tarot si la compra va a ser provechosa y rentable. ¿Tú no tenías el teléfono de una de esas pitonisas que salen en las televisiones locales por la noche y que facturan las consultas por minuto?... Pues llámala ahora mismo”.

Al colgar, dos preguntas quedan rondando en mi cabeza: ¿Se dará cuenta a tiempo el dependiente de Media Markt de que mi cuñado está utilizando su móvil para llamar a un 806? Y la segunda: ¿Actuará entonces el guarda de seguridad con la profesionalidad que se le supone?...

21 mayo 2009

Autobiografía de un traje de Camps


No me llega la camisa al cuerpo… Está mal que esto lo diga yo, que soy un traje, pero es que es verdad… Es una frase hecha, lo sé… Pero yo también soy un traje hecho. Hecho a medida, claro, que todavía hay clases y ni se te ocurra compararme con uno de esos trapos con hombreras que venden en las tiendas de Zara a Cien o como se diga…

Yo nací en Milano, que es la forma distinguida de decir Milán que usamos los que tenemos las hechuras bien puestas. El destino me tenía preparados grandes fastos, multitudinarias inauguraciones, agasajadoras recepciones… Estaba llamado a ser testigo de excepción y he acabado siendo prueba del delito. Nací bajo la protección de la prestigiosa marca Orange Market y he acabado como Naranjito, siendo el hazmerreír de moros y cristianos.

Nunca me faltaron las palmaditas en la espalda, los apretones en el brazo mientras estrechaban la mano que cubría mi manga, las caricias en mis solapas tratando de apartar una mota inexistente. Mi esencia estaba envuelta en tela de cachemir y ahora está en tela de juicio. Iba a ser el sayo que cubre a un príncipe nubio y he acabado siendo el sudario que envuelve a un jugador de golf adicto a los rayos uva.

No me arrugaba ante ninguna situación... Como tiene que ser... ¡Con dos botones!... A mí, que no me cabía ni el pelo de una gamba por el ojal… A mí, que me habían etiquetado como el summun de la elegancia…Yo, que me pasaba por el forro interior cualquier comentario hacia mi dueño que no fuera laudatorio… Yo, que marcaba tendencias, querencias e influencias…

A pesar de todo, tengo que dar gracias al cielo, o al techo del vestidor, que viene a ser lo mismo. Y tengo que dar gracias porque el padre que me creó fue un gran sastre. De él aprendí a realizar con arte y precisión el socorrido recurso del “corte de mangas”…

Y así, con esta habilidad, pues ya ves, aún estoy vivo…

18 mayo 2009

Microrrelato Express # 34

“Hágase la luz”, ordenó. Pero la luz no se hizo… Y el segundo día creó las salidas de emergencia y la hoja de reclamaciones.

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15 mayo 2009

LOS CUÑADOS LOS CARGA EL DIABLO. Capítulo 9


La cuerda de la ya extinta ristra del chorizo tirada encima de la mesa. No dentro del cenicero ni depositada en un trozo de papel de periódico para que no manche de grasa la madera. No. Tirada encima de la mesa. Donde caiga. Es la señal de que sólo quedan veinte minutos para que mi cuñado abandone mi casa. Veinte minutos exactos en los que se encierra en mi cuarto de baño y sobre los que voy a ahorrarles los detalles cubriéndolos con un tupido velo que, para su tranquilidad, queridos lectores, lleva incorporado de fábrica un ambientador tamaño familiar…

Tras exactamente veinte minutos, sale al pasillo, me busca y me hace entrega, me atrevería a decir que relamiéndose de orgullo, de un canuto de cartón arrugado mientras acompaña el gesto con el comentario, no por obvio menos sorprendente, “se te ha acabado el papel higiénico”…

“Ya veo, ya… Y el chorizo… Y la cerveza…”, le contesto aun a sabiendas de que ni siquiera le entrará por un oído y le saldrá por el otro. Simplemente, no escucha. Él sigue con su discurso:

“¿Y el bidé?...”
“No me digas que también te lo has cargado…”
“Que digo yo que para qué narices necesitáis un bide… Con lo que ocupa…”
“Hombre, pues para las narices, precisamente, no. Lo raro es que no se nos hayan caído ya a trozos al entrar después de tu veinte minutos…”
“Es que en ese espacio te vendría muy bien un mueblecito…”
“Sí, claro, un mueblecito-bar y en la parte de arriba un televisor pequeño pero de pantalla plana para que no ocupe mucho espacio, no te j… Y así, en vez de llevarme un libro, directamente me descargo la película del emule y la veo sobre la marcha, ¿no?...”
“No se hable más. Yo te lo miro”

Mientras se dirige al recibidor para marcharse, sin despedirse de su hermana, como es habitual, apostilla:

“No me digas que no tengo buenas ideas… Si es que debería apuntarlas para escribir algún día mis memorias…”

Y cuando por fin consigo que salga al rellano para cerrar la puerta y recuperar la tranquilidad, me falta tiempo para hacer dos cosas:

1) Anotar en mi agenda mental: “Dedicarle más a tiempo a la novela ‘Los cuñados los carga el diablo’ para terminarla antes de que él publique sus memorias y poder acusarle de plagio”.

2) Encender el ordenador, entrar en Internet en la página de la guía Campsa, buscar el recorrido desde mi casa hasta el apartamento de la playa y pinchar en la opción que te permite ver todas las gasolineras que te puedes encontrar en tu camino…

13 mayo 2009

El debate sobre el Estado de la Nación (versión 2009)


Según la Zipizapedia, que es una enciclopedia que se pelea continuamente con sus semejantes, el Debate sobre el Estado de la Nación es una ocasión magnífica para que cada partido político diga lo que le viene en gana sin atender a razones contrarias, entre otras cosas porque se tiene la firme convicción de que son equivocadas.

El Debate lo retransmitían ayer por televisión, pero yo no tenía ninguna intención de verlo porque pertenezco a la inmensa mayoría de televidentes que sólo ve los documentales de La 2. El problema vino cuando conecté el televisor y en mi emisora favorita salieron Zapatero y Rajoy…

Lo fácil sería decir ahora que me tragué el Debate creyendo que era un documental sobre peleas en el mundo animal, pero no lo voy a hacer... Por respeto al mundo animal... Lo que hice fue buscar en el periódico la programación del día por si en alguna cadena estuvieran emitiendo un documental “auténtico”. Y cuál fue mi sorpresa cuando comprobé que todos tenían previsto hablar del Debate. Sí, sí, todos:

La 1: “Amar en tiempos revueltos”. Programa centrado en las intervenciones del Grupo Mixto, cuyos miembros no tienen más remedio que llevarse bien para el reparto de tiempos en su turno de intervención. Y más en tiempos revueltos y de crisis como estos, cuando a todos nos gusta despotricar contra todo lo que se menea…

Antena 3: “Tal cual lo contamos”. Programa centrado en tergiversar todas y cada una de las intervenciones escudándose en los consabidos “presuntamente” o “según mis fuentes”…

Cuatro: “Fama, ¡a bailar!”. Programa centrado en la traducción del Debate al lenguaje de los signos. Un grupo salta, brinca, hace aspavientos con brazos y piernas y cede el turno al grupo de enfrente, que ejecuta su propia versión de los hechos de manera igual de alarmista. Bien mirado, también pudiera ser una adaptación de Gran Hermano en la que les hubieran quitado los sofás, el jacuzzi y el tabaco…

Telecinco: “Sálvame diario”. Programa centrado en “Supervivientes” y “Operación Triunfo”, dos maneras de ver la realidad económica y social del país, a cual más surrealista…

La Sexta: “Sé lo que hicisteis…” Programa centrado en analizar la veracidad de las palabras de los partidarios del “y tú más” frente a las de los partidarios del “pues anda que tú”…

A la vista de que no podía librarme de ninguna manera del Debate del Estado de la Nación, me fui a casa del vecino, que ya tiene instalada la TDT y puede sintonizar varias cadenas que sólo emiten la Teletienda. Viendo esos programas también eres consciente de que te están engañando pero, al menos, no se cobran su sueldo de tus impuestos.

11 mayo 2009

Microrrelato Express # 33

“Nivel Avanzado en correo electrónico”, decía el curriculum vitae que envió por correo postal.

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08 mayo 2009

LOS CUÑADOS LOS CARGA EL DIABLO. Capítulo 8


Según mi cuñado, existen dos tipos de bikinis: el normal y el topless. Así que, cuando me anunció que estaba inmerso en plena “operación bikini”, no supe qué pensar: si es que estaba a dieta para que, a la hora de tumbarse en la playa, su barriga no pareciera un reportaje de National Geographic sobre ballenas varadas, o es que le daba igual el tamaño de la misma porque su intención era estar escondido todo el día espiando con unos prismáticos de plástico a las turistas en topless.

Cuando la cuarta cerveza fue sustituida por una quinta y el puñado de almendras por una ristra de chorizo que procedió a comerse a mordiscos, me convencí de que la segunda opción era la que más se ajustaba a la realidad o, para ser rigurosos con el lenguaje, la menos surrealista.

“¿Y en qué consiste tu operación bikini?”, pregunté intentando averiguar si el porcino de él era capaz de confesar su voyeurismo…
“Nada, que me sobran unos kilitos…”
“Curiosamente”, le interrumpí, “a mí me faltan unos kilitos de chorizo en ristras… No sabrás tú nada, ¿no?...”
“Un respeto, cuñado, que esto es serio. Yo hablando de adelgazar y tú hablándome de chorizos”
“¿Y eso que tienes en la mano izquierda?”, dije mirando hacia la ristra de chorizo asquerosamente mordisqueada…

Entonces miró, cómo no, hacia su mano derecha. Y ustedes pensarán “es disléxico, el pobre”, o bien “bueno, eso también me pasa a mí muchas veces”… No se engañen. No es disléxico, es rematadamente tonto. Y no es que le pase muchas veces: le pasa siempre. Incluso es capaz de discutir contigo por eso, sobre todo si eres tú el que va conduciendo:

“¡Te has vuelto a equivocar! ¡Te dije que torcieras por la calle de la izquierda!”…
“Y es lo que he hecho, he torcido por la calle de la izquierda…”
“¡Pero esa no! ¡Yo me refería a la otra izquierda! ¡A la… comosellame!... ¡La derecha, joé!”

Y en ese plan…

El caso es que, cuando por fin logró mirar en la dirección correcta hacia la mano que sujetaba el chorizo, y yo esperaba que entonara el mea culpa (no el “mea” de “mi”, que yo no era el culpable, sino el “mea” de él, el “sua” culpa), soltó un aparentemente sincero:

“Ah, esto… Es por los nervios… Que me dan hambre…”
“Pues, a este paso, si realmente quieres adelgazar, creo que vas a tener que pasarte a la Operación Trikini”…
“¿Trikini?”, se fue preguntándose a sí mismo en dirección a mi frigorífico.

Desde aquel momento, según mi cuñado existen tres tipos de bikinis: el normal, el topless y el que viene con una pieza de repuesto…

07 mayo 2009

Estúpidos lectores


Según la Cinemascopedia, que es una enciclopedia de película, el fin de semana pasado, mientras España disfrutaba del puente del Primero de Mayo, los escritores Enrique Vila Matas y Paul Auster se juntaron en el Instituto Francés de Nueva York para mantener una tertulia literaria, que ya son ganas estando como estaba tan animada la Feria de Abril de Sevilla.

El caso es que pasó lo que tenía que pasar. Por muy literaria que sea, a una tertulia se va a insultar al prójimo, sobre todo al prójimo que no está presente. Y a pesar de que el acto era público, a Vila Matas no le importó lo más mínimo confesar que estaba harto de que los lectores no entendieran lo que leían y que eran unos estúpidos. Eso sí, para evitar que alguien se diera por aludido y atentara físicamente contra su persona, lo dijo mirando al techo. Auster, lejos de quitarle hierro al asunto y recordarle a su compañero que el aforo del Instituto rondaba los tres centenares de asientos ocupados, incidió en el asunto corroborando la existencia de lectores estúpidos.

Desde ese día se desconoce el paradero del editor de Anagrama, sello que publica las novelas de ambos, aunque hay quien afirma que le vio regresando inmediatamente a España para poder tirarse del puente del Primero de Mayo con las obras completas de ambos amarradas al cuello con una cuerda.

Cuentan las crónicas que, en el turno de preguntas, entre el público asistente se levantó una mujer y dijo:

“Paul, soy tu mujer, y jamás he entendido una palabra de lo que has escrito. Ni de tus novelas ni siquiera de las notas que me dejas escritas directamente en la puerta del frigorífico por no ir al escritorio a coger un post-it. Si por ese motivo consideras que soy una estúpida, que te den. Concretamente, que te dé la cena el señor Vila Matas”.

Efectivamente, esa noche, tras conseguir escapar del Instituto Francés por una puerta trasera disfrazados de elegantes paneles de mampostería, el español cocinó para el americano unos sabrosos microrrelatos inspirados en el minimalismo de Ferrán Adriá. Auster confesó que no le sabían a nada.

Acabaron la noche a sartenazo limpio…

04 mayo 2009

Microrrelato Express # 32

Me pusieron a dormir en una bañera. Me dejaron encerrado en la despensa varios días. Del tercer piso me bajaban al sótano en décimas de segundo. No era fácil vivir en una casa de muñecas…

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