22 septiembre 2014

Yo lo he visto (54)


El tren iba prácticamente vacío. Podía haberse acostado en cualquiera de los muchos asientos libres, incluso ocupando dos para estar más cómodo. Pero prefirió extender su esterilla en el suelo, justo al lado de la única pasajera del vagón. Aquella mujer le recordaba a su madre...

9 comentarios:

Tracy dijo...

No me lo puedo creer!!!

Más claro, agua dijo...

Yo lo he visto... ;-)

d:D´ dijo...

Verlo para creerlo.
Pero podríamos especular cómo seguramente tú hiciste...Especular, también con el terreno que le ocupa, de okupa. Especular reflejo que, por sí solo, deduce que esos asientos, además de incómodos, son antimendigos, ahora tan de moda en los valientes que ejercen el poder temporal de los sillones municipales, o en la TENFÉ
Ay, de aquellos que de ahí no se acuerdan de los vagones de segunda, con sus butacas corridas, sin trabas y bien largas. Pegamoide resistente que forrando su banqueta daba tanto para largos viajes como cortos...de cerveza.
Pena qué monopoliza el sueño en ese suelo ya sin el traqueteo del tren.
Yo aprovecharía para echar unos tragos y así dormirla ::|´

Más claro, agua dijo...

Te aseguro que el fulano de la foto se había tomado una buena colección de tragos... ;-)

Anónimo dijo...

supongo que estaría hambriento de compañía humana. No quiso perder la oportunidad de tener cerca el calor de una mujer...

Más claro, agua dijo...

No hay nada como el calor humano para echar una buena cabezada... 😉

Dyhego dijo...

Lo mismo es una nueva postura de yoga...
Salu2, Masclaro.

SARABEL dijo...

!de ahi no se cae! una frase que complementa a lo dicho....

siempre la decia mi madre para cuando alguien esta comodo pero en posturita rara..........jejej

Más claro, agua dijo...

Dyhego, yo creo que tiene que ver más con el whisky que con el yoga...

Sarabel, sabias palabras 😊