30 junio 2009
29 junio 2009
Microrrelato Express # 40
Cuando nos conocimos en la librería, me dijo:
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre le llevó a conocer el hielo”.
Ya llevamos más de veinte años viviendo juntos…
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“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre le llevó a conocer el hielo”.
Ya llevamos más de veinte años viviendo juntos…
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26 junio 2009
LOS CUÑADOS LOS CARGA EL DIABLO. Capítulo 15
Quedarte sin tabaco es un inconveniente grave para uno y para los que le rodean. Esto no lo dicen las cajetillas, pero es así. Tan grave para la salud es ser un fumador pasivo tipo 1 (el que se traga el humo de los demás) como un fumador pasivo tipo 2 (el que no fuma porque no tiene tabaco, se sube por las paredes y la paga con el que tiene más cerca).
Sin embargo, estar sin cuñado, aunque sea él el culpable de que tú estés sin tabaco, supera en beneficios a cualquier tipo de terapia antiestrés que puedan aplicarte en un balneario con barra libre y música chill out por todas sus dependencias.
Miras a tu alrededor y el apartamento parece más grande y luminoso... El ruido de las obras del edificio en construcción de enfrente, ese proyecto de torre que se ha llevado dos años para levantar tres míseras alturas, tampoco parece que moleste tanto… Las caras de Bélmez del techo del cuarto de baño siguen pareciendo caras de Bélmez, y no humedades producidas por el mal estado de las cañerías, como se empeñan en afirmar tus suegros aludiendo a tu dejadez en los cuidados de “la casa de su hija”… Hasta tus suegros, los culpables de que tu cuñado campe a sus anchas por este mundo, no parecen un objetivo prioritario para ser denunciados ante la ONU por crímenes contra la Humanidad… Incluso, aunque de una hora intempestiva se tratara (la de la siesta, sin ir más lejos), te levantarías gustoso del sofá para responder a la llamada del portero automático y le abrirías amablemente la puerta al repartidor de publicidad sin hacer referencia vejatoria alguna a la persona que le trajo a este mundo…
Miras fijamente a tu biblioteca y sonríes. Es el momento ideal para sacar de su escondite la botella de ron Pálido Gran Reserva. Allí, entre libros, es el único lugar de la casa donde tu cuñado jamás la buscaría… Ni siquiera se acercaría... Y no es que sea alérgico al polvo acumulado en las estanterías (más bien al contrario, él tiene la misma estructura mental que un ácaro), sino que huye literalmente de todo aquello que tenga más de cuatro páginas impresas sin dibujos o fotografías. Con decirte que le expulsaron de monaguillo por negarse a leer el Nuevo Testamento… Y eso que tenía el vino gratis y bien a mano…
La botella aguarda a ser rescatada detrás de los diez tomos de la enciclopedia “Patrimonio Mundial de la Humanidad”. ¿Dónde iba a estar mejor que entre sus congéneres?... Y, además, ¿qué otro uso se te ocurre que se le podría dar a una enciclopedia tan absurda?... Mira que yo lo dejé bien clarito en la lista de bodas del Cortinglés: “para el novio, cualquier botella de vino cuyo precio supere los doce euros. El número de botellas, según lo que te quieras gastar”. Pues nada, ya tuvo que salir el primo lejano de tu mujer diciendo que en su pueblo no hay Cortinglés y que, en vez de desplazarse hasta Gijón, que le queda a poco más de veinte kilómetros, prefiere atravesar la península cargando con la enciclopedia…
Es igual. El líquido elemento se deslizará por el vaso acariciando el cristal… El cubito de hielo (como me haya dejado sin hielo, lo mato) flotará alegre sobre un mar en calma de color madera… En el paladar se preparará por todo lo alto una fiesta de bienvenida al amigo Pálido… Nada hará que se rompa la magia de este momento… ¿Nada?...
Sin embargo, estar sin cuñado, aunque sea él el culpable de que tú estés sin tabaco, supera en beneficios a cualquier tipo de terapia antiestrés que puedan aplicarte en un balneario con barra libre y música chill out por todas sus dependencias.
Miras a tu alrededor y el apartamento parece más grande y luminoso... El ruido de las obras del edificio en construcción de enfrente, ese proyecto de torre que se ha llevado dos años para levantar tres míseras alturas, tampoco parece que moleste tanto… Las caras de Bélmez del techo del cuarto de baño siguen pareciendo caras de Bélmez, y no humedades producidas por el mal estado de las cañerías, como se empeñan en afirmar tus suegros aludiendo a tu dejadez en los cuidados de “la casa de su hija”… Hasta tus suegros, los culpables de que tu cuñado campe a sus anchas por este mundo, no parecen un objetivo prioritario para ser denunciados ante la ONU por crímenes contra la Humanidad… Incluso, aunque de una hora intempestiva se tratara (la de la siesta, sin ir más lejos), te levantarías gustoso del sofá para responder a la llamada del portero automático y le abrirías amablemente la puerta al repartidor de publicidad sin hacer referencia vejatoria alguna a la persona que le trajo a este mundo…
Miras fijamente a tu biblioteca y sonríes. Es el momento ideal para sacar de su escondite la botella de ron Pálido Gran Reserva. Allí, entre libros, es el único lugar de la casa donde tu cuñado jamás la buscaría… Ni siquiera se acercaría... Y no es que sea alérgico al polvo acumulado en las estanterías (más bien al contrario, él tiene la misma estructura mental que un ácaro), sino que huye literalmente de todo aquello que tenga más de cuatro páginas impresas sin dibujos o fotografías. Con decirte que le expulsaron de monaguillo por negarse a leer el Nuevo Testamento… Y eso que tenía el vino gratis y bien a mano…
La botella aguarda a ser rescatada detrás de los diez tomos de la enciclopedia “Patrimonio Mundial de la Humanidad”. ¿Dónde iba a estar mejor que entre sus congéneres?... Y, además, ¿qué otro uso se te ocurre que se le podría dar a una enciclopedia tan absurda?... Mira que yo lo dejé bien clarito en la lista de bodas del Cortinglés: “para el novio, cualquier botella de vino cuyo precio supere los doce euros. El número de botellas, según lo que te quieras gastar”. Pues nada, ya tuvo que salir el primo lejano de tu mujer diciendo que en su pueblo no hay Cortinglés y que, en vez de desplazarse hasta Gijón, que le queda a poco más de veinte kilómetros, prefiere atravesar la península cargando con la enciclopedia…
Es igual. El líquido elemento se deslizará por el vaso acariciando el cristal… El cubito de hielo (como me haya dejado sin hielo, lo mato) flotará alegre sobre un mar en calma de color madera… En el paladar se preparará por todo lo alto una fiesta de bienvenida al amigo Pálido… Nada hará que se rompa la magia de este momento… ¿Nada?...
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25 junio 2009
24 junio 2009
Cómo sobrevivir a las Hogueras de San Juan
Según la Copedia, que es la enciclopedia que consultan los obispos, esta noche pasada se han celebrado las tradicionales Hogueras de San Juan, una fiesta que conmemora el solsticio de verano. “Solsticio”, aunque pudiera parecerlo, no se corresponde con el nombre de pila de ningún habitante de edad avanzada de la España rural: “¡Solsticio, como te acerques a la gallina te majo a palos!”…
No, el solsticio tiene que ver con la noche más corta del año, es decir, la del 21 de junio. Sin embargo, inexplicablemente, nosotros lo celebramos con dos días de retraso. ¡No será por falta de previsión!... Más bien creo que, en general, es que somos muy torpes encendiendo un fuego… Tendríamos que aprender de la Comunidad Valenciana, que vienen ensayando desde marzo con las Fallas… O del País Vasco, que lo hacen todo el año con los cajeros automáticos…
Así que, para todos aquellos que ayer noche celebraron el festejo sin entrenamiento previo ni conocimiento de causa, más les vale que presten atención a los siguientes consejos:
Si usted fue de los que saltó la hoguera nueve veces seguidas con el fin de purificar su alma, le aconsejamos que se aplique una crema hidratante en las pantorrillas, pues es de muy mal efecto ir por la calle con los pelos de las piernas chamuscados y desprendiendo un desagradable olor a choto.
Si usted fue de las que recibió en la orilla del mar la caricia de nueve olas consecutivas con el fin de aumentar su fertilidad, le recomendamos que se busque pareja. Si no, los mágicos beneficios del oleaje se verán reducidos al ámbito privado de sus juanetes.
Si usted fue de los que aprovechó la hoguera para quemar los apuntes de todo el curso, alma de cántaro, no habría estado de más que antes se hubiera asegurado de dejar una copia en casa porque nos confirman desde su centro escolar que las notas finales no saldrán hasta la semana que viene.
Si usted fue de los que bebió siete tragos de agua de siete fuentes diferentes, es inútil que le recomendemos nada pues seguramente esté encerrado en el cuarto de baño con un dolor de estómago considerable y sin gana alguna de entrar en internet para leer esto.
Y, por último, si usted es de los que, ajeno a hogueras y rituales, tenía pensado pasar hoy un relajado día de playa con la familia, acuérdese el año que viene de cogerse las vacaciones en agosto como todo el mundo y así se asegurará de que las únicas brasas que llamean junto al mar son las de los espetos de sardinas.
No, el solsticio tiene que ver con la noche más corta del año, es decir, la del 21 de junio. Sin embargo, inexplicablemente, nosotros lo celebramos con dos días de retraso. ¡No será por falta de previsión!... Más bien creo que, en general, es que somos muy torpes encendiendo un fuego… Tendríamos que aprender de la Comunidad Valenciana, que vienen ensayando desde marzo con las Fallas… O del País Vasco, que lo hacen todo el año con los cajeros automáticos…
Así que, para todos aquellos que ayer noche celebraron el festejo sin entrenamiento previo ni conocimiento de causa, más les vale que presten atención a los siguientes consejos:
Si usted fue de los que saltó la hoguera nueve veces seguidas con el fin de purificar su alma, le aconsejamos que se aplique una crema hidratante en las pantorrillas, pues es de muy mal efecto ir por la calle con los pelos de las piernas chamuscados y desprendiendo un desagradable olor a choto.
Si usted fue de las que recibió en la orilla del mar la caricia de nueve olas consecutivas con el fin de aumentar su fertilidad, le recomendamos que se busque pareja. Si no, los mágicos beneficios del oleaje se verán reducidos al ámbito privado de sus juanetes.
Si usted fue de los que aprovechó la hoguera para quemar los apuntes de todo el curso, alma de cántaro, no habría estado de más que antes se hubiera asegurado de dejar una copia en casa porque nos confirman desde su centro escolar que las notas finales no saldrán hasta la semana que viene.
Si usted fue de los que bebió siete tragos de agua de siete fuentes diferentes, es inútil que le recomendemos nada pues seguramente esté encerrado en el cuarto de baño con un dolor de estómago considerable y sin gana alguna de entrar en internet para leer esto.
Y, por último, si usted es de los que, ajeno a hogueras y rituales, tenía pensado pasar hoy un relajado día de playa con la familia, acuérdese el año que viene de cogerse las vacaciones en agosto como todo el mundo y así se asegurará de que las únicas brasas que llamean junto al mar son las de los espetos de sardinas.
23 junio 2009
22 junio 2009
Microrrelato Express # 39
Buscó su nombre en Google y la pantalla le escupió un arrogante “0 entradas”… Pinchó la opción “Voy a tener suerte” y el Panda detectó un virus en el disco duro… Respiró hondo y pulsó CTRL+ALT+SUP… En el cibercafé recuerdan que era una buena persona…
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19 junio 2009
LOS CUÑADOS LOS CARGA EL DIABLO. Capítulo 14
Miró con orgullo a la puerta cerrada donde hacía medio minuto yo había dado la cara por él delante de la policía y dijo:
“Soy un prófugo de la justicia… Soy Thelma y Louise…”
“Mira, so animal… El hecho de que desperdiciara media tarde de mi vida tratando de que comprendieras que Ramón y Cajal no eran dos personas, no quiere decir que ese ejemplo sea universal y se aplique a todo lo que tenga una “y” en medio… ¿Pero tú sabes, alma de cántaro, quiénes eran Thelma y Louise?... No te haces ni idea de cómo me gustaría que tú acabaras igual… Pero con la mala suerte que tengo, seguro que el coche era el mío”
“Vale, pero me sigue doliendo el ojo. ¿Queda ron?”
Quedaba ron, por supuesto. Estaba bien escondido pero quedaba ron. Lo iba a necesitar porque la paciencia la tenía ya agotada desde hacía tiempo…
“Queda ron, por supuesto. En el bar de abajo. Con un poco de suerte, y ese encanto personal que te caracteriza, lo mismo hasta te invitan un par de señores muy simpáticos que visten de uniforme… Y si realmente eres Thelma y Louise, sal de mi casa por la ventana, que sólo es un tercer piso…”
Si algo tiene de bueno mi cuñado es que sabe perfectamente cuándo tiene que largarse de los sitios. Pero si algo tiene de malo es que no se hace ni puñetero caso ni a sí mismo. Así que se recostó en el sofá y palpándose el ojo hinchado se pasó un buen rato riendo porque decía que cuando se apretaba veía “lucecitas de colores”. Las que te faltan en el cerebro, pensé yo…
“Estoy pensando…”, comenzó a decir…
Y cuando una frase de tu cuñado empieza por “estoy pensando”, sólo tienes dos opciones: salir huyendo o rezar para que el 061 no esté comunicando. Dado que no tenía la más mínima intención de salir huyendo de mi propia casa (y mucho menos con él dentro, que eso no hay seguro que lo cubra), me senté cerca del teléfono y le dije:
“Seguro que me arrepiento de esto, pero… ¿qué estás pensando… mientras dejas tus legañas en mi sofá?, ¡cacho guarro!”
“Que hacemos muy buen equipo…”
“¿Quiénes? ¿El sofá y tú?... Efectivamente, sois inseparables”
“Me refiero a ti y a mí…”
Si en ese momento me llegan a hacer un electrocardiograma me sale el mismo resultado que a la mandíbula de un esqueleto encontrado en Atapuerca.
Ante mi falta de reacción, mi cuñado empezó a poner cara como de haberse comido el limón del cubata. Era su forma de hacerme ver que estaba a punto de ponerse a llorar… ¿De la emoción?... Si no lo conociera…
“No pienso prestarte veinte euros. Con lo que ya me debes podría comprar el Bernabeú, la plantilla del Real Madrid al completo y parte de la Castellana… Y me sobraría para reponer todas las botellas de ron que te has bebido en esta casa…”
Los efectos del sabor a limón desaparecieron de su rostro. Se levantó como buenamente pudo del sofá tras desembarazarse de los cojines entre los que se había acomodado, se dirigió hacia la puerta de entrada (y de salida, afortunadamente) bajo mi atenta mirada y, sin despedirse, se marchó. Cuando regresé al salón comprobé que me faltaban el paquete de tabaco y el mechero.
“Soy un prófugo de la justicia… Soy Thelma y Louise…”
“Mira, so animal… El hecho de que desperdiciara media tarde de mi vida tratando de que comprendieras que Ramón y Cajal no eran dos personas, no quiere decir que ese ejemplo sea universal y se aplique a todo lo que tenga una “y” en medio… ¿Pero tú sabes, alma de cántaro, quiénes eran Thelma y Louise?... No te haces ni idea de cómo me gustaría que tú acabaras igual… Pero con la mala suerte que tengo, seguro que el coche era el mío”
“Vale, pero me sigue doliendo el ojo. ¿Queda ron?”
Quedaba ron, por supuesto. Estaba bien escondido pero quedaba ron. Lo iba a necesitar porque la paciencia la tenía ya agotada desde hacía tiempo…
“Queda ron, por supuesto. En el bar de abajo. Con un poco de suerte, y ese encanto personal que te caracteriza, lo mismo hasta te invitan un par de señores muy simpáticos que visten de uniforme… Y si realmente eres Thelma y Louise, sal de mi casa por la ventana, que sólo es un tercer piso…”
Si algo tiene de bueno mi cuñado es que sabe perfectamente cuándo tiene que largarse de los sitios. Pero si algo tiene de malo es que no se hace ni puñetero caso ni a sí mismo. Así que se recostó en el sofá y palpándose el ojo hinchado se pasó un buen rato riendo porque decía que cuando se apretaba veía “lucecitas de colores”. Las que te faltan en el cerebro, pensé yo…
“Estoy pensando…”, comenzó a decir…
Y cuando una frase de tu cuñado empieza por “estoy pensando”, sólo tienes dos opciones: salir huyendo o rezar para que el 061 no esté comunicando. Dado que no tenía la más mínima intención de salir huyendo de mi propia casa (y mucho menos con él dentro, que eso no hay seguro que lo cubra), me senté cerca del teléfono y le dije:
“Seguro que me arrepiento de esto, pero… ¿qué estás pensando… mientras dejas tus legañas en mi sofá?, ¡cacho guarro!”
“Que hacemos muy buen equipo…”
“¿Quiénes? ¿El sofá y tú?... Efectivamente, sois inseparables”
“Me refiero a ti y a mí…”
Si en ese momento me llegan a hacer un electrocardiograma me sale el mismo resultado que a la mandíbula de un esqueleto encontrado en Atapuerca.
Ante mi falta de reacción, mi cuñado empezó a poner cara como de haberse comido el limón del cubata. Era su forma de hacerme ver que estaba a punto de ponerse a llorar… ¿De la emoción?... Si no lo conociera…
“No pienso prestarte veinte euros. Con lo que ya me debes podría comprar el Bernabeú, la plantilla del Real Madrid al completo y parte de la Castellana… Y me sobraría para reponer todas las botellas de ron que te has bebido en esta casa…”
Los efectos del sabor a limón desaparecieron de su rostro. Se levantó como buenamente pudo del sofá tras desembarazarse de los cojines entre los que se había acomodado, se dirigió hacia la puerta de entrada (y de salida, afortunadamente) bajo mi atenta mirada y, sin despedirse, se marchó. Cuando regresé al salón comprobé que me faltaban el paquete de tabaco y el mechero.
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Si quieres leer los capítulos anteriores, pincha aquí:
18 junio 2009
El cambio climático (el guión)
EXT. NOCHE. UNA CALLE CUALQUIERA EN UNA CIUDAD DEL SUR
[ Un hombre camina por la calle con un helado en la mano. Son las doce y media de la noche y el termómetro marca 30 grados centígrados ]
“Esto es el fin… El fin de la especie… Me acuerdo de cuando nos reíamos del cambio climático… Pensábamos que sólo era una excusa más para hacer películas en Estados Unidos… Pensábamos que el deshielo de los polos sólo le afectaría a Ernesto de Hannover, que tendría que beberse los cubatas calientes… Pensábamos que si el mar iba a subir tanto de nivel nos ahorraría el desplazamiento a la playa a los que vivimos en el interior… Pensábamos que el agujero de la capa de ozono era tan gracioso e inofensivo como el tomate de un calcetín… Pensábamos que cuando un científico salía en televisión vaticinando todo esto se trataba de un remake de ‘El profesor chiflado’ de Jerry Lewis… Pero esto es el fin, el fin de la especie… ¡Joder, qué calor!... ¡Me estoy derritiendo!...”
“Tú lo que tienes que hacer es decir menos chorradas y saber más a chocolate. Te recuerdo que eres un helado…”
[ Un hombre camina por la calle con un helado en la mano. Son las doce y media de la noche y el termómetro marca 30 grados centígrados ]
“Esto es el fin… El fin de la especie… Me acuerdo de cuando nos reíamos del cambio climático… Pensábamos que sólo era una excusa más para hacer películas en Estados Unidos… Pensábamos que el deshielo de los polos sólo le afectaría a Ernesto de Hannover, que tendría que beberse los cubatas calientes… Pensábamos que si el mar iba a subir tanto de nivel nos ahorraría el desplazamiento a la playa a los que vivimos en el interior… Pensábamos que el agujero de la capa de ozono era tan gracioso e inofensivo como el tomate de un calcetín… Pensábamos que cuando un científico salía en televisión vaticinando todo esto se trataba de un remake de ‘El profesor chiflado’ de Jerry Lewis… Pero esto es el fin, el fin de la especie… ¡Joder, qué calor!... ¡Me estoy derritiendo!...”
“Tú lo que tienes que hacer es decir menos chorradas y saber más a chocolate. Te recuerdo que eres un helado…”
17 junio 2009
El Siglo de las Luces (de bajo consumo)
Si usted mira su buzón, aparte de las cartas del banco y las docenas de folletos de propaganda, seguramente encontrará uno de estos días un vale-regalo por gentileza de nuestro ministro de Industria, Miguel Sebastián. Lleve este vale a la oficina de Correos más próxima (o a la más lejana, allá usted con su tiempo libre) y se lo canjearán por una bombilla de bajo consumo. Para conseguir la lámpara tendrá que casarse y mentalizarse de que le regalarán la más fea del mercado (me refiero a la lámpara, lo de la novia es cosa suya).
Se trata, según dice el ministro, de una medida para combatir el cambio climático. Yo más bien creo que es que al Gobierno le damos pena. Con esto de la crisis, como nos tienen a dos velas, nos regalan la bombilla por si se nos acaba la cera…
También puede tratarse de un efecto de la modernización… Si antes, para combatir las tormentas, las malas cosechas, las sequías o las inundaciones le poníamos una vela al santo de turno, ahora le ponemos una bombilla de estas. Y es más que posible que consigamos el mismo efecto: tranquilizar nuestras conciencias y poder echarle la culpa de todo al santo de turno o al Gobierno. Valiente novedad…
Lo que más me preocupa de esta iniciativa es que, cuando tengamos una idea y se nos encienda la bombilla encima de la cabeza, ¿ésta también será de bajo consumo, como de andar por casa? ¿Ya no podremos tener ideas geniales? ¿Será eso lo que pretende el Gobierno?...
Para comprobarlo, he llamado al Ministerio de Industria, Turismo, Comercio y Ofertas en la Última Planta:
¿Está el ministro? Que se ponga…
…
No, señorita, no soy Gila…
…
¿Y sabes usted cuándo volverá el señor ministro?...
…
¿Cómo puede estar un ministro ocupado repartiendo bombillas por los pueblos? ¿Ya ha empezado otra campaña electoral?...
…
Vale, vale, pues páseme con la Atención al Ciudadano esa…
…
Buenas tardes, señorita Atención, que yo llamaba por lo de las bombillas, que tengo una duda…
…
Que digo yo que si ahora todas las ideas que tengamos tienen que ser también de bajo consumo o se nos puede ocurrir algo brillante sin ser denunciados…
…
Por supuesto que tengo ideas brillantes ¿Por quién me toma? ¿Por su jefe?...
…
Y digo yo, la bombilla esa que regalan, ¿a qué santo hay que ponérsela para que se acabe el cambio climático? ¿A San Miguel o a San Sebastián? Es que me hago un lío con el nombre del ministro...
…
Yo es que no tengo lámpara… ¿Quiere casarse conmigo para que nos regalen una? ¿Es funcionaria y tiene el sueldo asegurado de por vida? Conteste primero a la segunda pregunta…
…
¿Oiga? ¿Oiga?...
Se trata, según dice el ministro, de una medida para combatir el cambio climático. Yo más bien creo que es que al Gobierno le damos pena. Con esto de la crisis, como nos tienen a dos velas, nos regalan la bombilla por si se nos acaba la cera…
También puede tratarse de un efecto de la modernización… Si antes, para combatir las tormentas, las malas cosechas, las sequías o las inundaciones le poníamos una vela al santo de turno, ahora le ponemos una bombilla de estas. Y es más que posible que consigamos el mismo efecto: tranquilizar nuestras conciencias y poder echarle la culpa de todo al santo de turno o al Gobierno. Valiente novedad…
Lo que más me preocupa de esta iniciativa es que, cuando tengamos una idea y se nos encienda la bombilla encima de la cabeza, ¿ésta también será de bajo consumo, como de andar por casa? ¿Ya no podremos tener ideas geniales? ¿Será eso lo que pretende el Gobierno?...
Para comprobarlo, he llamado al Ministerio de Industria, Turismo, Comercio y Ofertas en la Última Planta:
¿Está el ministro? Que se ponga…
…
No, señorita, no soy Gila…
…
¿Y sabes usted cuándo volverá el señor ministro?...
…
¿Cómo puede estar un ministro ocupado repartiendo bombillas por los pueblos? ¿Ya ha empezado otra campaña electoral?...
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Vale, vale, pues páseme con la Atención al Ciudadano esa…
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Buenas tardes, señorita Atención, que yo llamaba por lo de las bombillas, que tengo una duda…
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Que digo yo que si ahora todas las ideas que tengamos tienen que ser también de bajo consumo o se nos puede ocurrir algo brillante sin ser denunciados…
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Por supuesto que tengo ideas brillantes ¿Por quién me toma? ¿Por su jefe?...
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Y digo yo, la bombilla esa que regalan, ¿a qué santo hay que ponérsela para que se acabe el cambio climático? ¿A San Miguel o a San Sebastián? Es que me hago un lío con el nombre del ministro...
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Yo es que no tengo lámpara… ¿Quiere casarse conmigo para que nos regalen una? ¿Es funcionaria y tiene el sueldo asegurado de por vida? Conteste primero a la segunda pregunta…
…
¿Oiga? ¿Oiga?...
16 junio 2009
15 junio 2009
Microrrelato Express # 38
Todos mis amigos alaban mis gustos, resaltan mis mejores cualidades, destacan lo mejor de mi carácter… Me gustaría agradecérselo personalmente, pero no sé cómo se para este dichoso horno crematorio…
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11 junio 2009
Festividad del Corpus
10 junio 2009
LOS CUÑADOS LOS CARGA EL DIABLO. Capítulo 13
Era de esperar… La llamada al timbre de mi casa de la policía… Y, como si aquel sonido fuera el pistoletazo de salida de una carrera de cien metros lisos, mi cuñado salió corriendo por el pasillo para esconderse en el cuarto de baño, no sin antes volcar el revistero de una patada, golpear con su ojo sano el quicio de la puerta del salón y mentar a todos los dioses conocidos y por inventar.
“Sé a lo que vienen, porque no es la primera vez que me pasa”, les dije adelantándome a los acontecimientos aun a riesgo de que mi yo interior me estuviera llamando “tarotero” durante una buena temporada… “Y ustedes a quien buscan no es a mí, sino a mi cuñado, que, por supuesto, no vive aquí; la Comunidad no permite animales en el inmueble”…
“Su cuñado…”, contestó uno de los dos policías…
Y en su cara se dibujó un gesto que venía a decir claramente: “Me hago cargo de su desgracia. Yo también tengo un cuñado y, cada vez que viene a mi casa, si no hago uso de mi arma reglamentaria es por no dejar el parqué perdido de sangre y visceras, que no vea cómo se pone luego la parienta”...
“¿Y dónde se supone que tiene que estar su cuñado?”, inquirió el que hacía de poli malo… “Porque en Media Markt nos han dado esta dirección…”
“Si de mi dependiera, señor agente, llevaría ya mucho tiempo luciendo un mono naranja en Guantánamo”…
El poli bueno asentía con la cabeza…
“No me ha contestado a mi pregunta”, insistía el poli malo…
“Cierto, señor agente. Pero a mí tampoco me han dado el Príncipe de Asturias a la Santa Paciencia y aquí sigo, sufriendo en silencio las consecuencias de los actos de mi cuñado”…
El poli bueno aguantaba el impulso de abrazarse a mí como gesto de comprensión y solidaridad…
“Su cuñado está metido en buen lío. Tiene puestas cuatro denuncias por agresión, dos por destrozos de material y una por robo de cedés. Espero que sepa lo que esto significa y que colabore con nosotros”, concluyó el poli malo…
“Nada me gustaría más, señor agente, que entregarles a mi cuñado y añadir a su ficha un par de cargos incriminatorios más”…
El poli bueno parecía estar a punto de echarse a llorar de la emoción… Pero sólo lo parecía. Lo que realmente le pasaba es que tenía una imperiosa necesidad de ir al baño, algo que me solicitó con tanta corrección y delicadeza que me dolió mentirle diciéndole que no, que no podía utilizar mi cuarto de baño porque mi mujer estaba duchándose precisamente en ese momento. A punto estuve de decirle que sí, que entrara sin mayor problema pero, sólo de imaginar que luego me tocaría a mí limpiar la sangre y las vísceras de las paredes y que sería la comidilla de la próxima reunión de vecinos por los disparos escuchados en mi casa, se me quitaron las ganas. El poli bueno, con un simple gesto de cabeza, le hizo ver a su compañero que o se iban ya o él le esperaba en el bar de abajo, que no aguantaba más.
“Avísenos si aparece por aquí el delincuente de su cuñado”, concluyó el poli malo a modo de despedida.
“Valga la redundancia”, contesté.
Sólo cuando oyó que cerraba la puerta de entrada, el cobarde de mi cuñado abandonó su escondite. Y justo antes de que yo pudiera empezar a matarlo, dijo:
“Sigo pensando que te vendría muy bien un televisor de plasma en vez del bidé”…
“Sé a lo que vienen, porque no es la primera vez que me pasa”, les dije adelantándome a los acontecimientos aun a riesgo de que mi yo interior me estuviera llamando “tarotero” durante una buena temporada… “Y ustedes a quien buscan no es a mí, sino a mi cuñado, que, por supuesto, no vive aquí; la Comunidad no permite animales en el inmueble”…
“Su cuñado…”, contestó uno de los dos policías…
Y en su cara se dibujó un gesto que venía a decir claramente: “Me hago cargo de su desgracia. Yo también tengo un cuñado y, cada vez que viene a mi casa, si no hago uso de mi arma reglamentaria es por no dejar el parqué perdido de sangre y visceras, que no vea cómo se pone luego la parienta”...
“¿Y dónde se supone que tiene que estar su cuñado?”, inquirió el que hacía de poli malo… “Porque en Media Markt nos han dado esta dirección…”
“Si de mi dependiera, señor agente, llevaría ya mucho tiempo luciendo un mono naranja en Guantánamo”…
El poli bueno asentía con la cabeza…
“No me ha contestado a mi pregunta”, insistía el poli malo…
“Cierto, señor agente. Pero a mí tampoco me han dado el Príncipe de Asturias a la Santa Paciencia y aquí sigo, sufriendo en silencio las consecuencias de los actos de mi cuñado”…
El poli bueno aguantaba el impulso de abrazarse a mí como gesto de comprensión y solidaridad…
“Su cuñado está metido en buen lío. Tiene puestas cuatro denuncias por agresión, dos por destrozos de material y una por robo de cedés. Espero que sepa lo que esto significa y que colabore con nosotros”, concluyó el poli malo…
“Nada me gustaría más, señor agente, que entregarles a mi cuñado y añadir a su ficha un par de cargos incriminatorios más”…
El poli bueno parecía estar a punto de echarse a llorar de la emoción… Pero sólo lo parecía. Lo que realmente le pasaba es que tenía una imperiosa necesidad de ir al baño, algo que me solicitó con tanta corrección y delicadeza que me dolió mentirle diciéndole que no, que no podía utilizar mi cuarto de baño porque mi mujer estaba duchándose precisamente en ese momento. A punto estuve de decirle que sí, que entrara sin mayor problema pero, sólo de imaginar que luego me tocaría a mí limpiar la sangre y las vísceras de las paredes y que sería la comidilla de la próxima reunión de vecinos por los disparos escuchados en mi casa, se me quitaron las ganas. El poli bueno, con un simple gesto de cabeza, le hizo ver a su compañero que o se iban ya o él le esperaba en el bar de abajo, que no aguantaba más.
“Avísenos si aparece por aquí el delincuente de su cuñado”, concluyó el poli malo a modo de despedida.
“Valga la redundancia”, contesté.
Sólo cuando oyó que cerraba la puerta de entrada, el cobarde de mi cuñado abandonó su escondite. Y justo antes de que yo pudiera empezar a matarlo, dijo:
“Sigo pensando que te vendría muy bien un televisor de plasma en vez del bidé”…
09 junio 2009
08 junio 2009
Microrrelato Express # 37
Con spray, escribió en la pared: "Muera el dictado"...
Quienes lo leían pensaban que se trataba de la protesta de un alumno contra las clases de Lengua y Literatura...
Mientras tanto, el anarquista se lamentaba de lo poco que duraba un spray y de lo mucho que estaba durando el dictador.
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Quienes lo leían pensaban que se trataba de la protesta de un alumno contra las clases de Lengua y Literatura...
Mientras tanto, el anarquista se lamentaba de lo poco que duraba un spray y de lo mucho que estaba durando el dictador.
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05 junio 2009
LOS CUÑADOS LOS CARGA EL DIABLO. Capítulo 12
Y no llegó con el televisor de plasma, no. A cambio, apareció con la cara deformada y un ojo morado y tan hinchado que parecía de 103 pulgadas.
“¿Me podéis poner un poco de hielo aquí?”, dijo señalándose el moratón con tan mala fortuna (llámalo mala fortuna, llámalo torpeza congénita) que se metió el dedo en el ojo sano… “Y un poco de hielo también para el ron…”
Aunque su aspecto estaba a medio camino entre el del hombre elefante y el escaparate de una charcutería, su cerebro parecía no haber sufrido trastorno alguno (más allá de los innumerables que ya traía de fábrica), pues no había olvidado el único monosílabo que pronunciaba sin faltas de ortografía: ron.
“La culpa es tuya”, me acusó mientras con el ojo entrecerrado comprobaba que sus hielos flotaban en un vaso ancho sobre abundante líquido.
“No me cabe la menor duda”, me resigné… “Pero te recuerdo que el ron también es mío…”
Resulta que, por extraño que pudiera parecer, me hizo caso. Como lo oyes. Antes de dar el decisivo e irresponsable paso de comprar un televisor de 103 pulgadas que nunca podría haber pagado, y aprovechando que aún tenía en sus manos el teléfono móvil del dependiente de Media Markt, llamó al teléfono del “Tarot 24 horas” para confirmar el éxito de la compra. Y cuando la tarotera (así la llama mi cuñado, no me digas por qué) le advirtió que tendría problemas con unos negocios que tenía entre manos, actuó en consecuencia…
“Lo único que tenía entre manos era el móvil del dependiente aquel, así que supuse que el chaval se estaba dando cuenta de que estaba llamando a un 806 y que me iba a dar una paliza… Y no lo pensé. Me giré hacia él y, antes de que pudiera terminar la frase ‘¿todo bien, señor?’ le estampé un puñetazo en el centro mismo de su sonrisa”.
“Claro, y entonces el chaval se puso a gritar y aparecieron dos gorilas de esos con porra y te demostraron que no perdieron el tiempo en los cursos de formación de defensa personal, ¿no?”
“Bueno, no exactamente…”
Lo que sucedió “exactamente” no lo pude saber hasta que se acabaron los hielos… y el ron…
Asustado por la mezcla de sangre y dientes que salía de la boca del pobre dependiente, mi cuñado salió corriendo hacia la puerta de salida sin reparar en que la tienda estaba llena de gente ávida de que les confirmaran que ellos no eran tontos. Tras tropezar con dos estudiantes que intentaban robar unos cedés, tras empujar a una pareja que discutía sobre si un microondas apagado emite radiaciones y tras saltar sin éxito por encima de un carrito de niño con dos mellizos en su interior, acabó chocando de frente contra una estantería llena de cámaras digitales. Con el golpe, se activó el flash de la cámara que tenía justo pegada a la nariz y le dejó medio ciego. Continuó su huida hacia la salida sin notar que en su camino se interponía una hilera de lavadoras con grandes descuentos. Tropezó con la primera y la segunda notó cómo una de sus esquinas chocaba con el ojo de mi cuñado…
Cuando el securata le dio alcance, él balbuceó: “Hay un loco por ahí que me ha dado una paliza justo después de agredir a uno de sus dependientes. Llamen a la policía, pero antes sáquenme de aquí…”
Y le sacaron… Y le quisieron acompañar a su casa… Y él, con la habilidad que le caracteriza, dio mi dirección no fuera a ser que todo se aclarara y vinieran a buscarlo…
“¿Me podéis poner un poco de hielo aquí?”, dijo señalándose el moratón con tan mala fortuna (llámalo mala fortuna, llámalo torpeza congénita) que se metió el dedo en el ojo sano… “Y un poco de hielo también para el ron…”
Aunque su aspecto estaba a medio camino entre el del hombre elefante y el escaparate de una charcutería, su cerebro parecía no haber sufrido trastorno alguno (más allá de los innumerables que ya traía de fábrica), pues no había olvidado el único monosílabo que pronunciaba sin faltas de ortografía: ron.
“La culpa es tuya”, me acusó mientras con el ojo entrecerrado comprobaba que sus hielos flotaban en un vaso ancho sobre abundante líquido.
“No me cabe la menor duda”, me resigné… “Pero te recuerdo que el ron también es mío…”
Resulta que, por extraño que pudiera parecer, me hizo caso. Como lo oyes. Antes de dar el decisivo e irresponsable paso de comprar un televisor de 103 pulgadas que nunca podría haber pagado, y aprovechando que aún tenía en sus manos el teléfono móvil del dependiente de Media Markt, llamó al teléfono del “Tarot 24 horas” para confirmar el éxito de la compra. Y cuando la tarotera (así la llama mi cuñado, no me digas por qué) le advirtió que tendría problemas con unos negocios que tenía entre manos, actuó en consecuencia…
“Lo único que tenía entre manos era el móvil del dependiente aquel, así que supuse que el chaval se estaba dando cuenta de que estaba llamando a un 806 y que me iba a dar una paliza… Y no lo pensé. Me giré hacia él y, antes de que pudiera terminar la frase ‘¿todo bien, señor?’ le estampé un puñetazo en el centro mismo de su sonrisa”.
“Claro, y entonces el chaval se puso a gritar y aparecieron dos gorilas de esos con porra y te demostraron que no perdieron el tiempo en los cursos de formación de defensa personal, ¿no?”
“Bueno, no exactamente…”
Lo que sucedió “exactamente” no lo pude saber hasta que se acabaron los hielos… y el ron…
Asustado por la mezcla de sangre y dientes que salía de la boca del pobre dependiente, mi cuñado salió corriendo hacia la puerta de salida sin reparar en que la tienda estaba llena de gente ávida de que les confirmaran que ellos no eran tontos. Tras tropezar con dos estudiantes que intentaban robar unos cedés, tras empujar a una pareja que discutía sobre si un microondas apagado emite radiaciones y tras saltar sin éxito por encima de un carrito de niño con dos mellizos en su interior, acabó chocando de frente contra una estantería llena de cámaras digitales. Con el golpe, se activó el flash de la cámara que tenía justo pegada a la nariz y le dejó medio ciego. Continuó su huida hacia la salida sin notar que en su camino se interponía una hilera de lavadoras con grandes descuentos. Tropezó con la primera y la segunda notó cómo una de sus esquinas chocaba con el ojo de mi cuñado…
Cuando el securata le dio alcance, él balbuceó: “Hay un loco por ahí que me ha dado una paliza justo después de agredir a uno de sus dependientes. Llamen a la policía, pero antes sáquenme de aquí…”
Y le sacaron… Y le quisieron acompañar a su casa… Y él, con la habilidad que le caracteriza, dio mi dirección no fuera a ser que todo se aclarara y vinieran a buscarlo…
03 junio 2009
Un mundo de película
Según la Penélopedia, que es la enciclopedia que consulta mi prima, el mundo del cine anda revuelto a raíz de un artículo escrito por Pedro Almodóvar en el que se quejaba del trato recibido por algunos críticos del diario El País.
Tan tensa se ha puesto la cosa que ha tenido que salir la Defensora del Lector, que es un cargo que existe, se lo juro, a decir que todo el mundo es libre de decir lo que quiera mientras no salpique. Y ha obligado a ambas partes a copiar mil veces la frase “Cada uno en su casa y Billy Wilder en la de todos”. Zapatero y Rajoy, en plena zapatiesta electoral, le han gritado a la Defensora “¡Y dos huevos duros!”. Sus votantes sabrán…
Parece que la polémica ha revitalizado al sector de la prensa porque los periódicos llegan cargados de noticias que parecen argumentos de películas. Pasen y vean:
EL GOBIERNO DE BALEARES GARANTIZA POR LEY EL DERECHO A NO PASAR HAMBRE
Sabíamos que las islas estaban atestadas de extranjeros, pero nunca sospechamos que la mismísima Escarlata O’Hara pudiera llegar a ocupar cargos de responsabilidad en el gobierno autonómico…
TETRIS, EL ADICTIVO VIDEOJUEGO QUE LLEGÓ DE LA URSS, CUMPLE 25 AÑOS
“Juegos de guerra”, dirigida por John Badham, cuenta la historia de un hacker que, en plena guerra fría, intenta colarse en sistemas operativos ajenos. Y digo yo que, cuando se aburre de eso, se inventa el Tetris, se lo vende a los rusos y éstos lo introducen en el mercado norteamericano. Es tal su éxito que, veinticinco años después, ya puede considerarse como un arma de destrucción masiva del rendimiento en el trabajo.
WALLY SE CONVERTIRÁ EN EL PROTAGONISTA DE UNA PELÍCULA DE ACCIÓN
El popular personaje de la camiseta a rayas se mete en la piel del mexicano que hace un mes cruzó la frontera de Estados Unidos con síntomas de un ligero resfriado. Tras una intensa búsqueda del personaje por parte de la Policía Federal norteamericana, la película termina con unas bellas vistas del atardecer en Guantánamo.
ARZOBISPO DE GRANADA: "EDUCAR EN VALORES ES COMO QUITARSE DE LA COCAÍNA CON METADONA"
A medio camino entre los géneros del humor y el terror psicológico, la actriz Gracita Morales da vida al personaje del Arzobispo de Granada quien, tras enfundarse un alzacuellos dos tallas más pequeño, deja de recibir sangre en el cerebro y se lanza a las calles gritando frases sin sentido, lo que provoca hilaridad y pánico a partes iguales entre la población.
UN PRESENTADOR ISRAELÍ RECONOCE HABER CONTRATADO A MATONES PARA DAR PALIZAS
Ante la alarmante caída de sus índices de audiencia, Telecinco ya se ha puesto en contacto con el presentador para comprarle los derechos de autor y rodar un ‘remake’ con Jorge Javier Vázquez como protagonista y Belén Esteban como víctima propiciatoria.
Tan tensa se ha puesto la cosa que ha tenido que salir la Defensora del Lector, que es un cargo que existe, se lo juro, a decir que todo el mundo es libre de decir lo que quiera mientras no salpique. Y ha obligado a ambas partes a copiar mil veces la frase “Cada uno en su casa y Billy Wilder en la de todos”. Zapatero y Rajoy, en plena zapatiesta electoral, le han gritado a la Defensora “¡Y dos huevos duros!”. Sus votantes sabrán…
Parece que la polémica ha revitalizado al sector de la prensa porque los periódicos llegan cargados de noticias que parecen argumentos de películas. Pasen y vean:
EL GOBIERNO DE BALEARES GARANTIZA POR LEY EL DERECHO A NO PASAR HAMBRE
Sabíamos que las islas estaban atestadas de extranjeros, pero nunca sospechamos que la mismísima Escarlata O’Hara pudiera llegar a ocupar cargos de responsabilidad en el gobierno autonómico…
TETRIS, EL ADICTIVO VIDEOJUEGO QUE LLEGÓ DE LA URSS, CUMPLE 25 AÑOS
“Juegos de guerra”, dirigida por John Badham, cuenta la historia de un hacker que, en plena guerra fría, intenta colarse en sistemas operativos ajenos. Y digo yo que, cuando se aburre de eso, se inventa el Tetris, se lo vende a los rusos y éstos lo introducen en el mercado norteamericano. Es tal su éxito que, veinticinco años después, ya puede considerarse como un arma de destrucción masiva del rendimiento en el trabajo.
WALLY SE CONVERTIRÁ EN EL PROTAGONISTA DE UNA PELÍCULA DE ACCIÓN
El popular personaje de la camiseta a rayas se mete en la piel del mexicano que hace un mes cruzó la frontera de Estados Unidos con síntomas de un ligero resfriado. Tras una intensa búsqueda del personaje por parte de la Policía Federal norteamericana, la película termina con unas bellas vistas del atardecer en Guantánamo.
ARZOBISPO DE GRANADA: "EDUCAR EN VALORES ES COMO QUITARSE DE LA COCAÍNA CON METADONA"
A medio camino entre los géneros del humor y el terror psicológico, la actriz Gracita Morales da vida al personaje del Arzobispo de Granada quien, tras enfundarse un alzacuellos dos tallas más pequeño, deja de recibir sangre en el cerebro y se lanza a las calles gritando frases sin sentido, lo que provoca hilaridad y pánico a partes iguales entre la población.
UN PRESENTADOR ISRAELÍ RECONOCE HABER CONTRATADO A MATONES PARA DAR PALIZAS
Ante la alarmante caída de sus índices de audiencia, Telecinco ya se ha puesto en contacto con el presentador para comprarle los derechos de autor y rodar un ‘remake’ con Jorge Javier Vázquez como protagonista y Belén Esteban como víctima propiciatoria.
02 junio 2009
01 junio 2009
Microrrelato Express # 36
Madrugó, pero Dios no acudió en su ayuda. Volvió a acostarse, esta vez ya sin rezar.
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