25 mayo 2010

Microrrelato Express # 57


Por falta de respaldo, la silla se quedó en banqueta.

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11 comentarios:

Toñi Sempere dijo...

Y por carencias afectivas, se quedó también sin un apoyo importante. ¡¡Vaya tres patas pa un banco!!

:P

José Luis Castro Lombilla dijo...

Toda una declaración política, ¡Ole tú!
(o sexual, vete tú a saber, ¡so guarro!)
Besos

Anónimo dijo...

Me pasa como a Lombilla ,esa banqueta es un objeto muy sexual,y parece inofensiva la picarona. La loli.

Merce dijo...

... Nunca lo superó...

MARI LUZ dijo...

o sea que pasa de una cosa a otra......si no hay mas remedio.......

Food and Drugs dijo...

Pisoteada y ninguneada por las poltronas a partir de entonces.
Este relato busca la lágrima fácil.
;-)

ana dijo...

Es que para algunos, no hay nada como un buen respaldo para sentirse importante...

Besines :)

Más claro, agua dijo...

Toñi, los bancos están mejor que las banquetas, porque sí que reciben respaldos... ;-)

Lombilla, guapo, te lo aclaro sentados en nuestro chaise longue... :-)

Loli, pues es un modelo muy usado en las iglesias... :-D

Más claro, agua dijo...

Merce, no. Y la cosa empeoró cuando le empezaron a fallar sus propios apoyos... ;-)

Mari Luz, exacto. Triste, pero real como el IKEA mismo... :-)

Food, este relato busca respaldos ;-)

Ana, también los hay modelo "lámpara", que lo que buscan es un buen enchufe... ;-)

Alís dijo...

Es difícil ascender solo

:)

Más claro, agua dijo...

Alis, es cierto. No todo el mundo puede ser ascensor y se queda en cabina de teléfonos... :-)