Rectificar a medias es de resabios

Según la Real Academia de la Lengua, “resabio” es: (1) el sabor desagradable que deja algo, (2) un vicio o mala costumbre que se toma, o (3) un desagrado moral o disgusto.

Según la Real Academia de la Historia, responsable del Diccionario Biográfico Español (vulgo, Miccionario), Franco no fue un dictador, sino el hombre que puso los cimientos para la redacción de la Constitución Española de 1978…

Ahora, ante la polémica surgida por esta y otras lindezas del Miccionario, ha anunciado que rectificará… Pero sólo un poquito. “A medias” han dicho.

Concretamente, introducirán las siguientes aclaraciones:

“Vale, Franco no instauró un régimen autoritario, sino totalitario. Pero en la intimidad sonreía bastante”.

“Vale, la Guerra Civil no fue una cruzada, sino un desastre para España. Menos mal que ganaron los buenos…”

“Vale, quizás Franco no fuera un excelso estratega militar, pero no hubo quien le ganara al parchís”.

“Vale, quizás Franco no se hizo famoso por el frío valor que en el campo desplegaba, pero nadie puede negar que en el campo hace frío”.

“Vale, Aznar no perdió las elecciones generales por culpa del hundimiento del Prestige, sino por unos hilillos como de plastilina”.

“Vale, quizás Aznar sí que negoció con ETA, pero él pensaba que lo estaba haciendo con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, que son una peña de jubilados del casco viejo de Bilbao”.

“Vale, Aznar no se dejó melena, sino media melena”

Y hasta aquí las rectificaciones a medias. Si ahora releen el primer párrafo, entenderán perfectamente el titular.