09 febrero 2016

Microrrelato Express (215)


Suena la puerta de entrada. Es su marido. Y yo no sé dónde demonios he puesto mis gafas…

6 comentarios:

d:D´ dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
d:D´ dijo...


Determinadas facetas del egoísmo pueden resultar caras si encubren al intelecto que se refugia traslúcido equívoco.
Una puerta que (in)mortaliza su presunción.

Más claro, agua dijo...

Sí, pero como no encuentre pronto las gafas allí se va a liar una gorda... ;-)

d:D´ dijo...

Tan importantes son las gafas (como los lente(o)s) como la ligereza con se trata al tomar puerta...
Aún siendo contradictorio para estos casos lo mejor las lentillas; aún más rápidas :))´

Epílogo vericueto:

Ojos que no ven...jajajaj

Dyhego dijo...

A esos sitios se va ligerito de equipaje...

Más claro, agua dijo...

Cierto, Dyhego. Es el mejor consejo que se puede dar...