La llegada del verano y las merecidas vacaciones (valga la redundancia) llevan a la aparición masiva, en las redacciones de las cadenas de televisión, de ilusionados y mal pagados becarios (otra redundancia) que hacen lo que buenamente pueden para sacar adelante unos informativos donde la materia prima, la información, se reduce a las intoxicaciones por marisco en mal estado en un chiringuito de playa (tercera redundancia en el mismo párrafo) y a las alertas amarillas o naranjas por la subida de las temperaturas.
De ahí que ayer, a falta de imágenes de personas intoxicadas o
sudorosas, al equipo de becarios que forman la redacción del Informativo de las
tres de la tarde no se le ocurrió mejor cosa que colar unos videos del programa
“Humor amarillo”.
Horas más tarde, la situación era la siguiente:
En la centralita de la cadena de televisión no se había recibido ni una
sola llamada de ningún telespectador preguntando o quejándose por el cambio.
Las audiencias habían sido, incluso, algo superiores a la media de los
últimos días.
El consejero delegado de la cadena mandó expresamente a su chófer con
varias cajas de bombones como agradecimiento a la labor de todo el equipo. Las
cajas estaban caducadas y los bombones llegaron derretidos por efecto del
calor, pero los becarios valoraron el gesto como una promesa de renovación de
un contrato que, por otro lado, todavía ni siquiera habían llegado a firmar.
El presentador del Informativo dio un abrazo a todos y cada uno de los
becarios y se despidió de ellos hasta septiembre con lágrimas en los ojos:
“Gracias a vosotros podré disfrutar de todo el mes de agosto de vacaciones.
Seguid así, con ese espíritu emprendedor. Y, si se os acaban los videos de
chinos, rebuscad por los archivos. Seguro que encontráis las tomas falsas de
los programas de teletienda que se emitían en la cadena hace quince años.
Emitidlos tal cual. Os quiero”.
La Embajada de China envió, a través de un motorista, una comunicación
oficial a la cadena denunciando que las imágenes emitidas en el Informativo no
reflejaban fielmente la realidad de su país. La recepcionista de la cadena
pensó que el motorista traía comida de algún restaurante cercano y no le dejó
entrar alegando que los empleados de la cadena sólo tienen permitido comer en
el propio restaurante de las instalaciones.
Al ir a marcharse, un grupo de empleados de la cadena confundieron al
motorista con uno de los protagonistas de los videos emitidos y le pidieron
autógrafos. El motorista, crecido por la atracción generada, contó que había
sido amante de Belén Esteban.
Al cierre de esta edición, la cadena preparaba una serie de programas
especiales con el chino como invitado estelar.
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Próxima entrega: lunes, 21 de agosto
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