Cuando alguien te dice que estás en estado crítico,
lo normal es preocuparse. "Justo ahora, que iba a empezar mis
vacaciones", piensas...
Sin reponerte de la mala nueva, tu vida empieza a
pasar por delante de tus ojos como si de una película se tratara. En general,
también en este caso prefieres el libro. El Libro de Familia, concretamente
(que obvia, con muy buen criterio, a los cuñados)
Y te planteas cómo contárselo a tus seres
queridos... Y cómo reaccionarán tus enemigos... Y cómo la camarera del bar de
abajo...
Y te planteas, por último, si preguntar cuánto
tiempo te queda de vida o salir corriendo al chiringuito de playa más cercano a
apurar todas sus existencias con más de trece grados de alcohol.
Sin duda, que te digan que estás en estado crítico
no es una buena noticia...
...Salvo que te lo diga Alejandro Luque:
"Estás en Estado Crítico", me dijo hace unos días. Lo que significa
que, a partir de septiembre, mis reseñas de libros podréis leerlas en esa
revista repleta de firmas tras las que se encuentran buenos amigos y que se
define como "Estado Crítico: crítica literaria diletante".
Es un lujo y una responsabilidad. Y vamos a pasarlo
muy bien, ya veréis...
2 comentarios:
Pues que no te mejores.
Un abrazo desde el mar.
Gracias con envidia marítima sana... ;-)
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