Hay quien sostiene que, en ocasiones, la realidad
supera a la ficción. Hay quien, por su parte, afirma que la ficción no es nada
sin la realidad. Hay quien utiliza la ficción para mejorar su realidad y hay
quien directamente vive en un mundo de ficción.
Un buen día, Marina Filoc se puso a buscar a Jesús
Quintero. Ella vivía en Buenos Aires. Él, en una colina a orillas del
Guadalquivir. Ella lo iba escribiendo, como en un diario. Él no sabía nada. Marina
renunció a la ficción pero empujó a la realidad hacia adelante, la provocó para
que la historia avanzara.
Tres años después, esa historia sigue viva. Ni
siquiera Marina conoce el final. Ni siquiera Marina conoce cuándo llegará el
final. Real, como la vida misma.
Hoy nos lo contará todo en Casa Tomada. Un nombre
de referencia en la ficción argentina. En Sevilla. Muy cerquita de esa colina a
orillas del Guadalquivir. Quizás venga Jesús Quintero en busca de Marina. Quién
sabe. La realidad tiene razones que la ficción no entiende…
1 comentario:
Recién veo esto en google, ¡me encantó!
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