21 mayo 2020

El final está cerca #165


Los tres pastorcillos nunca confesaron que se les había aparecido la Virgen por miedo al castigo. Tenían prohibido hablar con extraños.


4 comentarios:

d:D´ dijo...

Lo extraño es que se les hubiera aparecido; pero, en fin, cada loco con sus temas

Más claro, agua dijo...

Bueno, de alguna manera, la virgen fue la precursora de Internet...

d:D´ dijo...

Si lo dices por lo de "chatear" con gente rara, me parece que se pasaron con el Oporto y los chatos y así les fue.
(Virgen lo dudo; precursora tal vez, fantasmas siempre han dicho que hubo. Pero lo de las apariciones marianas no es de extrañar, por eso son maría-nas. Y ya sabemos, el Fetén afecta a la cabeza en general y produce de todo. El heno, también.)

Hace mucho tiempo, el mundo rural, debía tener parajes recónditos para alucinar,
tantos como en la actualidad, las ciudades, tienen lugares para alunizar.
Ambos dan paso a sendas y leyendas o ambas. Urbanas unas y campechanas las otras, como aquel rey del desmérito que un día puso pies en zarzuela casi ardiente. Al dente las noticias finales sobre el tema fueron las del paraje de s. Lorenzo, en una finca no urbanizable. Muerta la perra, va diluyéndose la rabia.

Al campo puertas y a la ciudad compuertas; al agua embalsada mal la llaman lagos y a los estanques piscinas; a las piletas bañeras y a las de burbujas jacuzzis. A los balcones terrazas y las azoteas también y las de los bares, a pie de calle, igualmente, sin parar a qué, dónde y porqué. A los autobuses camionetas; al metropolitano, metro y a la bicicleta, dos ruedas. Al pan, pistola y al doble, tercio y a la cristina, bamba y al pastel, bollo...
Pero la caña sigue siendo caña, con o sin anzuelo, pero con tapa

Así no me extraña dónde vamos a parar que todas esas historias de fantasmas y mitos nunca se les haya aparecido a astrofísico alguno o el porqué siempre ocurren alrededor de algún manadero de aguas y que, después, algún majadero lo transforma.

Hoy en todas las explanadas hay wifi y posiblemente supraterrenal. Quién sabe

Hay que tener mucha más paciencia de Jobs...Steve

Dyhego dijo...

Y además, sabían guardar un secreto, no como la gente de ahora, que lo cuenta todo en facebook.