Llevo varios carnavales escribiendo las letras del
romancero de Kiko Quiñones. Hay pocas satisfacciones mayores que ver a Kiko y a
Luis recitando esas letras por las calles de Cádiz y escuchar las risas de la
gente.
Hoy va a ser muy diferente. En esta ocasión me toca
a mí mismo defender mis letras. Sin disfraz, sin cuartetas y sin darle la
vuelta al cartelón.
Ir a Cádiz a presentar una novela de humor es lo más
parecido a entrar por la puerta grande del Paraíso. Sólo espero estar a la
altura. Porque aquello es Cádiz y allí hay que… Ya tú sabes…
4 comentarios:
He estado en Cádiz, ¡como me hubiera gustado coincidir contigo!
Creo que saldrás airoso, Masclaro.
Salu2 airea2.
Lo hemos pasado muy bien. Cádiz siempre es una gozada.
Y él dijo:
-Padre, no apartes de mí este cádiz
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