No se creyó que allí, junto a la playa, en un
espacio tan amplio donde no molestaba a nadie, estuviera prohibido aparcar.
Y aparcó. Y se fue al chiringuito. Y fuera sopló el
levante con fuerza. Y cuando regresó a por su coche, sólo pudo apoyar su botellín
de cerveza en la señal y dejar la mano libre para poder llamar a la grúa, al
seguro o, quizás mejor, a un arqueólogo.
7 comentarios:
Gumersindo que vivía en la bajada a la iglesia de Lavadores era un tipo extraño, más por lo escaso que por su físico. Todo el mundo conocía su costumbre inope y solitaria que por herencia familiar dedicó, durante los setenta, al tráfico de personas desde África. Negrero decían algunos; otros, simplemente tratante de esclavos que con su oscuro y viejo furgón mercedes estacionaba cada día en aquella playa esperando a que amaneciese llena de cuerpos exhaustos para recogerlos y llevárselos. Malolientes y raros años que le reportaron suculentos beneficios hasta que una vez ocurrió eso mismo.
Yace, según las peores lenguas, bajo un túmulo de toneladas de cuando aquella infernal galerna truncó sus expectativas de hacer carrera en vida.
Nunca familiar alguno depositó flores en su recuerdo.
El lugar actualmente, frecuentado por yonquis de todo tipo, delata su presencia por algunos botellines y desperdicios que naufragan cada noche de borrascas y borracheras; luego, la resaca marina limpia cualquier rastro perdido.
Hay mundos paralelos que sumergen sus escrúpulos en réditos de hombre rana e invierten todo cuanto poseen para comprar a otros con el objeto de cosificarlos.
Las autoridades locales aconsejadas por antropólogos y expertos buzos nunca tocaron la duna y la acotaron con una cerca de fino y desconcertante alambre.
Pues eso... d:´
Deicaentón
Inquietante lectura e interpretación de la fotografía… ;-)
psscht...Sí, son cosas que pasan...de vez en cuando...jejej
[Esto por lo de ayer :)))´]
1abrazo, o2
Madre mía, como están las cabezas!
https://saltandomundos.blogspot.com
Siguiendo la flecha se encuentra la cerveza, obvio ¿no?
Yem, lo peor es que no tiene remedio... ;-)
Dyhego, tú sí que sabes de tráfico ;-)
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