El perro lazarillo
espera junto a su amo a que el semáforo se ponga en verde y poder cruzar. El
problema es que el semáforo es de esos que tienes que pulsar un botón para que
se active el mecanismo. Si no, la preferencia siempre es de los coches.
El perro lazarillo
sigue esperando. No así algunos impacientes peatones, que prefieren cruzar
corriendo y sorteando coches antes que pasar por el latoso trámite de pulsar el
botón y esperar. La tecnología, a veces, está reñida con la paciencia.
El perro lazarillo
observa a estos incívicos transeúntes pero desconoce el significado (y la
existencia propia) de la palabra “incívico”. Así que, tras un rato de más que
razonable espera, y contraviniendo a las órdenes aprendidas, tensa los
músculos, provoca un leve tirón en la correa que le une a su amo y se dispone a
cruzar…
6 comentarios:
...Tortazo que te pegan...
En el país de los ciegos el perro es rey por encima del tuerto y sus (im)premeditadas decisiones tienen tanto margen de (t)error que produce escalofríos saber cómo reaccionarán los conductores.
50 % (in)seguro, o tal vez más...
[Este #Beernes67 tuyo no sé si es para llorar o mondarse de risa, o ambas]
Qué vida perra; pero alguien tenía que tomar la iniciativa. Pues la gente si va a lo suyo no se fija en esos pequeños detalles que demuestran :)))´ cuan egoístas somos
Qué macabra (como ciertos jueces) es la realidad (lo he llegado a presenciar)...¿y el perro...es un suicida...?
[Hablamos con calma para retomar lo pospuesto por lo comentado sobre la fotografía]
BreveSaludoS
...Tensa los músculos... :)))´
[Como el atleta que gira el cuello a los lados y luego cierra las manos, crujiendo nudillos... :)))´ ]
He visto a algunos de estos y con tu brelato y esa foto lo imagino decidido. Pero los que vi, incluso, esperaban y miraban a la gente por si alguno pulsaba el botón, como intentando forzar a (apiadarse) que lo hiciesen o llamando la atención con su mirada
Sólo el (bi)manco puede empatizar con tanta impotencia perruna, o no.
Es una estampa de la vida cotidiana. Es para reír. Es para llorar. Es para denunciar... Los BEERNES dan para todo eso y para mucho más. siempre alrededor de una cerveza bien fría, claro está ;-)
El egoísmo se ha hecho el dueño de esta sociedad. ni nos fijamos en los animales, ni nos fijamos en las personas, a no ser que obtengamos algo a cambio.
La beer de hoy me sabrá un poco mas amarga.
Un abrazo.
Cierto es, Juan L. Somos animales de (malas) costumbres... ;-)
¡Qué vida más perra la del pobre perro!
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