03 diciembre 2010

Los Diarios del Diablo


Mucho se ha escrito a lo largo de la Historia de la Literatura sobre el Diablo, Satán y Lucífer, que son tres personas distintas pero un solo Mal verdadero. O sea, como la Santísima Trinidad pero en su versión menos aburrida.

Mucho se ha escrito, digo. Y en torno a la figura del diablo se han pintado cuadros, se han rodado películas, se han creado cadenas de televisión (y aquí el nombre de “La Sexta” lo has pensado tú, que sólo ves Intereconomía) y hasta ha habido quien ha osado asignar la firma Prada al fondo de armario del sujeto en cuestión.

Pero nunca hasta ahora habíamos podido disponer, de primera mano, de los diarios del propio Diablo. Nicolás D. Satán, a lo largo de los siglos, ha venido siguiendo un minucioso diario en el que, a diferencia de cualquier adolescente, ha contado cosas realmente interesantes.

M. J. Weeks, profesor de Antropología Teológica Comparada en la universidad de Milton Parva no sólo descubrió en 2007 los manuscritos de dicho diario sino que llegó a un acuerdo con el agente del autor (?) para publicar algunos de los extractos más jugosos.

De esta manera, descubrimos que Lucifer comienza su carrera profesional como “ayudante de arcángel y joven promesa, uno de los sirvientes más corteses y brillantes de DIOS (Director Interdepartamental de Omnisciencia Suprema)”. Pero pronto es despedido de la empresa porque “Él” no soporta su creatividad. Por eso decide acabar con eso de ir de bueno por la vida y se lanza a una frenética carrera por boicotear los inventos del “Jefe” desde el principio: “(El gran D.) ha empezado a primera hora y ha creado la luz. Yo he creado la oscuridad, pero después he tenido que parar porque no se veía una mierda”.

Con el transcurrir del tiempo, crea la Torre de Babel, seduce a Poncio Pilato, corrompe a Judas, etc… Cansado de acciones puntuales, decide manifestarse a mayor escala y en el laboratorio experimenta con un tipo de ratas que, más tarde, extenderán la peste por toda Europa. Crea la imprenta con el fin de “promocionar mi marca” pero el invento cae en malas manos y se reproducen infinitas copias de la Biblia. Asesora a los Borgia, hace de mecenas de El Bosco y de William Blake, se jacta de que en Nueva Orleans hayan sabido cogerle el ritmo a la “música del diablo” y en 1929 decide hacer una limpia en el mundo de las finanzas norteamericano. Si Dios inventa el teléfono, el Diablo crea la llamada en espera y las interferencias... Y todo en ese plan.

Desde el inicio de la Creación hasta nuestros días, el Diablo va anotando con la minuciosidad de un escriba y el sarcasmo de un monologuista sus continuos enfrentamientos con el Bien y el Ser Supremo. Una colección de textos desternillantes, provocadores, irreverentes, magníficos, y presentados en una edición de lujo en la que se reproducen páginas originales de los diarios, se transcriben otras que se encontraban en peor estado y se acompañan de dibujos alusivos al texto o recordatorios del propio Diablo en formato post-it (p. ej.: “El Feng-Shui también nos puede traer beneficios; pasádselo a los tontos”).

En apenas 160 páginas, el presunto catedrático Weeks nos hace llegar un remedo de Historia Universal alternativa que hará que nos cuestionemos certezas asumidas a lo largo del tiempo, hará que veamos con otros ojos la realidad que nos rodea y, sobre todo, nos sacará una amplia sonrisa (carcajada, si no es usted muy puntilloso) cada vez que veamos al Santo Padre en televisión anunciando la próxima venida del “gran D.”


11 comentarios:

Santos dijo...

Así por encima tiene buena pinta. Me leeré el post con más tranquilidad durante el puente y ya te cuento ;-)

Anónimo dijo...

Que me lleven los demonios de la Cruzcampo. (A. Jarraquemada).

Dyhego dijo...

Me leeré el libro mientras escucho el diablo de Miguel Bosé y mientras una diablesa me seduce.
Salu2 de diablillo emplumao.

Miguel Baquero dijo...

¿Y a quién dices que le pagan los derechos de autor por ese libro?

Como algún día Dios o el Diablos pidieran derechos de copyright sobre todo lo que les han atribuido...

Anónimo dijo...

Habrá que leerlo,yo creo que el editor es el mismo Dios,en el fondo son amiguetes,sino fuera así Dios no le dejaría existir. La loli.

Mari luz dijo...

Muy interesante......y los dibujitos mas.....son muy chulos......como buena lectora de tebeos......siempre mirandolos.........jajjjaajaja

Anabel dijo...

La Biblia no habla tambien de esas cosas??? me estas confundiendo!!! :-)

Que disfrutes el Puente!

Besitos diablillos!

Spaski dijo...

Me cago en Dios!! Pedazo de libro, no?

Más claro, agua dijo...

Santos, pues nada, sigue disfrutando del puente ;-)

Jarra, esos son los mejores ;-)

Dyhego, me apunto a lo de la diablesa :-)

Más claro, agua dijo...

Miguel, acabaría ganado la Banca, como siempre... ;-)

Loli, en el fondo son el mismo Ser ;-)

Mari Luz, creo que te gustará, sí ;-)

Más claro, agua dijo...

Anabel, en la Biblia no salen post-it :-) Besitos!!!

Spaski, eso mismo dice el autor... ;-)