Dedicado a Estefanía Maldonado, Ana G. Molinuevo y Nerea Riesco
Recuerdo que la foto me la hicieron a la una de la
tarde, justo al terminar la entrevista y el comienzo del boletín informativo de
la emisora. Sin embargo, cuando por la tarde la publicaron en Facebook con el
enlace a la grabación del programa, el reloj de la pared del estudio marcaba
las doce y cuarto... No podía ser que estuviera estropeado, pues era el reloj
por el que la locutora se guiaba para dar paso a las distintas pausas para la
publicidad y a los informativos. Y no podía ser tampoco una foto de archivo
pues era la primera vez que yo acudía a aquel programa.
Recuerdo que llegué puntual, como me dijeron, a las
doce y cuarto al local donde estaba ubicada la emisora. Durante algo menos de
un cuarto de hora charlé con quien se presentó como “Joaquín, el productor del
programa” aclarando detalles sobre por dónde iría la entrevista: un repaso
sobre mis anteriores libros, unas cuantas preguntas sobre el nuevo y minutos de
sobra para poder leer algunos de los microrrelatos del mismo. Lo habitual.
Recuerdo que Mayte, la locutora, estuvo muy cordial
y cumplió la escaleta del guión a rajatabla. Hablamos de mis libros anteriores,
del nuevo, y leí cuatro o cinco microrrelatos que previamente había
seleccionado. Mayte despidió el programa un minuto antes del informativo y me
hizo la foto con su propio móvil. La una de la tarde. Y en Facebook en vez de
13:00 se podía ver perfectamente y sin género de dudas sobre mi cabeza un
luminoso con los dígitos 12:15…
Sospecho que la culpa de todo la tuvo aquel
microrrelato que leí en directo y que decía:
Destripó el
aparato de radio pero en su interior no halló a nadie. Era una voz interior la
que le decía que, si estuviera en Canarias, le quedaría una hora más de vida…
2 comentarios:
Sí, pero al aparato le averió su vida, o bajada, para siempre
¿No sería producto de su imaginación enfermiza? Es que si no esa zona no me la explico del porqué
En Canarias puedes ver una película por la tele y acostarte antes de la media noche; qué suerte tienen los canarios, menudos pájaros
[Qué, ahora te has metido a relatos de ciencia ficción donde le espacio-tiempo sea para ti una singularidad y para los demás una constante a desentrañar...Viaja al estilo setenta monos o sentémonos y verás qué se siente...jeje]
Enhorabuena.
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