Como niño menor de
ocho años que en su día fui, quiero manifestar mi más absoluta repulsa contra
esta restricción a nivel europeo. ¿Qué será lo próximo, señores dirigentes?
Aquí les adjunto una serie de ideas, por si ven conveniente su aprobación:
Queda prohibido meter
los pies en un charco sin la supervisión de un socorrista.
Queda prohibido
levantarle la falda a las niñas sin la supervisión de un seminarista.
Queda prohibido fumar
a escondidas en los lavabos del patio del colegio sin la supervisión de la
ministra de Sanidad.
Queda prohibido
tunear el taca-taca o el triciclo sin la supervisión de Forocoches.
Queda prohibido
practicar la taxidermia con los abuelos paternos sin la supervisión de los
abuelos maternos. Y viceversa.
Etc…
4 comentarios:
¡Mientras no prohíban la cerveza...!
¡Por encima del cadáver de mi camarero!... :-)
Queda terminantemente prohibido silbar sin la autorización de un Guardia del Pito.
Admito que prohiban el sil, pero jamás el bar... ;-)
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