# 22
Siempre me
dijeron “a ver cuándo asientas la cabeza”. Ayer fallecí. En el velatorio ya se
empezó a escuchar “si levantara la cabeza”… Así no hay quien se aclare…
# 23
Cuando le
cortaron la luz pensó que el mundo había terminado para ella. Con el tiempo,
una renovada iérnaga descubrió las ventajas de poder aparcar en el lugar
reservado para minusválidos…
# 24
El precio
de las perdices era prohibitivo. Se fue del mercado con la duda de si serían
igual de felices tirando de congelador…
3 comentarios:
Comer perdices parece que da la felicidad; pero tirar de un congelador, no sé yo, eh... :)´
Una buena oportunidad para poner a prueba eso de contigo pan y cebolla.
Qué ternura la de la (luz)iérnaga.
Feliz beernes y buen fin de semana
Besos
Feliz beernes, queridos.
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