30 enero 2006

la vida secreta de los Goyas

Ayer domingo por la noche comenzó la gala de entrega de los premios de la Academia de Cine española y, por la lentitud de su desarrollo, parecía que querían terminar el lunes al sol… un claro homenaje a la película de Fernando León y a Antonio Gasset, que nunca sale en la tele antes de la una y media de la mañana…

Estos premios tienen nombre de una calle del Metropoly. ¿Y por qué al mundo del cine español se le asocia a Goya? ¿Será porque ambos son famosos por sus caprichos? ¿Será porque quieren que se les pegue algo y empezar a ‘pintar algo’ en el resto del mundo?.

Hasta donde pude ver, antes de que el sueño de la razón me produjera monstruos y un dolor de cuello por la mala postura en el sofá, la gala tenía menos guión que la grabación de una pecera… un claro homenaje a la película de Isabel Coixet: “La vida secreta de las palabras”. Los guionistas, a las doce de la noche, todavía no habían dado con el secreto.

Daba la sensación de que allí había premio para todos, como en las duchas de la cárcel, pero no. Allí sólo se premiaban entre ellos: que si actores de reparto, protagonistas, revelación; y luego que si fotografía, música, maquillaje, peluquería… Parecía que te estaban paseando por el Corte Inglés.

Allí no había premios para todos. ¿Por qué no premiaban a los espectadores, que son los que, al fin y al cabo, nos tragamos todo lo que ellos hacen? Premio al espectador revelación: un señor de Murcia que reveló las andanzas de la tal Ninette… Premio al espectador de reparto: el tonto de la pandilla al que siempre le toca comprar las palomitas y luego repartirlas entre sus amigos. Premio al espectador de habla inglesa: este se lo tiene que seguir llevando José Luis Garci por su manejo del idioma así que pasen cien años…

Y ya puestos, ¿por qué no premiaron al mejor acomodador de cine? Claro, que ya no existen… Han sido sustituidos por los ‘incomodadores’ que son esos seres que siempre llegan tarde, cuando la película ya ha empezado, y van paseando la pantalla iluminada de su móvil por las butacas para encontrar su fila. Hasta que llegan a ti, que no sabes cómo lo hacen, pero siempre llegan a ti, y te preguntan ¿es esta la fila once? ¿y qué numero de asiento es el suyo?. Invariablemente, el incomodador siempre afirma que ese asiento es el suyo y que tú te has sentado en el lugar erróneo. Cuando insistes en que no sólo estás sentado en el sitio correcto sino que, además, a ti y a todos los espectadores de detrás os gustaría seguir viendo la película, él esgrime su entrada como argumento principal. Y siempre que te da por mirarla, acabas diciendo lo mismo: Mire usted, dos cosas. La primera, que esta entrada es para ver “El sexto sentido”, que la ponen justo en la sala de al lado. Y la segunda, que Bruce Willis está muerto desde el principio…

26 enero 2006

Otros mundos

Un equipo de astrónomos de doce países (¿en qué idioma hablarán?) acaba de descubrir en la Vía Láctea un planeta similar a la Tierra. De lo que se deduce, como primera impresión, que Dios no es Amor, como afirma el Papa (ver artículo anterior): Dios es masoquista. O, como mínimo, un ser inseguro, celestial pero inseguro, que hizo nuestro planeta como experimento piloto y que el definitivo fue el otro. Así que le dedicó solamente siete días... ¿Y para esto tuvo que descansar el último?...

El nuevo planeta, dicen los científicos, está en el centro de la Vía Láctea y a unos 20.000 millones de años luz del nuestro, que es lo que se tarda por término medio, en llegar al centro de cualquier ciudad de más de cien mil habitantes. También dicen que tiene una atmósfera similar a la nuestra aunque hace mucho más frío. Y aquí ya veo yo la primera contradicción. Si hace más frío, es casi imposible que los empleados salgan a la calle a fumar, por lo que la atmósfera debería estar menos contaminada que la nuestra, ¿no?.

Los científicos, por otro lado, apuntan a que hay pocas posibilidades de que haya vida debido a que la temperatura en la superficie ronda los 220 grados bajo cero. ¡220! ¿Cómo va a ver vida así?. Y si la hay, estarán todos encerrados en sus casas alrededor de la mesa camilla, algo imposible de detectar por un satélite, por muy americano que sea éste…

A pesar de ello, confían en que las nuevas y revolucionarias técnicas utilizadas les ayuden a descubrir nuevos planetas habitables. “Si abundan”, dicen, “el próximo paso será la búsqueda de vida en esos planetas”. Y si no la encuentran, digo yo, urbanizarlos, montar un Ikea, un Corte Inglés, un Vip’s y vender los apartamentos a precios astronómicos, nunca mejor dicho, si me permiten la inmodestia…

Al nuevo planeta sólo le deseo que no sea rico en petróleo porque, si no, los Estados Unidos van a ver en sus habitantes un curioso parecido a Bin Laden y les va a faltar tiempo para invadirlo. Por razones humanitarias, claro está.

25 enero 2006

Deus Caritas est



Después de que, hace nueves meses, la fumata blanca se cruzara en su vida, Benedicto XVI ha dado a luz… un monólogo. Que en latín se dice encíclica. Y se titula “Deus Caritas est”, que también es latín, no que a usted se le haya olvidado leer de repente. Con lo fácil que era aquello de “¿Saben aquel que diu...?”.

El monólogo no tiene desperdicio. Al menos el principio, que es lo único que me ha dado tiempo a leer antes de que una furibunda siesta se apropiara de mi inocente consciencia. Tras la introducción, que es lo que todo el mundo se salta de un libro, la primera parte empieza fuerte hablando de “Eros”. Sí, sí, del patrón de las televisiones locales por la noche… Pero no se vaya usted a emocionar, no: el “eros” significa “amor” en griego pero, dice el Papa, que del malo, que es un arrebato. Si es como El Arrebato, además de malo es feo… Claro que si mezclamos el eros con el griego ya nos sale algo que… algo que, en fin, el Papa ni menciona.

El Eros es, por tanto, un arrebato (“búscate un hombre que te quiera…”) y, siempre según Benedicto, “una locura divina”. Insisto que la frase es suya… Él sabrá por qué lo dice… Y añade: “las prostitutas que en el templo debían proporcionar el arrobamiento de lo divino, no son tratadas como seres humanos y personas, sino que sirven sólo como instrumentos para suscitar la «locura divina»”… Sin comentarios, insisto, él sabrá, que yo nunca he pagado por estos (ser)vicios. Otro tipo de amor, éste le gusta más al Papa, es el agapé, con tilde en la é: o sea, no confundir hacer el amor con organizar un ágape, aunque en todo caso se trate de ponerse las botas.

Por último, y hasta donde he leído, el Papa se plantea la siguiente pregunta: ¿Es realmente posible amar a Dios aunque no se le vea?. Si le sirve mi humilde experiencia, llevo años enamorado de Sharon Stone y no me la he cruzado por la calle en toda mi vida. Y aún más, todavía mantengo intacta la ilusión de pegarme un ágape de eros con ella en cuanto encontremos un hueco en la agenda…

23 enero 2006

La Jiménez

Canal Sur estrena esta noche un nuevo programa de entrevistas presentado por la simpar María Jiménez. Ésta acudió a la presentación de su programa (ver foto) disfrazada de finalista del casting de los teletubbies. Y a lomos de un león, que parecía que la Gallina Caponata se había liado con el rey de la selva.

Lejos de asumir todo el protagonismo del programa, la artista compartirá pantalla nada menos que, atención, con el presidente de su club de fans, su taxista habitual, su kioskero, su guía espiritual (?) y su callista. Quien no ha podido venir es su ginecólogo, que está trabajando codo con codo con Juan Luis Arsuaga en los yacimientos de Atapuerca… Tampoco estará su dentista, porque bastante trabajo tiene ya con la boca…

En tan sólo unos días hemos cambiado los ratones coloraos del Quintero por la cotorra amarilla, un loro con una voz que parece que habla siempre a través de la güija. De hecho, en uno de los apartados del programa saldrá hablando desde un sarcófago, como si eso fuera un locutorio para hablar con los que están lejos, muy lejos… Otro momento estelar del programa será la sección “Duetos”, en la que la artista interpretará canciones a dúo con cantantes… ya fallecidos. ¿Será que a los vivos les da mal fario?.

Su primer invitado será el ¿presentador? ¿showman? ¿actor? ¿famosillo graciosete? ¿todas las anteriores son verdaderas? ¿todas las anteriores son falsas? Juan y Medio, que se llama así porque es el que más sale en Canal Sur después del logotipo. Tiene un programa de cuatro a seis y media de la tarde. Y otro de ocho a ocho y media que lo repiten al día siguiente a las siete de la mañana. Y, por si esto fuera poco, los viernes hace otro programa más durante dos horas por la noche, con lo que ese día tienes al susodicho en pantalla la friolera de casi seis horas. Igual que el Estatut, pero con bigote.

Como pueden comprobar, al final, lo de compartir plató con la callista va a ser lo menos raro que veamos en ese programa.

11 enero 2006

Mentiras y a-mena-zas

Publicaba ayer el diario El Mundo un informe según el cual cada día mentimos alrededor de cuarenta veces. ¿Será un estudio científico o estará basado en su propia experiencia?.

Haciendo un cálculo rápido, yo creo que el informe se queda corto (o que miente descaradamente). Cuando hoy nos hemos montado en el ascensor a las siete y media de la mañana para ir al trabajo después de las vacaciones navideñas le hemos dado los buenos días al vecino. Doble mentira. Primero, porque el primer día laborable después de un puente festivo no puede ser bueno jamás. Y segundo, porque lo último que deseamos es que tenga un buen día el que nos ha estado taladrando los oídos todas las navidades con sus villancicos atravesando los tabiques de nuestro dormitorio.

La misma mentira se repite cuando, al llegar a la oficina, vamos deseándole un feliz año nuevo a todo aquel ser vivo que se cruza en nuestro camino. Ya hemos sobrepasado las cuarenta mentiras de largo y aún no le hemos dicho a nuestro jefe que si nos ausentamos tanto de nuestro despacho es por los lógicos-desarreglos-estomacales-después-de-los-atracones-navideños cuando, en realidad, estamos escondidos detrás de las puertas de emergencia que dan a la calle fumando como condenados y esquivando la nueva reglamentación antihumos.
El que parece que no mentía el pasado día 6 era el ínclito Teniente General Mena cuando amenazaba, valga la redundancia, con aplicar el artículo 8 de la Constitución caso de que se desmadrase mínimamente el contenido del Estatut. “Y si no os gusta el 8”, decía, “el Ejército aplicará el 5”. Y la ciudadanía preguntándose “¿el 5?”. “Por el culo te la h…”, terminaba su discurso el militar. De esta forma se ha convertido en el español más envidiado del año, pues es el único al que sus jefes le han dicho que puede quedarse en casita unos días aliviando los lógicos-desarreglos-estomacales-después-de-los-atracones-navideños y fumando cuanto quiera.