25 febrero 2020

El final está cerca #116


La madre presumía en el club de que su hijo no había roto un plato en toda su vida. Mientras tanto, él servía comidas a los acampados en la plaza.


7 comentarios:

jfbmurcia dijo...

El zagal era majo. Saludos.

Juan L. Trujillo dijo...

!!!Siempre hubo clases!!!

d:D´ dijo...

¿Club...de alterne?

Ernesto Mate dijo...

Siempre fue la oveja negra de la familia... y del club de golf, o sea.

THE ONLY TRUE HACKER IN THE WORLD ® dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Alís dijo...


Ya quisieran muchos poder hablar así de sus hijos. Cómo son los hijos habla también de sus padres y madres. Seguro que ambos pueden presumir.

Me parece particularmente bello este texto

Besos

d:D´ dijo...

¡Coooño, con el only hacker! Éste sí que reparte caridad solidaria
Es un blacktarjet man...Aforístico: Qué blesa qué rato, tumbado o sentado