No veo, ni entiendo de frumbol (palabra aguda. Palabra) pero, desde la grada en la que nunca estuve y que me agrada, para mí, un locutor de este deporte es como ese señor uniformado con sombrero de copa y abrigo largo abotonado que apostado a la entrada de una Recepción en Palacio está constantemente presentado a cada invitado y, si alguno vuelve a salir porque se ha dejado el Rólex en el Rolls, lo presenta de nuevo. Constantemente está repitiendo los nombres de ellos cuando tienen al esférico entre sus...pies. Por su puesto, la palabra recepción (lugar del vestíbulo o recibir la emisión de la onda por el aparato) toma otro sentido hasta llegar a convertirse en verbo. Un universo (o univerbo) de palabras que dejan temblando a cualquier diccionario.
Eulogio, no sería mal nombre para un locutor deportivo: Lo radió Eulogio, apodado El químico.
3 comentarios:
Eso habla a favor de su objetividad. Normalmente los periodistas deportivos tienen muy claro por quién decantarse.
Besos
No veo, ni entiendo de frumbol (palabra aguda. Palabra) pero, desde la grada en la que nunca estuve y que me agrada, para mí, un locutor de este deporte es como ese señor uniformado con sombrero de copa y abrigo largo abotonado que apostado a la entrada de una Recepción en Palacio está constantemente presentado a cada invitado y, si alguno vuelve a salir porque se ha dejado el Rólex en el Rolls, lo presenta de nuevo. Constantemente está repitiendo los nombres de ellos cuando tienen al esférico entre sus...pies. Por su puesto, la palabra recepción (lugar del vestíbulo o recibir la emisión de la onda por el aparato) toma otro sentido hasta llegar a convertirse en verbo. Un universo (o univerbo) de palabras que dejan temblando a cualquier diccionario.
Eulogio, no sería mal nombre para un locutor deportivo: Lo radió Eulogio, apodado El químico.
Seguro que terminará culpando al arbitro.
Suele ser la coletilla necesaria cuando no se sabe a quién elogiar.
Un abrazo.
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