El Papa, alias Benedicto XVI, se ha colocado en la cabeza un tricornio. Hasta ahí la noticia. Lo que no publica ningún medio de comunicación es que, como en el chiste, de repente le entró una mala hostia… Vamos, que se puso a gritar consignas del tipo “¡Todo el mundo al cielo!”, “Se santigüen, coño!” y por ahí…
A pesar de lo que dice la prensa, Benedicto no tenía ni pajolera idea de lo que era el gorro y lo confundió, como todo el mundo, con una máquina de escribir, de ahí que aparezca en todas las imágenes dándole vueltas buscando las teclas de las letras. Una vez subsanado el error, y al preguntar cómo se llamaba aquel curioso invento, exclamó: “¡Me lo quedo! Si el diablo tiene dos cuernos, yo ahora tengo tres. Y así compenso lo del rabo…”
Previamente a este momentazo guardiacivilino, Benedicto se había colocado otro sombrero típico de vaya usted a saber dónde, con lo que demostró cierta querencia a trasvertirse para regocijo del personal presente. Lo que no sabemos es si seguirá haciendo lo mismo cuando Ruiz Mateos, un poner, le lleve para bendecir el traje de Superman que utilizaba para sus apariciones en la Audiencia Nacional. O si se plantará un traje de fallera en su próximo viaje a Valencia en julio, con motivo del V Encuentro Mundial de la Familia.
Haga lo que haga, este hombre ya ha dejado feliz a todo el mundo en España: por un lado, la Guardia Civil está encantada por la imagen que ha dado de paz y concordia, que ya era hora de que algún famoso más o menos respetable se calzara el tricornio después de las experiencias mediáticas de Tejero y Galindo (gatito lindo). Por su parte, el Gobierno también está encantado: con su gesto, dicen, Benedicto ha bendecido, valga la redundancia, las parejas de hombres. Ya sólo falta que se coloque una barretina para que el Estatut salga adelante del tirón…
1 comentario:
Según la foto: "Dios los da y ellos se juntan".
No podía ser de otra forma
(Cuando alguien se pone el mundo por montera...malo)
(Dios, su dios)
Breves
Publicar un comentario