Según la Directora General de Alimentación, que yo me la imagino como una Supernanny con delantal y gorro de cocinero, cada español gasta en alimentos 138 euros más en diciembre que en el resto del año… Pues mi cuñado se los debe gastar en taxis, porque se pasa todo el mes comiendo de gorra entre las celebraciones de empresa y las familiares…
También apunta Supernanny que los productos que más incrementan su consumo en diciembre son, precisamente, los dulces navideños… No sé por qué esta mujer tarda tanto en abrir una investigación oficial al más alto nivel para que estudie semejante fenómeno paranormal... Si yo digo que en verano lo que aumenta es el consumo de raciones de gambas y ensaladas de la casa, ¿también me hacen Director General?
El alcohol factura aparte: la sidra se consume diez veces más, vinos y espumosos nueve veces más y bebidas de alta graduación tres veces más. Aquí sí, ¿ves tú?, aquí sí que han tenido en cuenta la opinión de mi cuñado. Si pulsas el botón de “retrato robot” te sale su foto. Fijo.
En total, según el informe, las familias españolas se gastan 5.950 millones de euros en alimentación durante el último mes del año. Más o menos lo que costó el fichaje de Ronaldo… aunque éste venía con más carne…
La Supernanny de la Alimentación, aprovechando la presentación de estos datos, también señala la necesidad de incidir con campañas de información al consumidor para que planifique mejor. Parece ser que, al precio que están las uvas este año, no es suficiente con atender a la explicación de los cuartos y las campanadas: hay que ensayar desde unos días antes y, a ser posible, con bolitas hechas de puré de patatas.
En fin, que si todavía no se han gastado los 138 euros de más, no se apuren: seguro que ustedes también tienen un cuñado dispuesto a convencerles de que tiene unos amigos que organizan el mejor cotillón de Nochevieja de la ciudad y que, a 60 euros por cabeza, él puede conseguir entradas para toda la familia…
4 comentarios:
Tu cuñado... estoy deseando de conocerlo. A ver si algún día nos lo muestras en "Más Claro, Agua"
Si sobrevive a la Navidad, claro.
O si sobrevivo yo...
A mí en lo personal me molesta mucho que cuestiones sociales de éste tipo me empujen a comer hasta reventar, beber hasta caer, comprar regalos mierda hasta quedar un tanto arruinada.
Puag.
No hay nada como el surrealismo para combatir todas estas gilipolleces, Noemi: Preséntate en Nochebuena en casa de tus familiares en bañador y con un balón de Nivea del tamaño del frigorífico...
Verás de otra forma la Navidad. Y tu familia, ni te cuento :-)
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