Si tú juntas las frases “el fútbol es así”, “el partido dura noventa minutos”, “la pelota es redonda”, “el fútbol lo juegan once contra once”… Si tú juntas expresiones del tipo “rectángulo de juego” en vez de campo de fútbol, “orsay” en vez de fuera de juego y “jugador que marca la diferencia” en vez de delantero… Si tú juntas todo eso y le añades la memoria de los peces, ahí tienes a mi cuñado.
Mi cuñado no sólo no tiene ni puñetera idea de fútbol sino que, además, es incapaz de acordarse el lunes de los resultados del domingo. Lo único que tiene claro es que los derbis entre el Barça y el Real Madrid son históricos y hay que verlos. Y hay que verlos, concretamente, en mi casa. De nada sirve que, temporada tras temporada, yo le insista a mi cuñado en que: primero, no me interesa el fútbol; y segundo, en mi casa no tengo ni el Digital Plus, ni el Gol TV ni nada que se le parezca a una televisión de pago…
Es igual. Allí que se presentó él a las siete menos cuarto, justo cuando me estaba preparando para ir al bar de abajo, que no tiene televisor, donde había quedado con unos amigos tan futboleros como yo.
“Va a ser histórico, cuñao”, me dijo sin siquiera barajar la posibilidad de comenzar con unas “Buenas tardes, ¿cómo estás? ¿molesto?”…
“Claro que sí, majete. ¡Hala Madrid!”, le contesté.
Y, sin solución de continuidad, le ofrecí acomodo en mi sofá, le puse en el DVD el video que había regalado el sábado el diario Público con el 2 a 6 del año pasado y me marché a la calle con la excusa de ir a comprar cervezas no sin antes meterme en el bolsillo la llave del mueble bar…
Durante las dos horas siguientes, mis amigos y yo, al calor de unas cervezas bien frías, mantuvimos una sesuda discusión sobre si la empresa Ikea habría podido tener tanto éxito comercial de no haberse inventado la llave “Allen”. Y cuando estábamos a punto de llegar a la conclusión, aclamada por unanimidad, de que preferíamos la invasión de suecas de los 70 a la de los ikeas de ahora, apareció mi cuñado.
“Ha sido histórico, cuñao”, dijo sin siquiera barajar la posibilidad de comenzar con un “Buenas noches, ¿cómo estáis? ¿queréis tomar algo, que yo invito?”…
“¿Ah, sí?”…
“¡El Barça le ha enchufado seis goles al Madrid!”…
“¿Y eso?”…
“Pues nada, que para un jugador del Madrid que marca la diferencia como Cristiano Ronaldo, van y no lo sacan al rectángulo de juego en los noventa minutos que dura el partido”…
“El fútbol es así, ¿no?... En fin, ¿quieres tomar algo?”…
“¡Por supuesto! ¡Un cubata!”
“Pues nada, ahí te dejamos toda la barra para ti, que nosotros nos vamos”…
Ni uno solo de mis amigos se marchó sin darle una colleja.
Mi cuñado no sólo no tiene ni puñetera idea de fútbol sino que, además, es incapaz de acordarse el lunes de los resultados del domingo. Lo único que tiene claro es que los derbis entre el Barça y el Real Madrid son históricos y hay que verlos. Y hay que verlos, concretamente, en mi casa. De nada sirve que, temporada tras temporada, yo le insista a mi cuñado en que: primero, no me interesa el fútbol; y segundo, en mi casa no tengo ni el Digital Plus, ni el Gol TV ni nada que se le parezca a una televisión de pago…
Es igual. Allí que se presentó él a las siete menos cuarto, justo cuando me estaba preparando para ir al bar de abajo, que no tiene televisor, donde había quedado con unos amigos tan futboleros como yo.
“Va a ser histórico, cuñao”, me dijo sin siquiera barajar la posibilidad de comenzar con unas “Buenas tardes, ¿cómo estás? ¿molesto?”…
“Claro que sí, majete. ¡Hala Madrid!”, le contesté.
Y, sin solución de continuidad, le ofrecí acomodo en mi sofá, le puse en el DVD el video que había regalado el sábado el diario Público con el 2 a 6 del año pasado y me marché a la calle con la excusa de ir a comprar cervezas no sin antes meterme en el bolsillo la llave del mueble bar…
Durante las dos horas siguientes, mis amigos y yo, al calor de unas cervezas bien frías, mantuvimos una sesuda discusión sobre si la empresa Ikea habría podido tener tanto éxito comercial de no haberse inventado la llave “Allen”. Y cuando estábamos a punto de llegar a la conclusión, aclamada por unanimidad, de que preferíamos la invasión de suecas de los 70 a la de los ikeas de ahora, apareció mi cuñado.
“Ha sido histórico, cuñao”, dijo sin siquiera barajar la posibilidad de comenzar con un “Buenas noches, ¿cómo estáis? ¿queréis tomar algo, que yo invito?”…
“¿Ah, sí?”…
“¡El Barça le ha enchufado seis goles al Madrid!”…
“¿Y eso?”…
“Pues nada, que para un jugador del Madrid que marca la diferencia como Cristiano Ronaldo, van y no lo sacan al rectángulo de juego en los noventa minutos que dura el partido”…
“El fútbol es así, ¿no?... En fin, ¿quieres tomar algo?”…
“¡Por supuesto! ¡Un cubata!”
“Pues nada, ahí te dejamos toda la barra para ti, que nosotros nos vamos”…
Ni uno solo de mis amigos se marchó sin darle una colleja.
10 comentarios:
Hay que ver como lo puteas y no se entera,mejor que no se te espabile,porque te puede dar de ho.... besos loli.
Si no existiera...tendriamos que inventarlo!!!hala tu cunayo!!! un club de fans le ponia yo!
PS. Eso si, ni se te ocurra mandarmelo para aca!
Mil besos
Tu cuñao no se dará mechas rubias ni se depilará, no?? Porque sería un magnífico sustituto de Guti para las ruedas de prensa después de los partidos...
Besines culés ;)
Tu cuñao tiene ideas muy pellegrinas, podría inventar la llave allen de los mueble-bares y adiós.
;-)
Lolibel, yo no lo puteo. Es justicia divina... :-)
Anabel, claro, qué fácil. Hay que inventarlo, hay que inventarlo... Pero luego nadie quiere hacerse cargo de él... ¡Ah, no! ¡Así no vale! ;-)
Ana, y las discotecas de Madrid, encantadas ;-)
Food, no le des pistas, hombrepordios!!! ;-)
En cuanto se independicen, a tomar por culo los encuentros Barca-Madrid-Madrid-Barca.
El Madrid todavía podría jugar con el Sevilla, el Valencia, el ALCORCÓN etc. Pero en Cataluñññña,menudo aburrimiento: hoy toca Español-Barca. Mañana toca Barca-Español. Pasado mañana Español-Barca...
Un saludo pacífico y desnacionalizado.
¡Qué arte por dios!
Haber llamado a tu cuñao de mi parte, que me lo hubiera llevado a mi pub de cabecera donde, of course, tenía la mejor mesa para verlo.
Si me apuras, lo hubiera invitado al derby del día anterior: Ese Sevilla-Málaga que me calentó la sangre...
Al final me va a gustar tu cuñao...me lo tengo que mirar.
Dyhego, ya se inventarán una liga internacional para que puedan seguir jugando juntos, que es cosa que deja buenos dividendos en los bares de uno y otro lado ;-)
Fiebre, no sabes la alegría que me das. Te lo voy empaquetando mientras me dices la dirección postal donde quieres que te lo envíe... ;-)
¡Menuda película de terror! lo del 2-6 digo. Y qué mala leche la de Público al regalarlo...
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