La ordenanza municipal prohíbe a los perros hacer
sus necesidades y ensuciar la calle so pena de multa de 120 euros. No llegará
el final de agosto antes de que los pobres animales se hinchen hasta no poder
más y revienten.
El avispado munícipe aprobará entonces una nueva
ordenanza por la que prohibirá a los perros reventar y ensuciar la calle so
pena de multa de 240 euros, el doble de la anterior.
Con el dinero recaudado, el ayuntamiento financiará
la construcción de una nueva perrera municipal que, a falta de clientela, será
poco tiempo después derribada y en su lugar se construirá un casino.
Fin de la fábula. La moraleja la pones tú, que yo
estoy de vacaciones…
6 comentarios:
Los perros de la moraleja cagan en bidés de oro mientras observan cuadros de mucha plata..
Éxito en Miranda, no??
Qué gran verdad, Frog... Y sí, éxito en Miranda ;-) Gracias!!!
El que no esté dispuesto a cuidar de un perro, que no lo tenga.
Salu2 pococaninos.
A estas alturas, hasta un concejal puede ser considerado como animal de compañía... del alcalde ;-)
Pues en principio, no me parece nada mal, porque hay zonas donde la acumulación de excrementos es enorme y asquerosa. A mi me encantan los perros, pero no tengo, entre otras cosas porque no me apetece recoger sus cacas, que es lo que deberían hacer todos los dueños de perros.
Es tan facil como recoger el excremento.
El caso es quejarse, hasta cuando no se tiene razon.
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