Después de
leer “El retrato de Dorian Gray”, mandó instalar un elegante marco en el espejo
de su cuarto de baño. Pensaba que, así, se aseguraría la vida eterna.
Murió a
las pocas horas, tras resbalar en la bañera. El cristal del espejo estaba
empañado.
4 comentarios:
Lo de la vida eterna, ni con lava cristales.
Saludos.
Llegado ese instante de eternidad que permanece empañado...o empanado por ducharse en su propio vómito
(Son las consecuencias del colocón de vanidad crédula)
Es un "acto reflejo" perder la vida por ducharse sin luces antiniebla...
Mola ese brelato :)´
PD: *("Un resbalón lo tiene cualquiera": Les Luthiers)
Al menos parece que fue el marco adecuado para morir
Besos
Un marco incomparable...
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