Sentada
junto a mí en el autobús, hablaba por teléfono y, llorando, decía “Se acabó, no
quiero saber nada más de tu vida”…
Colgó y,
al ir a guardar el móvil en el bolso, se le cayó al suelo. Me agaché para
recogerlo y descubrí que se trataba de una maqueta. Ella seguía llorando…
4 comentarios:
O es la rabia del despechado o el miedo a tomar el toro por los cuernos.
Y seguro que alguna posibilidad más...
Besos
En el gran teatro del mundo (de algunas/os) —le pudo haber dicho Calderón a Molière— el circo es el mayor espectáculo; pero el que tienes tú montado, alrededor, supera, incluso, a otros más glaciares…
Me has dejado helado y no sólo delarte
(Yo no te mando besos, pero sí salú)
¡Que triste! Son tiempos de soledad...
Salud!
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