15 septiembre 2020

El final está cerca #197


El abuelo, con la intención de ayudar a su nieto en los deberes del colegio, abrió el tomo E-F de su vieja enciclopedia Espasa – Calpe para buscar la definición de la palabra “fulcro”. Lo que encontró le llevó a curiosear en la biografía de Arquímedes y, por extensión, en la de otros sabios helenos. Acabó agotado y dormido en el sillón junto a su biblioteca...

Mientras tanto, el nieto, en su habitación, abría el ordenador y tecleaba en Google la palabra “fulcro”. El buscador le empezó a ofrecer alternativas: con la “f”, “facebook”; con “fu”, “fútbol”; con “ful”, la web de música online “fulltono”; etc... Acabó agotado y pensando que no sería mala cosa explicar al día siguiente en el colegio que el perro se había comido sus deberes...


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un niño muy perro
:)'

Juan L. Trujillo dijo...

El nieto no supo "apoyarse" donde debía.

Alís dijo...


La curiosidad hay muchas maneras de despertarla y de que nos la despierten. La diferencia está en qué hacemos con ella, si la alimentamos o la matamos.

Besos

Más claro, agua dijo...

De tal palo...