12 octubre 2005
Fiesta Nacional
Hoy ha sido fiesta nacional. Española, quiero decir. Pero no se le ha visto trabajando a Carod Rovira… Y es que esto de que caiga entre semana … Ni siquiera los funcionarios lo han notado. “Me falta algo, me falta algo”, decían. “¡Coño, fichar!”. Y se partían de risa los tíos…
Donde sí que se ha notado ha sido en televisión: por la mañana, desfile militar; por la tarde, corrida de toros desde Zaragoza; y, por la noche, partido de fútbol de la selección española. Si lo llegan a poner todo en blanco y negro, lo bordamos.
Por la mañana, el desfile militar. Que, visto lo visto, sólo se diferencia del desfile del Día del Orgullo Gay en que, en vez de sacar a Boris Izaguirre, le sueltan la soga a la cabra de la Legión.
Por la tarde, la corrida de toros. Una corrida de toros tradicional: con sangre y arena. Un subalterno corneado hasta los tuétanos y el clásico pinchauvas de Enrique Ponce entrando a matar como lo que es: un pinchauvas. Y toreando por presuntos naturales metiendo el pico como el cirujano que te opera de cataratas.
Y por la noche… Ah, la noche… Once aguerridos compatriotas goleando a un país que pocos pueden identificar en un mapa. Total, para nada.
Qué gran día… Qué gran nación… Y Carod Rovira viendo “Aquí no hay quien viva”. Él sabrá por qué…
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