Una ATV deconstruida

Este pasado fin de semana, la ATV ha entregado sus premios anuales. La ATV es la Academia de la Televisión, no confundir con la AVT, que es la Asociación de Víctimas del Terrorismo, aunque todos seamos víctimas de la televisión, que a veces también es puro y duro terrorismo.

El premio consiste en una escultura que, según el dossier de prensa consultado, se trata de la Victoria de Samotracia deconstruida. Yo de arte no entiendo, pero me parece más una Victoria de Samotracia atropellada. Y, si acaso, reconstruida. Pero reconstruida por el mismo cirujano que le operó los pechos a Nuria Bermúdez…

La gala de la Asociación de la Televisión, finalmente, no se retransmitió por televisión. Es como la frase de Groucho Marx: “No quiero pertenecer a una asociación que admita socios como yo”, dijeron las cadenas. Total, siendo el Puente del Primero de Mayo, y del Segundo en Madrid (como en la Liga), su audiencia habría estado muy por debajo de la de cualquier programa de Cuatro.

A pesar de su no emisión, hemos podido enterarnos de que, por enésimo año consecutivo, el premio al mejor comunicador de programas de entretenimiento no recayó en Ángel Acebes. Tampoco recibió ningún premio María Teresa Campos. Se ve que ya no inTeresa.

Matías Prats, presentador de 'Antena 3 Noticias 2 (1 en la quiniela)’, fue galardonado como el mejor comunicador de Informativo y, según se lo dieron, fue a ingresar el premio en su cuenta naranja. Ahora ya tiene un banco para sentarse y un cubo de Rubik destripado.

Por su parte, Jesús Hermida fue galardonado con el premio “Toda una vida”. ¿Qué pasa, que tiene más? En ese caso, ¿cuál de todas fue la premiada? Ningún periodista de los presentes se atrevió a preguntárselo al protagonista no fuera a ser que a éste le diera por contestar y perdieran todo el Puente y parte del otro allí, con la alcachofa en alto, estilo Estatua de la Libertad pero con ropa interior.
En un principio, la gala iba a celebrarse el Primero de Mayo, coincidiendo con el Día del Trabajo, pero los organizadores, al conocer el lema elegido por los sindicatos, optaron por adelantar la fecha para no crear confusión. Frente al “Paz, empleo estable e igualdad”, la televisión opta por el “Guerra de audiencias, empleo en función del share e igualdad sólo a la hora de quebrantar el horario protegido, el tiempo dedicado a la publicidad y las normas de contraprogramación”. Como se ve, la televisión y los sindicatos están a años luz de distancia, aunque todos recordemos aquel momento magistral entre los informativos de La Primera y Cecé-oó. Urdaci, al igual que Acebes, tampoco se llevó el premio al mejor comunicador de programas de entretenimiento aquel año. Una pena para ellos y una gran pena para la Humanidad.