Ya nos podemos quitar un peso de encima: si los 1.300 millones de chinos que hay en el mundo se pusieran a saltar al unísono, no provocarían un terremoto… Así lo certifica un equipo de científicos alemanes que, por lo visto, no tenían nada mejor que hacer.
Para demostrar su teoría, los científicos se fueron a un macroconcierto de rock en la ciudad alemana de Nürburgring. No quiero ni pensar en la cara que pondrían sus hijos de estar presentes… Allí saltaron al escenario con sus batas blancas, interrumpieron el concierto y animaron al personal a pegar saltos al ritmo de la batería. Cincuenta mil personas pegando saltos a la vez… Bueno, exactamente cincuenta mil menos tres, que eran, precisamente, los hijos de los científicos y que se encerraron en los baños públicos hasta que acabó el experimento.
Según los datos del estudio, los sismógrafos registraron cuatro oscilaciones por segundo y la tierra sólo se movió una vigésima parte de un milímetro. “Pues no será por los saltos, pero a mí la tierra me sigue dando vueltas”, confesó uno abrazado a una botella de calimocho… Por su parte, el grupo de rock que participó en el experimento, Wir sin Helden (“Somos unos Héroes”), a la vista de tan ridículos resultados, decidió cambiarse el nombre sobre la marcha y llamarse a partir de entonces “Somos unos Nenazas” (Wir sin Nenazen).
Realizadas las últimas comprobaciones, los científicos sacaron las siguientes conclusiones:
En primer lugar, que si pones a cincuenta mil tíos a pegar saltos a la vez, el suelo se llena de monedas procedentes de los bolsillos de los participantes en el experimento.
Segundo, que el calimocho es una variable a tener en cuenta para que no distorsione los resultados.
Tercero, que hay que tener más vigilados a los hijos y que si te dicen que van a pasar el fin de semana estudiando en casa de un amigo, contrastemos la información con los padres del susodicho amigo.
Y cuarto, que si cincuenta mil alemanes son incapaces de provocar un terremoto saltando a la vez, mucho menos podrán hacerlo los chinos, que son más bajitos…
Para demostrar su teoría, los científicos se fueron a un macroconcierto de rock en la ciudad alemana de Nürburgring. No quiero ni pensar en la cara que pondrían sus hijos de estar presentes… Allí saltaron al escenario con sus batas blancas, interrumpieron el concierto y animaron al personal a pegar saltos al ritmo de la batería. Cincuenta mil personas pegando saltos a la vez… Bueno, exactamente cincuenta mil menos tres, que eran, precisamente, los hijos de los científicos y que se encerraron en los baños públicos hasta que acabó el experimento.
Según los datos del estudio, los sismógrafos registraron cuatro oscilaciones por segundo y la tierra sólo se movió una vigésima parte de un milímetro. “Pues no será por los saltos, pero a mí la tierra me sigue dando vueltas”, confesó uno abrazado a una botella de calimocho… Por su parte, el grupo de rock que participó en el experimento, Wir sin Helden (“Somos unos Héroes”), a la vista de tan ridículos resultados, decidió cambiarse el nombre sobre la marcha y llamarse a partir de entonces “Somos unos Nenazas” (Wir sin Nenazen).
Realizadas las últimas comprobaciones, los científicos sacaron las siguientes conclusiones:
En primer lugar, que si pones a cincuenta mil tíos a pegar saltos a la vez, el suelo se llena de monedas procedentes de los bolsillos de los participantes en el experimento.
Segundo, que el calimocho es una variable a tener en cuenta para que no distorsione los resultados.
Tercero, que hay que tener más vigilados a los hijos y que si te dicen que van a pasar el fin de semana estudiando en casa de un amigo, contrastemos la información con los padres del susodicho amigo.
Y cuarto, que si cincuenta mil alemanes son incapaces de provocar un terremoto saltando a la vez, mucho menos podrán hacerlo los chinos, que son más bajitos…
2 comentarios:
1ra vez que entro por este blog.. tu blog!
y esto q acabo de leer jaja.. estuvo bueno!!
ni todo el mundo saltando creo ocasionaria algo.. !!
o quien sabe.. todo puede pasar verdd??
jeje
saludos!!
Todo puede pasar, efectivamente.
Bienvenido a esta, tu humilde barra de bar :-)
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