Josep Piqué ha presentado su dimisión como presidente del Partido Popular en Cataluña. Parece que la campaña veraniega del Ministerio de Medio Ambiente contra las medusas ha empezado a hacer su efecto en el Mediterráneo y Piqué ya no volverá a picar más…
Se ha sabido que, después de escribirle la carta de dimisión a su “querido presidente y amigo Mariano” (sic) se ha puesto como loco a cambiar los billetes para adelantar las vacaciones. Diez días más por toda la cara y así no pilla las retenciones de la operación salida del día 1 de agosto…
Quien tampoco pillará las retenciones será el rey, que cuando le dieron la noticia le faltó tiempo para hacer el petate y salir disparado hacia Mallorca:
“Majestad, véngase ya, que va a conocer a su nuevo Bribón”
“¿Otro nieto?... Me llena de orgullo y satisfacción…”
“Que no, majestad, que esta vez es un barco…”
“Ah, vale… Será maravilloso viajar hasta Mallorca… ¿Y podremos pescar osos?”
“Lo que usted diga, que para eso es el rey, pero si quiere emborracharlos antes, el presupuesto del mueble-bar va aparte…”
El rey de todos los españoles podrá así disfrutar de casi dos meses de vacaciones en uno de los lugares más caros del país. Como todos los españoles… Tan sólo verá interrumpido su descanso con la inevitable visita oficial del presidente del Gobierno, que viene a ser como cuando a nosotros se nos presenta sin avisar el cuñado con su familia en el apartamento de la playa:
“No, que pasábamos por aquí y le he dicho a la Puri, hombre, vamos a hacer una visita a mi cuñado favorito, que hace mucho que no sabemos nada de él… El mueble-bar estaba debajo de la tele, ¿no?”
Y se quedan una semana. Y tú, como el rey, disfrutando de tu propio bribón…
Se ha sabido que, después de escribirle la carta de dimisión a su “querido presidente y amigo Mariano” (sic) se ha puesto como loco a cambiar los billetes para adelantar las vacaciones. Diez días más por toda la cara y así no pilla las retenciones de la operación salida del día 1 de agosto…
Quien tampoco pillará las retenciones será el rey, que cuando le dieron la noticia le faltó tiempo para hacer el petate y salir disparado hacia Mallorca:
“Majestad, véngase ya, que va a conocer a su nuevo Bribón”
“¿Otro nieto?... Me llena de orgullo y satisfacción…”
“Que no, majestad, que esta vez es un barco…”
“Ah, vale… Será maravilloso viajar hasta Mallorca… ¿Y podremos pescar osos?”
“Lo que usted diga, que para eso es el rey, pero si quiere emborracharlos antes, el presupuesto del mueble-bar va aparte…”
El rey de todos los españoles podrá así disfrutar de casi dos meses de vacaciones en uno de los lugares más caros del país. Como todos los españoles… Tan sólo verá interrumpido su descanso con la inevitable visita oficial del presidente del Gobierno, que viene a ser como cuando a nosotros se nos presenta sin avisar el cuñado con su familia en el apartamento de la playa:
“No, que pasábamos por aquí y le he dicho a la Puri, hombre, vamos a hacer una visita a mi cuñado favorito, que hace mucho que no sabemos nada de él… El mueble-bar estaba debajo de la tele, ¿no?”
Y se quedan una semana. Y tú, como el rey, disfrutando de tu propio bribón…
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