Al segundo grupo se le conoce en el mundo laboral por el sobrenombre de “los Solitarios”. Por un lado, van a tener toda la oficina para ellos (los becarios, como es bien sabido, no cuentan para nada); y, también, porque durante el mes de agosto se convierten en verdaderos profesionales del juego de cartas por ordenador…
Los que nos encontramos en el primer grupo llevamos desde el mes de junio navegando por internet buscando fotos de nuestro lugar de vacaciones. Y la que más nos gusta la ponemos inmediatamente de fondo de pantalla de nuestro ordenador. Así, cuando se acerca algún compañero a nuestra mesa, con una sonrisa entre la autosuficiencia y la chulería, le señalamos la pantalla y le decimos:
“Adivina dónde voy a pasar las vacaciones…”
“¿Te vas a llevar el ordenador de la empresa al Campus Party?”
Algunos son tan pesados con esto de los fondos de pantalla que sólo les falta llenar de hielo y cervezas la papelera de reciclaje… Y ponerle pajarita al clip de windows para que se las sirva… La única ventaja que tiene es que, si se te acaban las birras, no tienes más que darle al botón de “reiniciar”… Y si por un casual apareciera de improviso tu cuñado: “control + alt + suprimir”…
Hay otros que aprovechan el día para hacer “limpieza de mesa”. Consiste en tirar a la basura cualquier documento en formato de papel que esté a la vista, sin hacer distinción entre las etiquetas de “entrada”, “pendiente” o “urgente”… ¡Todo a la papelera!... Este es el origen de la expresión “tabula rasa”: dejar la tabla de la mesa como los chorros del oro.
Lo que no se nos quita en toda la mañana es esa sonrisita estúpida de inmensa felicidad…
“¿De dónde vienes?”
“De desayunar”
“¿Y qué te has fumao con el café?”
A esa típica expresión facial se la conoce como “la sonrisa etrusca” porque mañana, a estas mismas horas, se te queda de piedra al comprobar que, un año más, eres uno de los miles de automovilistas atrapados en el monumental atasco de la Operación Salida…
En todo caso, no pensemos en eso todavía, que nos falta por hacer la limpieza de mesa y apurar las últimas cervezas de la papelera de reciclaje antes de que den las tres y se pare el mundo…