Si usted mira su buzón, aparte de las cartas del banco y las docenas de folletos de propaganda, seguramente encontrará uno de estos días un vale-regalo por gentileza de nuestro ministro de Industria, Miguel Sebastián. Lleve este vale a la oficina de Correos más próxima (o a la más lejana, allá usted con su tiempo libre) y se lo canjearán por una bombilla de bajo consumo. Para conseguir la lámpara tendrá que casarse y mentalizarse de que le regalarán la más fea del mercado (me refiero a la lámpara, lo de la novia es cosa suya).
Se trata, según dice el ministro, de una medida para combatir el cambio climático. Yo más bien creo que es que al Gobierno le damos pena. Con esto de la crisis, como nos tienen a dos velas, nos regalan la bombilla por si se nos acaba la cera…
También puede tratarse de un efecto de la modernización… Si antes, para combatir las tormentas, las malas cosechas, las sequías o las inundaciones le poníamos una vela al santo de turno, ahora le ponemos una bombilla de estas. Y es más que posible que consigamos el mismo efecto: tranquilizar nuestras conciencias y poder echarle la culpa de todo al santo de turno o al Gobierno. Valiente novedad…
Lo que más me preocupa de esta iniciativa es que, cuando tengamos una idea y se nos encienda la bombilla encima de la cabeza, ¿ésta también será de bajo consumo, como de andar por casa? ¿Ya no podremos tener ideas geniales? ¿Será eso lo que pretende el Gobierno?...
Para comprobarlo, he llamado al Ministerio de Industria, Turismo, Comercio y Ofertas en la Última Planta:
¿Está el ministro? Que se ponga…
…
No, señorita, no soy Gila…
…
¿Y sabes usted cuándo volverá el señor ministro?...
…
¿Cómo puede estar un ministro ocupado repartiendo bombillas por los pueblos? ¿Ya ha empezado otra campaña electoral?...
…
Vale, vale, pues páseme con la Atención al Ciudadano esa…
…
Buenas tardes, señorita Atención, que yo llamaba por lo de las bombillas, que tengo una duda…
…
Que digo yo que si ahora todas las ideas que tengamos tienen que ser también de bajo consumo o se nos puede ocurrir algo brillante sin ser denunciados…
…
Por supuesto que tengo ideas brillantes ¿Por quién me toma? ¿Por su jefe?...
…
Y digo yo, la bombilla esa que regalan, ¿a qué santo hay que ponérsela para que se acabe el cambio climático? ¿A San Miguel o a San Sebastián? Es que me hago un lío con el nombre del ministro...
…
Yo es que no tengo lámpara… ¿Quiere casarse conmigo para que nos regalen una? ¿Es funcionaria y tiene el sueldo asegurado de por vida? Conteste primero a la segunda pregunta…
…
¿Oiga? ¿Oiga?...
Se trata, según dice el ministro, de una medida para combatir el cambio climático. Yo más bien creo que es que al Gobierno le damos pena. Con esto de la crisis, como nos tienen a dos velas, nos regalan la bombilla por si se nos acaba la cera…
También puede tratarse de un efecto de la modernización… Si antes, para combatir las tormentas, las malas cosechas, las sequías o las inundaciones le poníamos una vela al santo de turno, ahora le ponemos una bombilla de estas. Y es más que posible que consigamos el mismo efecto: tranquilizar nuestras conciencias y poder echarle la culpa de todo al santo de turno o al Gobierno. Valiente novedad…
Lo que más me preocupa de esta iniciativa es que, cuando tengamos una idea y se nos encienda la bombilla encima de la cabeza, ¿ésta también será de bajo consumo, como de andar por casa? ¿Ya no podremos tener ideas geniales? ¿Será eso lo que pretende el Gobierno?...
Para comprobarlo, he llamado al Ministerio de Industria, Turismo, Comercio y Ofertas en la Última Planta:
¿Está el ministro? Que se ponga…
…
No, señorita, no soy Gila…
…
¿Y sabes usted cuándo volverá el señor ministro?...
…
¿Cómo puede estar un ministro ocupado repartiendo bombillas por los pueblos? ¿Ya ha empezado otra campaña electoral?...
…
Vale, vale, pues páseme con la Atención al Ciudadano esa…
…
Buenas tardes, señorita Atención, que yo llamaba por lo de las bombillas, que tengo una duda…
…
Que digo yo que si ahora todas las ideas que tengamos tienen que ser también de bajo consumo o se nos puede ocurrir algo brillante sin ser denunciados…
…
Por supuesto que tengo ideas brillantes ¿Por quién me toma? ¿Por su jefe?...
…
Y digo yo, la bombilla esa que regalan, ¿a qué santo hay que ponérsela para que se acabe el cambio climático? ¿A San Miguel o a San Sebastián? Es que me hago un lío con el nombre del ministro...
…
Yo es que no tengo lámpara… ¿Quiere casarse conmigo para que nos regalen una? ¿Es funcionaria y tiene el sueldo asegurado de por vida? Conteste primero a la segunda pregunta…
…
¿Oiga? ¿Oiga?...
8 comentarios:
Me da a mi que, como sigan asi las cosas, las ideas se nos encienden con cerillas...
Carpe Diem
Cosecha, y en días de viento... :-)
¿Podría alguien poner un sol de bajo consumo? ¡¡¡Que nos abrasaaamos!!!
Food, eso o las cervezas más frías, lo que sea más rápido... ;-)
Ahhh, les llegó el verano, ese es el problema.
Acá nos tuvieron de Diciembre a Marzo con ese tema. Ahora ya lo superamos (mejor dicho, seguimos igual, simplemente se fue el calor) y estamos con el tema del ahorro del gas... porque llegó el frío y empieza a faltar!
Ana, dicen que es el cambio climático pero aquí ha hecho calor en junio toda la vida... :-)
Da gracias que no las metan directamente en el buzón. Así nos ahorramos tener que limpiar cristales.
La iglesía estará contenta porque como defiende que para dar a luz hay que casarse antes...
Uno, la iglesia es la que más necesita que la iluminen... ;-)
Publicar un comentario