05 octubre 2009

Un africano por la Gran Vía


Lo confieso: nunca he tenido una corazonada. Tampoco he tenido una intestinada, una pancreasada o una higadada. Lo único que sí he tenido, y muchas veces, ha sido una diafragmada… Lo que vulgarmente se conoce como hipo, vamos…

Deseoso de experimentar nuevas sensaciones con mi cuerpo, el viernes pasado me presenté en Madrid. Podía haber entrado en un spa sólo para hombres… Podía haber ingresado voluntariamente en el talego con mi propia pastilla de jabón… Podía haber entrado el domingo en misa de doce… Pero no… Me fui a Madrid: “Trescientas mil personas”, me dije, “no pueden estar equivocadas”…

Fue escuchar las palabras “me voy a Madrid” e imagínense quien se prestó voluntario a sacarme los billetes de AVE, eso sí, con el número de mi tarjeta de crédito… Exacto: mi cuñado… Sin tiempo para poder evitarlo, allá que nos fuimos los dos rumbo a la capital del Reino montados en el AVE, el cual, según propia definición de mi cuñado, es “como un tren, pero más rápido”.

Mi cuñado, cuya única afición conocida al deporte es el runrún de un campeonato de golf en televisión mientras echa la siesta, cuando llegan unas olimpiadas se transforma y, al segundo día de competición, es capaz de contarte vida y milagros de todos los finalistas de la modalidad de tiro con arco. Así que, en cuanto pisamos la estación de Atocha, se fue flechado hacia los servicios y, con un rotulador indeleble, se escribió en la frente un “Madrid 2016” que, al hacérselo delante del espejo, cuando le mirabas lo tenía escrito al revés, claro…

Hasta ese mismo día, mi cuñado estaba convencido de que “Río de Janeiro” era uno de los hijos de Jesulín de Ubrique. Su manifiesta ignorancia sufrió un duro golpe cuando, en las pantallas gigantes de la Plaza de Oriente, apareció un primer plano de un tarjetón con el logotipo de los aros olímpicos y el nombre de la ciudad brasileña…

Presa de un ataque de furia mezclado con otro de orgullo patrio, corrió por las calles de Madrid dispuesto a aniquilar todo aquello que tuviera relación, aunque fuera remota, con Brasil. De nada sirvió que yo le gritara que era el Día Internacional de la No Violencia… En Gran Vía, entró en Chicote y apaleó a un camarero que se encontraba en esos momentos preparando una caipiriña… Unos metros más abajo, empezó a romper los cristales de un salón de baile en cuya entrada anunciaban clases de samba… Y al llegar a Alcalá, a punto estuvo de morder en el cuello a dos estudiantes que lucían sendas camisetas con los nombres de Ronaldinho y Luis Fabiano…

Yo corrí detrás de él hasta que lo detuvo la policía. Entonces comprendí que tener una corazonada es lo más parecido a tener un amago de infarto…

13 comentarios:

Marta Salazar dijo...

oh! oh oh!!!

Landahlauts dijo...

No seas tonto... no pagues la fianza...

ana dijo...

Yo no hubiese ido detrás de él... me habría ido, aprovechando el desconcierto general, silbando, mirando hacia otro lado y caminando muy, pero muy despacito, hacia Atocha. Eso sí, habría parado en una papelera, para tirar su billete hecho pedacitos muy chiquiticos...

Besines ;)

Más claro, agua dijo...

Marta, te faltan dos "oh" para completar los aros olímpicos... :-)

Landa, ya me he declarado insolvente y, por si acaso, invisible también :-)

Ana, no hizo falta. Según su propia versión, fue "repatriado por la policía a su lugar de origen"... ;-)

ana dijo...

Cachis!!!

Food and Drugs dijo...

Tu cuñado es un ciclotímico extremo. Era para darle un bofetón con una de esas manos multicolores y que se estuviera quieto un rato ¿No crees?
;-)

Más claro, agua dijo...

Food, si de mi dependiera, se tragaba la Cibeles con leones y fuente incluidos ;-)

Anónimo dijo...

A Madrid le ha fallado el no tener playa,vaya vaya ,aquí no hay playa ,vaya vaya, otra vez será..Pero menos mal que hay Cruzcampos....fresquitas.

Más claro, agua dijo...

Anónimo, para que la Cruzcampo triunfe no hacen falta corazonadas: basta con tener un poco de sed ;-)

Landahlauts dijo...

En Madrid hay Cruzcampo... porque suben desde Andalucía por la A-4. Si no...

Anónimo dijo...

¡Qué bueno!oye,tu cuñaaaaaaaaaaaoooooooo no será el risitas, no?

Fátima

Más claro, agua dijo...

Fátima, el Risitas es un premio Nobel comparado con mi cuñado ;-)

Pharpe dijo...

Yo hubiera hecho como ana, mutis por el foro y si te he visto no me acuerdo. Saludos xD