02 abril 2013

Microrrelato Express # 157



Cada día llegaba a la oficina a las diez. Sacaba un café de la máquina y se iba sin saludar a nadie. Hacía semanas que había sido despedido.

3 comentarios:

Dalicia dijo...

Cortado con mala leche... iam suposse!

buenos mediodiás :*!

Rita dijo...

Me gusta. Es difícil a veces salir de determinadas rutinas; eso no quita que tengas que sonreír a el resto.

Más claro, agua dijo...

Dalicia, leche desnatada ya... ;-)

Rita, se lo impide, precisamente, la rutina ;-)

Diego, esperemos que lo lea... ;-) Un abrazo grande!