24 noviembre 2017

#BEERNES 47 - BLACK FRIDAY



Después de las cuatro semanas preceptivas, acudió al hospital a que le retiraran la escayola del brazo. Las radiografías indicaban que estaba perfectamente recuperado de la rotura del radio. Podía mover sin dolor la muñeca, pero el brazo era notablemente más delgado que el otro. Los médicos le tranquilizaron diciéndole que eso era algo normal, y que recuperaría la musculatura en poco tiempo sin necesidad de realizar ningún tipo de rehabilitación específica.

Esa noche, cuando volvió a coger el bolígrafo después de un mes de inactividad y retomó el argumento de su novela, lo primero que escribió fue el asesinato del personaje al que más cariño tenía. No sabía qué estaba pasando. Él no quería escribir lo que estaba escribiendo. Su mano, su brazo, su muñeca, se comportaban de manera autónoma. No podía dejar de escribir y de asesinar a personajes.

Y lo peor de todo era que su traumatólogo no volvía a pasar consulta hasta después del fin de semana…

17 noviembre 2017

#BEERNES 46 - CUENTOS DE HALLOWEEN



Hace unos días me propusieron escribir un cuento de terror en cuatro palabras. Y escribí:
Tu mamá me mima.
Hace unas semanas me pidieron, con un poco más de libertad en la extensión, otro cuento de terror para el especial Halloween de la revista editada en Buenos Aires “El Narratorio” que, sin tener nada que ver con el anterior, titulé "Madre".
El resultado ya está publicado. Concretamente, en la página 153. Y puedes leerlo pinchando AQUÍ.

10 noviembre 2017

#BEERNES 45 - HOY ES EL DÍA DE LAS LIBRERÍAS



Me acuerdo de que aprendí a leer muy pronto, antes que mis compañeros de clase…

 

Pero no me acuerdo de cuándo fue la primera vez que entré en una librería…

 

Me acuerdo de que no tenía asignada una paga semanal, pero mis padres nunca dejaron de darme dinero para comprar libros en la librería Cervantes de Miranda de Ebro…

 

Me acuerdo del primer libro que robé: “La filosofía en el tocador” del Marqués de Sade. Lo hice en El Corte Inglés de Bilbao, como venganza por el obligado cierre de una pequeña librería cercana a la que le había quitado buena parte del negocio…

 

Me acuerdo de mi envidia de todo lo que sabían de libros los encargados de la librería Fuentetaja de Madrid…

 

Me acuerdo de la ilusión que me hizo encontrar, después de muchos años de búsqueda, un ejemplar de “Los placeres y los días” de Marcel Proust en la librería Ateneo de Buenos Aires…

 

Me acuerdo de la sensación de estar entrando en una especie de templo el día que pisé la librería Renacimiento de Sevilla, cuando todavía estaba ubicada en el barrio de Santa Cruz…

 

Me acuerdo de la alegría que me entró en el cuerpo al ver por primera vez un libro mío en el escaparate de una librería…

 

Me acuerdo, faltaría más, de que ayer formé parte del jurado de un concurso de microrrelatos que viene organizando desde hace años Esperanza, la dueña de la librería El Gusanito Lector. El fallo se anuncia hoy y el ganador (o ganadora) tendrá un motivo de celebración.

 

Ustedes también pueden celebrar este Día de la mejor manera posible: acérquense a su librería favorita, o a la más cercana, y compren un libro. El “Me acuerdo” de Georges Perec, por ejemplo.


03 noviembre 2017

#BEERNES 44 - En busca de Jesús Quintero


Hay quien sostiene que, en ocasiones, la realidad supera a la ficción. Hay quien, por su parte, afirma que la ficción no es nada sin la realidad. Hay quien utiliza la ficción para mejorar su realidad y hay quien directamente vive en un mundo de ficción.

Un buen día, Marina Filoc se puso a buscar a Jesús Quintero. Ella vivía en Buenos Aires. Él, en una colina a orillas del Guadalquivir. Ella lo iba escribiendo, como en un diario. Él no sabía nada. Marina renunció a la ficción pero empujó a la realidad hacia adelante, la provocó para que la historia avanzara.

Tres años después, esa historia sigue viva. Ni siquiera Marina conoce el final. Ni siquiera Marina conoce cuándo llegará el final. Real, como la vida misma.


Hoy nos lo contará todo en Casa Tomada. Un nombre de referencia en la ficción argentina. En Sevilla. Muy cerquita de esa colina a orillas del Guadalquivir. Quizás venga Jesús Quintero en busca de Marina. Quién sabe. La realidad tiene razones que la ficción no entiende…