24 noviembre 2017

#BEERNES 47 - BLACK FRIDAY



Después de las cuatro semanas preceptivas, acudió al hospital a que le retiraran la escayola del brazo. Las radiografías indicaban que estaba perfectamente recuperado de la rotura del radio. Podía mover sin dolor la muñeca, pero el brazo era notablemente más delgado que el otro. Los médicos le tranquilizaron diciéndole que eso era algo normal, y que recuperaría la musculatura en poco tiempo sin necesidad de realizar ningún tipo de rehabilitación específica.

Esa noche, cuando volvió a coger el bolígrafo después de un mes de inactividad y retomó el argumento de su novela, lo primero que escribió fue el asesinato del personaje al que más cariño tenía. No sabía qué estaba pasando. Él no quería escribir lo que estaba escribiendo. Su mano, su brazo, su muñeca, se comportaban de manera autónoma. No podía dejar de escribir y de asesinar a personajes.

Y lo peor de todo era que su traumatólogo no volvía a pasar consulta hasta después del fin de semana…

3 comentarios:

Juan L. Trujillo dijo...

Eso sí que es un viernes negro.
Saludos.

d:D´ dijo...

Es a causa (y por culpa) del radio que le hizo perder la cabeza
y enflaquecer el brazo. Insospechadas debilidades
Todo(a) un(a) trauma
Saúde :|´

Más claro, agua dijo...

Un viernes negro repleto de tra(u)mas :-)