18 enero 2018

18 de enero


3 comentarios:

d:D´ dijo...

Es cierto, pero no siempre llueve a gusto de...todas las madres...del vino
Aunque, en cierta manera, la agraciada personalidad de uno también fue su propia condena y de ella su díscola vida en cierta medida, propiciada, tal vez, por un temperamento a saber qué...pueril vicisitud la motivaba. El carácter viene determinado por, entre muchas, esa circunstancia y que no siempre aporta la perfección que nos hacen creer.
Otros, aunque no tan internacionales en ese aspecto, tal vez, más tradicionales con lo socialmente entendido en un país menos avanzado en posibilidades y sometido, tampoco desmerecen tanto. Hay de todo y para todos...
Otra cosa es ser cantante, claro ....:)))´

Pero en la disparidad está el equilibrio y de la genética se dan resultados ambiguos y ambivalentes a veces.
[Tú o yo; por supuesto, tú...Tus microrrelatos van muy por encima de mis ilustraciones; incluidos mis subrealistas brelatos qué no surrealistas...]

Salud jeje

Dyhego dijo...

Quizás si se hubiesen llamado Cary Perales y José Luis Grant...

Más claro, agua dijo...

d:D, vaya tratado de Psicología Humana te acabas de cascas :-)

Dyhego, Cary Perales suena muy de andar por casa, ¿no? Como si fuera la tía del pueblo que todos tenemos :-)