31 enero 2018

31 de enero


2 comentarios:

d:D´ dijo...

Tiene fósforo el asunto y mucha más mecha de lo que parece

Es curioso, pero el fuego aún persiste en su forma más genuina: Llama la atención lo produzca quién lo cause y sea quién sea.

El monopolio del fuego fue un hecho del demonio que sólo con sostenerlo entre los dedos te hace ser dueño del bosque; e incluso en días fríos, éste ni se inmuta aunque la vivaz y ligera llama nerviosa avive la yesca o antes se apague. Algo tan efímero como un fósforo prendido, puede preñar un eucaliptal y reproducirse como (las) tribus bíblicas. Todo un pandemonio dónde entre en pánico incluso el propio sátiro corriendo tras sus ninfas despavoridas.

Así, cuando el inventor, embotelló el fuego y lo impermeabilizó del agua, menudo otro elemento, la Hacienda nacional tuvo que tomar medidas para evitar que una tecnología extranjera corriese de bolsillo en bolsillo causando guerras y desastres a la luz de las estrellas, además.

En fin, un brelato para desgranar, con la idea encendida; echar humo por los oídos y arrebatarle al sol la capacidad de leer sin la luz de la luna llena, como la de hoy y mañana...

Intereses de dioses hay muchos, éste es uno; pero cuando los gobiernos lo monopolizan, incluso lo pueden elevar a los altares para someternos aún más...

Mejor para los no fumadores.
Hala, a tomar una cerveza
Salud
(No corrijo)

Más claro, agua dijo...

Ea, pues a tomar una cerveza. O dos. Brindo por vos. ;-)