La primera Operación Salida del verano prevé 4,5 millones de desplazamientos en los próximos tres días. O sea, que el diez por ciento de la población española quiere salir de vacaciones antes de que les pille en vigor el carné por puntos y lleguen a la playa con menos puntuación que Remedios Amaya en Eurovisión. No sé si la DGT lo ha tenido en cuenta, pero debería incluir en la cifra a todos los jugadores de la selección…
Hoy es día de despedidas en las oficinas de todo el país. No se sabe quién está más contento, si los que se van de vacaciones o los que se quedan y pierden de vista a los que se van. Porque, si te lo montas bien, puedes estar hasta dos meses sin ver a tu jefe. Y si a ese tiempo le sumas los días que te escaqueas por asuntos propios, cuando vuelves a verle le confundes con su padre de lo viejo que está.
“Y tú, ¿dónde vas este año de vacaciones”
“Pues, como siempre. Pasaré unos días en el atasco de salida, luego un par de semanas en una playa atestada de gente donde sólo quepo si pongo la toalla doblada por la mitad y me arrimo a la sombrilla de el de al lado y, por último, otros dos días en el atasco de regreso. Después es cuando realmente empiezo las vacaciones: en la oficina, prácticamente solo, con aire acondicionado y chateando en Internet haciéndome pasar por una adolescente con mucho calor”.
La Operación Salida que hoy comienza durará desde las tres de la tarde hasta las doce de la noche del próximo domingo. Más o menos, como las bodas a las que asiste Farruquito. Por eso, más de 8.000 agentes de la Guardia Civil y 180 helicópteros vigilarán este fin de semana nuestras carreteras. Con este dispositivo, si Bin Laden está por España lo encuentran fijo. “También estarán pendientes de todo lo que sucede –leemos en ABC- 800 cámaras de televisión”. Más o menos, como las bodas a las que asiste la Pantoja.
“Y para facilitar la fluidez, se suspenderán las obras que puedan afectar al tráfico desde la una de la tarde de hoy hasta las doce de la noche del domingo”. Así que los currantes del chaleco reflectante no se irán de vacaciones, pero van a pillar un puente…
Yo me quedaré en casa, viendo mañana sábado el partido Brasil – España… en la PlayStation de mi sobrino, el muy cachondo.
30 junio 2006
27 junio 2006
Doce puntos suspensivos
Dentro de cuatro días, la Dirección General de Tráfico nos obsequiará con un total de doce puntos para que conduzcamos mejor. Han asegurado que esta medida será un éxito pero también Andorra le dio doce puntos a las Ketchup en Eurovisión y todos coincidimos en afirmar que era un rotundo fracaso…
Lo que no me queda claro es cómo me van a dar los puntos esos: ¿me los mandan a casa? Y si ya me he ido de vacaciones, ¿se los pueden dejar a la vecina hasta que vuelva? ¿Vienen con su propia fundita plastificada, como el carnet? Y si no, ¿caben en la funda del móvil o hay que llevarlos colgados en el llavero o en el retrovisor junto a los dados de peluche y el pino aromático?
Yo espero no cogerles demasiado cariño a los puntos porque ya ha avisado la Degeté, en el más puro estilo de Hacienda, que te los da para quitártelos a la primera de cambio. Que aparcas en doble fila: dos puntos menos. Que te saltas un stop: tres puntos menos. Que tu cuñado te llama al móvil y tú, por pura y simple educación, le preguntas a ver qué demonios quiere: otros tres puntos menos. Y tu cuñado con sus doce puntos intactos, que es lo que más jode. Que circulas por ciudad a más de noventa, atropellas a un peatón y lo matas: avisas a tu hermano, o a tu cuñado si es menor de edad, y tú sigues con tu gira de conciertos.
Lo que tampoco me queda claro es cómo me los van a quitar: ¿viene un revisor, como en los trenes y te pica el carnet, tantos agujeros como puntos quitados? ¿Tienes que enviarlos a alguna dirección concreta? ¿A la Dirección General de Tráfico, mismamente? Por cierto, ¿cuál es esa dirección tan general? ¿Avenida del Tráfico sin número?.
Al último punto que te queda ya lo han bautizado como “punto y aparte”, porque tienes que examinarte de nuevo, como los aspirantes a notario. El resto son “punto y seguido” si te quitan más de uno de golpe, “punto de sutura” si has tenido un accidente, “puntos suspensivos” si existen dudas en la penalización de la infracción y “meeting point” si necesitas quedar con alguien (tu cuñado, mismamente, para ver qué era eso tan importante que tenía que decirte por el móvil).
Lo que no me queda claro es cómo me van a dar los puntos esos: ¿me los mandan a casa? Y si ya me he ido de vacaciones, ¿se los pueden dejar a la vecina hasta que vuelva? ¿Vienen con su propia fundita plastificada, como el carnet? Y si no, ¿caben en la funda del móvil o hay que llevarlos colgados en el llavero o en el retrovisor junto a los dados de peluche y el pino aromático?
Yo espero no cogerles demasiado cariño a los puntos porque ya ha avisado la Degeté, en el más puro estilo de Hacienda, que te los da para quitártelos a la primera de cambio. Que aparcas en doble fila: dos puntos menos. Que te saltas un stop: tres puntos menos. Que tu cuñado te llama al móvil y tú, por pura y simple educación, le preguntas a ver qué demonios quiere: otros tres puntos menos. Y tu cuñado con sus doce puntos intactos, que es lo que más jode. Que circulas por ciudad a más de noventa, atropellas a un peatón y lo matas: avisas a tu hermano, o a tu cuñado si es menor de edad, y tú sigues con tu gira de conciertos.
Lo que tampoco me queda claro es cómo me los van a quitar: ¿viene un revisor, como en los trenes y te pica el carnet, tantos agujeros como puntos quitados? ¿Tienes que enviarlos a alguna dirección concreta? ¿A la Dirección General de Tráfico, mismamente? Por cierto, ¿cuál es esa dirección tan general? ¿Avenida del Tráfico sin número?.
Al último punto que te queda ya lo han bautizado como “punto y aparte”, porque tienes que examinarte de nuevo, como los aspirantes a notario. El resto son “punto y seguido” si te quitan más de uno de golpe, “punto de sutura” si has tenido un accidente, “puntos suspensivos” si existen dudas en la penalización de la infracción y “meeting point” si necesitas quedar con alguien (tu cuñado, mismamente, para ver qué era eso tan importante que tenía que decirte por el móvil).
23 junio 2006
La araña que los parió
Una excavación arqueológica en Teruel ha permitido descubrir una tela de araña que data de hace unos 110 millones de años. Sólo quedan por descubrir ahora dos incógnitas al respecto: por qué Marujita Díaz descuidó la limpieza de su casa en aquella época y por qué el descubrimiento lo publica la revista Science y no el Diez Minutos, con sus correspondientes análisis y debates en Salsa Rosa.
De todos es sabido que el hilo dental es un invento más o menos reciente, por lo que este descubrimiento permitiría confirmar de qué material estaban hechos los tangas por aquel entonces, concretamente, el Cretácico inferior (lo de inferior es definitivo para las conclusiones del caso).
Y si ya hace 110 millones de años existían las telas de araña, ¿de qué época serán las pelusillas de debajo del sofá? Porque capacidad de resistencia tienen tanta o más que las telas de araña, ¿verdad? Sigas el método que sigas para hacerlas desaparecer, siempre continúan allí. A mí me gusta utilizar la energía eólica, es decir, abrir la puerta del apartamento y una ventana en el extremo opuesto de la casa, formar corriente y esperar a que la fuerza del viento las expulse definitivamente de su lugar privilegiado delante del televisor. Pero no sirve.
Hay otros (¡qué antiguos!) que siguen utilizando el clásico método de barrer con cierta asiduidad, cuando está perfectamente demostrado que eso produce dolores de espalda y que, con el tiempo, las pelusas han desarrollado la habilidad de quedarse enganchadas a los filamentos de la escoba hasta que terminas la operación y acto seguido soltarse para retornar a su lugar de origen: debajo del sofá.
Yo he llegado a la conclusión de que lo mejor es dejarlas crecer, libres y confiadas, y entablar una relación paternofilial con ellas lo más sincera posible. Al fin y al cabo, más molestos son los hijos, que también crecen, libres y confiados, gastos incluidos, y no se van de casa así que cumplan cuarenta tacos. Y, en todo caso, cuando se acercan estas fechas de la noche de San Juan, siempre puedes meter las pelusas en una bolsa de plástico y llevártelas a la hoguera más cercana para que ayuden a prender la llama. Podrías hacer lo mismo con los hijos, pero creo que es delito. ¿Dónde hay que llamar para reformar el Código Penal?...
De todos es sabido que el hilo dental es un invento más o menos reciente, por lo que este descubrimiento permitiría confirmar de qué material estaban hechos los tangas por aquel entonces, concretamente, el Cretácico inferior (lo de inferior es definitivo para las conclusiones del caso).
Y si ya hace 110 millones de años existían las telas de araña, ¿de qué época serán las pelusillas de debajo del sofá? Porque capacidad de resistencia tienen tanta o más que las telas de araña, ¿verdad? Sigas el método que sigas para hacerlas desaparecer, siempre continúan allí. A mí me gusta utilizar la energía eólica, es decir, abrir la puerta del apartamento y una ventana en el extremo opuesto de la casa, formar corriente y esperar a que la fuerza del viento las expulse definitivamente de su lugar privilegiado delante del televisor. Pero no sirve.
Hay otros (¡qué antiguos!) que siguen utilizando el clásico método de barrer con cierta asiduidad, cuando está perfectamente demostrado que eso produce dolores de espalda y que, con el tiempo, las pelusas han desarrollado la habilidad de quedarse enganchadas a los filamentos de la escoba hasta que terminas la operación y acto seguido soltarse para retornar a su lugar de origen: debajo del sofá.
Yo he llegado a la conclusión de que lo mejor es dejarlas crecer, libres y confiadas, y entablar una relación paternofilial con ellas lo más sincera posible. Al fin y al cabo, más molestos son los hijos, que también crecen, libres y confiados, gastos incluidos, y no se van de casa así que cumplan cuarenta tacos. Y, en todo caso, cuando se acercan estas fechas de la noche de San Juan, siempre puedes meter las pelusas en una bolsa de plástico y llevártelas a la hoguera más cercana para que ayuden a prender la llama. Podrías hacer lo mismo con los hijos, pero creo que es delito. ¿Dónde hay que llamar para reformar el Código Penal?...
21 junio 2006
Rico, rico (y con fundamento)
Según un informe realizado por Merril Lynch, que debe ser un señor que tiene tiempo de sobra y se aburre mucho, en España hay del orden de 150.000 ricos. Creo que el ministro de Economía y Hacienda ya ha hecho enmarcar el informe en su despacho tras dejar sin batería a la calculadora echando cuentas de lo que le corresponde.
El diario QUÉ! publica hoy que los ricos sólo necesitan diez días de vacaciones al año. Por lo que se ve, viajan siempre en avión, pero no en vuelo charter sino privado, se gastan una media de 600 euros por noche en los hoteles, juegan al golf y nunca renuncian a un buen masaje. Con este plan, hasta yo me conformo con diez días de vacaciones. No obstante, me gustaría que el informe detallara en qué ocupan su tiempo estos millonarios los restantes 355 días del año.
Por ejemplo, la baronesa Thyssen ¿en qué trabaja? ¿en Parques y Jardines del ayuntamiento de Madrid? ¿tener cuadros colgados en las paredes se considera un trabajo? Si yo tengo las paredes de mi casa sin un triste cuadro y con desconchones ¿puedo solicitar el paro?
Por ejemplo, la duquesa de Alba, ¿en qué trabaja? ¿en el doblaje de películas de Disney? ¿mantener a diario un peinado como el suyo se considera un trabajo? Si le digo a mi abuela que vaya a la misma peluquería que la duquesa ¿puedo confiar en tener el futuro resuelto o tendré que liarme antes con un torero? ¿tiene algo que hacer esta noche Cayetano Rivera Ordoñez? Si está ocupado o no se pone al teléfono ¿puedo solicitar el paro?
Por ejemplo, Isabel Preysler, ¿en qué trabaja? ¿en componer bandejas con una pirámide de bombones de envoltorio dorado? ¿estar pendiente de que siempre haya papel higiénico en los veinticuatro cuartos de baño de tu casa se considera un trabajo? Si yo sólo tengo un cuarto de baño y encima con goteras ¿puedo solicitar el paro?
Ser rico debe ser muy complicado. No obstante, que el tal Lynch esté pendiente del teléfono este viernes, que la lotería de los Euromillones tiene un bote de 46 ídems. No sea que se le quede anticuado el informe sin mi nombre…
El diario QUÉ! publica hoy que los ricos sólo necesitan diez días de vacaciones al año. Por lo que se ve, viajan siempre en avión, pero no en vuelo charter sino privado, se gastan una media de 600 euros por noche en los hoteles, juegan al golf y nunca renuncian a un buen masaje. Con este plan, hasta yo me conformo con diez días de vacaciones. No obstante, me gustaría que el informe detallara en qué ocupan su tiempo estos millonarios los restantes 355 días del año.
Por ejemplo, la baronesa Thyssen ¿en qué trabaja? ¿en Parques y Jardines del ayuntamiento de Madrid? ¿tener cuadros colgados en las paredes se considera un trabajo? Si yo tengo las paredes de mi casa sin un triste cuadro y con desconchones ¿puedo solicitar el paro?
Por ejemplo, la duquesa de Alba, ¿en qué trabaja? ¿en el doblaje de películas de Disney? ¿mantener a diario un peinado como el suyo se considera un trabajo? Si le digo a mi abuela que vaya a la misma peluquería que la duquesa ¿puedo confiar en tener el futuro resuelto o tendré que liarme antes con un torero? ¿tiene algo que hacer esta noche Cayetano Rivera Ordoñez? Si está ocupado o no se pone al teléfono ¿puedo solicitar el paro?
Por ejemplo, Isabel Preysler, ¿en qué trabaja? ¿en componer bandejas con una pirámide de bombones de envoltorio dorado? ¿estar pendiente de que siempre haya papel higiénico en los veinticuatro cuartos de baño de tu casa se considera un trabajo? Si yo sólo tengo un cuarto de baño y encima con goteras ¿puedo solicitar el paro?
Ser rico debe ser muy complicado. No obstante, que el tal Lynch esté pendiente del teléfono este viernes, que la lotería de los Euromillones tiene un bote de 46 ídems. No sea que se le quede anticuado el informe sin mi nombre…
19 junio 2006
Cataluña, nación de vacaciones
Es lo que pasa cuando a la gente le metes en la agenda una jornada de reflexión. Unos piensan y concluyen que lo mejor es irse al campo o a la playa. Otros, del solo esfuerzo de pensar, se van al campo o a la playa a descansar.
Es lo que ha ocurrido ayer en Cataluña. La mitad del censo llamado a las urnas ha decidido, a las puertas del verano, dar una imagen al conjunto de la sociedad de que su comunidad autónoma / región / realidad nacional / nación (táchese lo que no proceda) es ideal para disfrutar de unas vacaciones alejado del mundanal ruido y de la actualidad más candente.
Cuando regresaron a sus casas, ayer por la noche, los catalanes se encontraron con que todas las televisiones hablaban del “escrutinio”, que es una palabra tan fea que parece que significa “exploración de la próstata”. Y el escrutinio confirmaba lo que ya sabían todos por el atasco en el que estuvieron metidos: que la mitad de la población se había ido al campo o a la playa. Algunos políticos celebraban el “espatarrante” triunfo del SÍ y el comienzo de una nueva era llena de bonitas competencias para Cataluña. Otros políticos denunciaban el fiasco de la convocatoria y animaban al Gobierno a olvidarse del asunto por el interés general de todos los españoles (o sea, por el fútbol). Por último, Carod Rovira se empadronaba ayer mismo en Córdoba para seguir dando la matraca con el NO al Estatuto de Andalucía.
Y es que a este hombre todo lo sale mal. Apostó por el NO y ha perdido. Apostó por la selección nacional de Polonia como vencedora del Mundial de Fútbol y Polonia ha sido eliminada. “Como a los catalanes nos llaman polacos…” argumentaba. También los andaluces tenemos la mala fama de vagos y no conozco a nadie en esta bendita tierra que se solidarice con la selección de Trinidad y Tobago…
Por su parte, los catalanes han tenido que seguir fichando hoy a la misma hora en sus trabajos y no hay constancia de que hayan visto mejorada su situación laboral gracias al nuevo Estatut. Y los andaluces, envalentonados con el resultado catalán, han tirado de su orgullo y han afirmado: “Aquí vamos a mejorar de largo los resultados catalanes: el día del referéndum, el 80% al campo o a la playa”.
Es lo que ha ocurrido ayer en Cataluña. La mitad del censo llamado a las urnas ha decidido, a las puertas del verano, dar una imagen al conjunto de la sociedad de que su comunidad autónoma / región / realidad nacional / nación (táchese lo que no proceda) es ideal para disfrutar de unas vacaciones alejado del mundanal ruido y de la actualidad más candente.
Cuando regresaron a sus casas, ayer por la noche, los catalanes se encontraron con que todas las televisiones hablaban del “escrutinio”, que es una palabra tan fea que parece que significa “exploración de la próstata”. Y el escrutinio confirmaba lo que ya sabían todos por el atasco en el que estuvieron metidos: que la mitad de la población se había ido al campo o a la playa. Algunos políticos celebraban el “espatarrante” triunfo del SÍ y el comienzo de una nueva era llena de bonitas competencias para Cataluña. Otros políticos denunciaban el fiasco de la convocatoria y animaban al Gobierno a olvidarse del asunto por el interés general de todos los españoles (o sea, por el fútbol). Por último, Carod Rovira se empadronaba ayer mismo en Córdoba para seguir dando la matraca con el NO al Estatuto de Andalucía.
Y es que a este hombre todo lo sale mal. Apostó por el NO y ha perdido. Apostó por la selección nacional de Polonia como vencedora del Mundial de Fútbol y Polonia ha sido eliminada. “Como a los catalanes nos llaman polacos…” argumentaba. También los andaluces tenemos la mala fama de vagos y no conozco a nadie en esta bendita tierra que se solidarice con la selección de Trinidad y Tobago…
Por su parte, los catalanes han tenido que seguir fichando hoy a la misma hora en sus trabajos y no hay constancia de que hayan visto mejorada su situación laboral gracias al nuevo Estatut. Y los andaluces, envalentonados con el resultado catalán, han tirado de su orgullo y han afirmado: “Aquí vamos a mejorar de largo los resultados catalanes: el día del referéndum, el 80% al campo o a la playa”.
El telespectador impasible
La Comisión de Seguimiento del Código de Autorregulación de Contenidos Televisivos, que es una cosa que se creó para dejarte asfixiado si la pronunciabas de corrido en voz alta y para velar por los derechos de los telespectadores, pero sobre todo lo primero, acaba de emitir su primer informe. ¡Bieeen! Es como si le hubiera salido el primer diente o hubiera aprendido ya a decir Papá (Levante) y Mamá (Chicho).
Lo ha presentado Fernando Moraleda, a la sazón secretario de Estado de Comunicación, que es el que coge las llamadas en el Estado: “Aquí el Estado, ¿dígame?... ¿Ministerio de Medio Ambiente? ¿En qué localidad?... Pues como Ministerio no me aparece nada, ¿es posible que esté a nombre de un particular?...”
Para Moraleda (la moral es lo que queda) y los miembros de la Comisión, “las cadenas de televisión en abierto han mejorado su lenguaje, sus imágenes y sus contenidos”. Aquí tenemos, por fin, al 3,5% del share que no sólo dice que ve los documentales de La 2, sino que, además, los ve. Porque, además de en los documentales, ¿en qué otros programas ha mejorado el lenguaje?, ¿en Pasapalabra?... Antes se decía “maricón lo será el padre de usted” y ahora se dice “a mí no me cabe en el culo ni el pelo de una gamba” (Luis Aragonés).
Surgen más dudas y preguntas al hilo de este informe:
¿Será propuesta la contertulia Belén Esteban como futura candidata a ingresar en la RAE?
¿Por qué siempre está de buen humor Matías Prat? ¿No se da cuenta de las noticias que está dando? ¿El euribor y el precio del petróleo no afectan a su cuenta naranja?
¿Qué pintan en horario infantil programas del tipo ‘A tu lado’, ‘Diario de Patricia’ o ‘Gente’? ¿Creerán las cadenas que lo de ‘infantil’ se refiere a la capacidad mental de los telespectadores?
¿Por qué los comentaristas de fútbol dan más patadas al diccionario que los jugadores al balón?
¿Por qué Buenafuente se emite tan tarde? Yo tengo que dormir ocho horas y no llego nunca a trabajar antes de mediodía…
En fin, que aparte de los documentales, los únicos programas que cuidan mínimamente el lenguaje son las múltiples teletiendas que se emiten de madrugada. Por eso, propongo a Moraleda y a la Comisión de Largo Nombre las siguientes medidas de cara a la próxima temporada:
En vez de programas sobre líos de cama: Teletienda de Colchones LoMónaco. O en su defecto, Teletienda de Almohada Cervical Butterfly Pillow.
En vez de programas donde los contertulios se despellejan a carne viva: Teletienda de Lote de Cuchillos (hay que ver lo bien que cortan y lo bien que lo explica el cocinero de bigotes)
En vez de Campeonato Mundial de Fútbol: Teletienda sobre el método Pilates o sobre las miles de maquinitas que te fortalecen hasta los músculos de los párpados y te caben debajo de la cama o del colchón LoMónaco.
Por último, pero no menos importante: en vez de Telediarios, Teletubbies por un tubo (catódico, a ser posible).
Y con esta reflexión les dejo, que empieza Salsa Rosa…
Lo ha presentado Fernando Moraleda, a la sazón secretario de Estado de Comunicación, que es el que coge las llamadas en el Estado: “Aquí el Estado, ¿dígame?... ¿Ministerio de Medio Ambiente? ¿En qué localidad?... Pues como Ministerio no me aparece nada, ¿es posible que esté a nombre de un particular?...”
Para Moraleda (la moral es lo que queda) y los miembros de la Comisión, “las cadenas de televisión en abierto han mejorado su lenguaje, sus imágenes y sus contenidos”. Aquí tenemos, por fin, al 3,5% del share que no sólo dice que ve los documentales de La 2, sino que, además, los ve. Porque, además de en los documentales, ¿en qué otros programas ha mejorado el lenguaje?, ¿en Pasapalabra?... Antes se decía “maricón lo será el padre de usted” y ahora se dice “a mí no me cabe en el culo ni el pelo de una gamba” (Luis Aragonés).
Surgen más dudas y preguntas al hilo de este informe:
¿Será propuesta la contertulia Belén Esteban como futura candidata a ingresar en la RAE?
¿Por qué siempre está de buen humor Matías Prat? ¿No se da cuenta de las noticias que está dando? ¿El euribor y el precio del petróleo no afectan a su cuenta naranja?
¿Qué pintan en horario infantil programas del tipo ‘A tu lado’, ‘Diario de Patricia’ o ‘Gente’? ¿Creerán las cadenas que lo de ‘infantil’ se refiere a la capacidad mental de los telespectadores?
¿Por qué los comentaristas de fútbol dan más patadas al diccionario que los jugadores al balón?
¿Por qué Buenafuente se emite tan tarde? Yo tengo que dormir ocho horas y no llego nunca a trabajar antes de mediodía…
En fin, que aparte de los documentales, los únicos programas que cuidan mínimamente el lenguaje son las múltiples teletiendas que se emiten de madrugada. Por eso, propongo a Moraleda y a la Comisión de Largo Nombre las siguientes medidas de cara a la próxima temporada:
En vez de programas sobre líos de cama: Teletienda de Colchones LoMónaco. O en su defecto, Teletienda de Almohada Cervical Butterfly Pillow.
En vez de programas donde los contertulios se despellejan a carne viva: Teletienda de Lote de Cuchillos (hay que ver lo bien que cortan y lo bien que lo explica el cocinero de bigotes)
En vez de Campeonato Mundial de Fútbol: Teletienda sobre el método Pilates o sobre las miles de maquinitas que te fortalecen hasta los músculos de los párpados y te caben debajo de la cama o del colchón LoMónaco.
Por último, pero no menos importante: en vez de Telediarios, Teletubbies por un tubo (catódico, a ser posible).
Y con esta reflexión les dejo, que empieza Salsa Rosa…
07 junio 2006
6-6-6
Como todos ustedes saben, ayer, martes, fue día 6 del mes 6 del año 6. 6-6-6, el Día de la Bestia, el Día del Maligno. Dicen los socialistas que en el Partido Popular había bofetadas por ver quién soplaba las velas de la tarta… Lo dicen los socialistas, yo ahí no entro…
El 6-6-6 es el Día del Demonio y de Telefónica, valga la redundancia. Sí, mi teléfono móvil comienza por 666 y constantemente tengo que aguantar la bromita de turno:
“Eh, tío, tu móvil empieza por 666, como el demonio…”
“Sí, y termina en 69, como tu hermana y yo, no te j…”
Luego a uno lo tachan de borde, pero es que… En fin…
Realmente, 6-6-6 son las medidas de las muletas que usó Claudia Schiffer una vez que se partió un tobillo. Y también 6-6-6 es el esquema de juego del seleccionador Luis Aragonés con el que pretende ganar el Mundial (el 4-4-2 está muy visto). Cuando le dijeron que no era posible, que tenía que reducir sus pretensiones, afirmó: “Bueno, vale, pues nos quedamos en cuartos”. Eso sí, la cara de cabreo que se le quedó era digna del mismísimo Belcebú.
El 6-6-6 es el Día del Demonio y de Hacienda, valga la redundancia. Para esta fecha, a quien no le hayan crujido en la Declaración de la Renta seguro que ya tiene pedida cita para que le crujan. En vez de con un contable, más de uno rellena los papeles del IRPF con un exorcista al lado. Y es que en cuanto ves que te va a salir positiva, muy positiva, la cabeza empieza a darte vueltas, se te ponen los ojos en blanco y de tu boca salen continuos exabruptos contra la guarra de la hija de cualquiera que se te ponga por delante.
La Conferencia Episcopal, que es ese sitio donde Agatha Ruiz de la Prada no tendría ningún futuro, le ha querido quitar hierro al asunto y ha dicho que los católicos no deben preocuparse de esas minucias del Demonio, y que sólo “tienen que tenerle miedo a Dios”. Claro, a uno que es capaz de hacer el mundo en siete días (descanso incluido) es como para tenerle miedo… Miren si no la que se ha liado en Marbella, que llevan haciendo urbanizaciones desde hace unos cuantos años.
Para terminar con las conmemoraciones, les recuerdo que el próximo martes es Martes y Trece, el Día de… ¿Cruz y Raya? Y cada vez queda menos para que venza el plazo de presentación de la Declaración de la Renta…
El 6-6-6 es el Día del Demonio y de Telefónica, valga la redundancia. Sí, mi teléfono móvil comienza por 666 y constantemente tengo que aguantar la bromita de turno:
“Eh, tío, tu móvil empieza por 666, como el demonio…”
“Sí, y termina en 69, como tu hermana y yo, no te j…”
Luego a uno lo tachan de borde, pero es que… En fin…
Realmente, 6-6-6 son las medidas de las muletas que usó Claudia Schiffer una vez que se partió un tobillo. Y también 6-6-6 es el esquema de juego del seleccionador Luis Aragonés con el que pretende ganar el Mundial (el 4-4-2 está muy visto). Cuando le dijeron que no era posible, que tenía que reducir sus pretensiones, afirmó: “Bueno, vale, pues nos quedamos en cuartos”. Eso sí, la cara de cabreo que se le quedó era digna del mismísimo Belcebú.
El 6-6-6 es el Día del Demonio y de Hacienda, valga la redundancia. Para esta fecha, a quien no le hayan crujido en la Declaración de la Renta seguro que ya tiene pedida cita para que le crujan. En vez de con un contable, más de uno rellena los papeles del IRPF con un exorcista al lado. Y es que en cuanto ves que te va a salir positiva, muy positiva, la cabeza empieza a darte vueltas, se te ponen los ojos en blanco y de tu boca salen continuos exabruptos contra la guarra de la hija de cualquiera que se te ponga por delante.
La Conferencia Episcopal, que es ese sitio donde Agatha Ruiz de la Prada no tendría ningún futuro, le ha querido quitar hierro al asunto y ha dicho que los católicos no deben preocuparse de esas minucias del Demonio, y que sólo “tienen que tenerle miedo a Dios”. Claro, a uno que es capaz de hacer el mundo en siete días (descanso incluido) es como para tenerle miedo… Miren si no la que se ha liado en Marbella, que llevan haciendo urbanizaciones desde hace unos cuantos años.
Para terminar con las conmemoraciones, les recuerdo que el próximo martes es Martes y Trece, el Día de… ¿Cruz y Raya? Y cada vez queda menos para que venza el plazo de presentación de la Declaración de la Renta…
02 junio 2006
A por ellos, ¿y qué?
Los integrantes de la selección española de fútbol, por lo visto, son los únicos deportistas que celebran las victorias antes de jugar. Por si acaso… Y por experiencia… ¿Ustedes les han visto en el famoso video del Oé?. Parecen recién salidos de la consulta de Eufemiano Fuentes…
El resto de deportistas, al menos, espera a cosechar algún triunfo para hacer el ridículo públicamente… Vean, si no, a Fernando Alonso, que cada vez que gana una carrera sale del coche descoyuntado, descoordinado, moviendo brazos y cintura como si se hubiese olvidado la columna vertebral en la última curva. Y luego, el champán, que se lo tiran por encima de la cabeza y que, bien mezclado con el sudor, les debe dejar de tieso el mono como una armadura de la Edad Media. Esta celebración, no sé si lo notaron, tuvo una excepción la semana pasada en Mónaco. La versión oficial decía que era por respeto ante el reciente fallecimiento de no sé quién. Pero no. La verdad es que evitaron el champán porque en el podio se encontraba perfectamente situado y a la expectativa Ernesto de Hannover…
Otro que hace el ridículo con sus celebraciones es Rafael Nadal. Tiene la manía de morder el trofeo en cuanto se lo dan, como si no se fiase… El día que organicen un campeonato de tenis en Padrón, a ver si se atreve a hincarle el diente al premio… Luego da las gracias a todo el mundo en varios idiomas, como si fuese un componente de Lordi, y arroja al público la cinta del pelo sudada, la camiseta sudada y el empaste que se le ha caído al morder el trofeo.
Más comedidos para estas cosas de celebrar los triunfos son los ciclistas. Ahora que empieza el Tour, fíjense. Claro que, también, ¿qué puede hacer una persona vestida con unas mallas apretadas (y sudadas), el culo irritado después de tantas horas sobre el sillín de la bicicleta, un ramo de flores en una mano y un león de peluche en la otra? Pues mirar hacia derecha e izquierda, que es donde le colocan (también es mala leche) a dos azafatas monísimas, y echarse a llorar. A ver quién es el guapo que no se mete algo vía intravenosa cuando vuelve a la habitación del hotel.
Mientras todo esto sucede, el españolito de a pie, sabio donde los haya, ya se prepara para celebrar el triunfo en el Mundial de la selección brasileña y para esperar cabreado a la selección española en el aeropuerto al grito de “¡A por ellos, joé!, ¡A por ellos otra vez!”.
El resto de deportistas, al menos, espera a cosechar algún triunfo para hacer el ridículo públicamente… Vean, si no, a Fernando Alonso, que cada vez que gana una carrera sale del coche descoyuntado, descoordinado, moviendo brazos y cintura como si se hubiese olvidado la columna vertebral en la última curva. Y luego, el champán, que se lo tiran por encima de la cabeza y que, bien mezclado con el sudor, les debe dejar de tieso el mono como una armadura de la Edad Media. Esta celebración, no sé si lo notaron, tuvo una excepción la semana pasada en Mónaco. La versión oficial decía que era por respeto ante el reciente fallecimiento de no sé quién. Pero no. La verdad es que evitaron el champán porque en el podio se encontraba perfectamente situado y a la expectativa Ernesto de Hannover…
Otro que hace el ridículo con sus celebraciones es Rafael Nadal. Tiene la manía de morder el trofeo en cuanto se lo dan, como si no se fiase… El día que organicen un campeonato de tenis en Padrón, a ver si se atreve a hincarle el diente al premio… Luego da las gracias a todo el mundo en varios idiomas, como si fuese un componente de Lordi, y arroja al público la cinta del pelo sudada, la camiseta sudada y el empaste que se le ha caído al morder el trofeo.
Más comedidos para estas cosas de celebrar los triunfos son los ciclistas. Ahora que empieza el Tour, fíjense. Claro que, también, ¿qué puede hacer una persona vestida con unas mallas apretadas (y sudadas), el culo irritado después de tantas horas sobre el sillín de la bicicleta, un ramo de flores en una mano y un león de peluche en la otra? Pues mirar hacia derecha e izquierda, que es donde le colocan (también es mala leche) a dos azafatas monísimas, y echarse a llorar. A ver quién es el guapo que no se mete algo vía intravenosa cuando vuelve a la habitación del hotel.
Mientras todo esto sucede, el españolito de a pie, sabio donde los haya, ya se prepara para celebrar el triunfo en el Mundial de la selección brasileña y para esperar cabreado a la selección española en el aeropuerto al grito de “¡A por ellos, joé!, ¡A por ellos otra vez!”.
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