Un equipo de científicos ha descubierto recientemente que los niveles de testosterona influyen en la llamativa coloración del plumaje y la piel de las aves. En una palabra, que en cuanto les sube la hormona sexual, se ponen moraos, vaya... Valiente novedad… ¿Es que estos científicos no han visto nunca los dibujos animados del Pájaro Loco?... ¿Por qué se creen que era azul?... ¿Por qué se creen que estaba todo el día como un poseso golpeando con el pico el tronco de los árboles?... ¿Porque estaba loco?... No, ese mote era una tapadera… ¡No estaba loco, estaba salido!...
Pues resulta que estos científicos han sido dirigidos por un español, el profesor Julio Blas, antes conocido como Epi y Blas. Así entiende uno ahora que no quisieran ver al Pájaro Loco: era la competencia…
Según explica Blas, en su fiesta todo el mundo salía con unas cuantas copas de más… ¡joé, que me lío!... Que dice Blas que las aves, cuando les da el apretoncillo sexual ese, empiezan a ponerse rojos, anaranjados y amarillos tanto en el plumaje como en el pico, las patas y las zonas desnudas… ¿Se imaginan que a nosotros nos pasara lo mismo?... Conozco a más de uno que iba a parecer que le había hecho un contrato fijo Ágatha de Ruiz de la Prada…
El estudio también dice que los machos de las aves señalizan su calidad exhibiendo sus caracteres sexuales… Nada de ponerle el sello de AENOR, no... Ahí, a enseñar el miembro…
Y el pájaro carpintero, que es lo más bruto que ha parido ave en este mundo: “¡Mira lo que tengo entre las patas! ¡Es calvo y de color naranja!”...
“¿Qué es? ¿qué es? ¿un Hare Krishna?” , contesta el inocente y frágil petirrojo…
“Sí, tocando los bongos, no te j…”
Lo que yo digo, unos bordes y unos salidos… Casi tanto como mi cuñao, que cuando le sube la testosterona también se pone las plumas más chillonas que tiene…
4 comentarios:
Ya decía yo que el pajarraco ese no me daba buenas vibraciones.
Tu cuñao... el pobre.... le tienes las orejas calientes siempre. Jejeje
Mi cuñao es más pesao que el ruido que hace el pájaro carpintero... No te digo más...
Todavía no veo al hombre que se ponga azul o verde canario cuando se emociona conmigo, algo me pasa de seguro :(
Noemí, ¿has probado a dar golpes con la nariz en el tronco de un árbol? :-)
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