Fue tirarme anoche en el sofá y empezar a escuchar unas voces que reclamaban mi atención…
Descarté que algún amigo mío se hubiera quedado encerrado en el baño porque me había cerciorado de que todos habían salido de casa sin más ron que el que quisieron almacenar dentro del cuerpo…
Descarté también las pelusas del suelo del salón porque éstas se hallaban bajo el propio sofá guareciéndose de las fuertes ráfagas de viento provocadas por el ventilador…
Las voces llegaban del interior del televisor… Me acerqué y escuché:
“Enciende la tele, por favor… Pon Telecinco…”
“¿Y por qué debería poner Telecinco?”, pregunté a la pantalla negra…
“Somos la final de Operación Triunfo y necesitamos audiencia. Si no, nos eliminarán de la parrilla el año que viene…”
“¿Os llamáis Operación Triunfo y no tenéis audiencia?”
“Es una larga historia… Pon Telecinco… Necesitamos audiencia…”
“Pero es que yo no concedo audiencias… Eso, el Papa…”
“El Papa está de baja con la mano de bendecir escayolada…”
“O sea, que tampoco podéis esperar de él un milagro…”
Puse la tele, por supuesto. Pero no Telecinco, sino las noticias de CNN+. Hablaban de alertas naranjas, de que dormir sería complicado por la ola de calor y de la posibilidad de sufrir alucinaciones por efecto del aumento de las temperaturas.
Pensé que, si yo tenía una alucinación, la mandaría directamente a Operación Triunfo, que es donde iba a estar más a gusto…
Descarté que algún amigo mío se hubiera quedado encerrado en el baño porque me había cerciorado de que todos habían salido de casa sin más ron que el que quisieron almacenar dentro del cuerpo…
Descarté también las pelusas del suelo del salón porque éstas se hallaban bajo el propio sofá guareciéndose de las fuertes ráfagas de viento provocadas por el ventilador…
Las voces llegaban del interior del televisor… Me acerqué y escuché:
“Enciende la tele, por favor… Pon Telecinco…”
“¿Y por qué debería poner Telecinco?”, pregunté a la pantalla negra…
“Somos la final de Operación Triunfo y necesitamos audiencia. Si no, nos eliminarán de la parrilla el año que viene…”
“¿Os llamáis Operación Triunfo y no tenéis audiencia?”
“Es una larga historia… Pon Telecinco… Necesitamos audiencia…”
“Pero es que yo no concedo audiencias… Eso, el Papa…”
“El Papa está de baja con la mano de bendecir escayolada…”
“O sea, que tampoco podéis esperar de él un milagro…”
Puse la tele, por supuesto. Pero no Telecinco, sino las noticias de CNN+. Hablaban de alertas naranjas, de que dormir sería complicado por la ola de calor y de la posibilidad de sufrir alucinaciones por efecto del aumento de las temperaturas.
Pensé que, si yo tenía una alucinación, la mandaría directamente a Operación Triunfo, que es donde iba a estar más a gusto…
12 comentarios:
Creo que el año que viene tendrán que hacer una variante de Operación Triunfo para intentar llamar la atención. Algo como que las cantantes sean stripgirls y los chicos stripboys combinado todo ello con luchas sobre barro, aceite y nata, además de lanzamiento de penaltis y todo tipo affairs variados entre los concursantes. Bueno, también podrian cantar algo ante las cámaras ... en la ducha.
OT, los Triunfitos...
Esta tele cada día más lástima, por Dios, qué penita!
Pues mira, no sé lo que me provoca más estupor.... o más pena.
Sopla un aire fresco y deliciosamente agradable, aqui en tu casa.
Una sonrisa, sin triunfalismos.
Uno, eso se inventó hace tiempo. Se llamaba "Humor amarillo"... :-D
Edurne, siempre quedan bares sin televisor... ;-)
Iliame, muchas gracias. Con estos sudores telecinqueros, mejor estar aireados, no? ;-)
Deberían empezar por cambiarle el nombre, porque la verdad es que triunfar triunfar, lo que se dice triunfar, triunfan pocos...
Me ha quedado un poco trabalenguas...
Merce, y más que operación es, directamente, lobotomía... ;-)
La globalización nos ha traído cosas buenas (no menciono ninguna porque todavía encuentro, pero dejame pensar un rato) y otras no tan buenas.
Creo que la expansión de los formatos ¿exitosos? de la TV mundial es una de las no tan buenas. Excepto, claro, que uno ande con problema para conciliar el sueño. En ese caso, OT o GH son un excelente somnífero!
Dado el bajo nivel intelectual en el que el programa se fundamenta, básicamente contoneos y gorgoritos, asisto a él como si se tratase de otro documental más de la dos... Otro más, po' fale.
Eso de OT está ya más quemao... Mira que lo han intentado haciendo que el Risto dijera cada vez más burradas, pero ni por esas.
Haces bien, si necesitan audiencia, que te paguen, aunque sólo sea una botella de ron
Ana, con este tipo de ejemplos de globalización, uno echa de menos las fronteras... El consuelo es que siempre nos quedará el mando a distancia... :-)
Food, los documentales de la 2 suelen cuidar bastante la música de fondo... ;-)
Miguel, por una botella de ron hasta salgo yo a cantar. Y seguro que no me echan de los primeros... :-D
A mí OT me la refanfinfla pero hay algo en tu entrada que me ha impactado.
¿De verdad que si va uno a tu casa sale con TODO el ron que le quepa en el cuerpo?
¡Eres una joya de anfitrión!
Fiebre, no cualquiera, sólo los amigos. Estás incluida, por supuesto ;-)
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