01 febrero 2010

Jubilarse a los 67 o morir en el intento…


Fue enterarse mi cuñado de que la edad de jubilación se retrasaba hasta los 67 años y reconocer que él no tenía 37 sino 42. Cualquier cosa con tal de no trabajar más de lo imprescindible. Fue un momento humillante para su ego, pero hilarante para el resto de la humanidad…

Entonces recordó la noticia publicada hacía unos días según la cual la población anciana en España se duplicaría en los próximos 40 años. Fíjate si sería grave lo que pasó por su ya de por sí maltrecha mente en esos momentos que salió de casa corriendo dejando abandonada la copa de balón llena de mi ron Pálido que él mismo se había servido sin pedir permiso. “Llego tarde, llego tarde”, le oí exclamar, como un conejo sacado del país de las maravillas de todo a un euro, mientras bajaba las escaleras de dos en dos poniendo en riesgo la integridad física de los peldaños…

Al día siguiente me enteré de que se había echado a las calles en busca de obras del Plan E donde aprender a vivir como un auténtico jubilado apoyado en una valla. En lo que tarda en desayunar un funcionario (la media oficial está en dos horas y cuarto), ya había criticado el peralte de tres curvas de un carril-bici, había opinado sobre el descolorido aspecto del césped artificial de un campo de fútbol de barrio y se había posicionado en contra de utilizar azulejos para la restauración de una fuente pública alegando que eran un blanco perfecto para el tiro con piedra por parte de los jóvenes que habitualmente hacen botellona en esa plaza.

Y no sólo eso. En lo que tarda un funcionario en hablar por teléfono con sus amistades (la media está en otras dos horas y cuarto), mi cuñado se había hecho amigo de un colectivo de jubilados lo suficientemente inconsciente como para sugerirle que se presentara a alcalde en las próximas elecciones municipales. Y mi cuñado, que tiene menos cerebro que un maniquí sin cabeza, dijo que sí, que se presentaba.

Según sus propios cálculos (que, ya de por sí, es una frase como para echarse a temblar), en cuatro años de legislatura le da tiempo a aprobar dos “pegous”, renovar su fondo de armario de por vida y de manera gratuita, y asegurarse unas relajadas vacaciones en un paraíso fiscal (que, a día de hoy, no sabe lo que es pero le suena bien).

Queda poco más de un año para las municipales. Pueden ocurrir dos cosas: que los jubilados que pretenden aupar a mi cuñado a la alcaldía vayan muriendo en los próximos meses (lo que sería una pequeña pérdida para sus familias pero un gran alivio para el resto de la humanidad) o que alguien me haga un hueco en su vida. Y me dirijo especialmente a mis amigos de Argentina, Chile, Estados Unidos, China y Facebook. Cualquier lugar es bueno mientras esté bien lejos…

10 comentarios:

Pombolita dijo...

Yo, con lo que me haces reir todas las mañanas, te hago un sitio fijo en mi casa y nos dedicamos a escribir libelos contra tu cuñado alcalde, uno por día por lo menos, el resto tu escribes microrelatos y yo bailo swing...

Dyhego dijo...

Lo mejor es hacer trabajar a la gente hasta que se muera y así no hay que pagar pensiones. ¡Lógico!

Cabopá dijo...

A mi la noticia con la "inconsecuente medida" medida,no
me hace ninguna gracia....
Formo parte de ese colectivo de mujeres que venimos trabajando a tres jornadas diarias desde hace ya tropecientos años (más de treinta)o lo que es lo mismo TODA LA VIDA que me reconozco laboral,que me sobran años de cotización, que no soy funcionaria,que soy "estatutaria"
(sanidad pública)que trabajo como si trabajara en una fabrica de conservas.......Qué estoy hartita de tanto hacerlas (las conservas en bote y sin bote).Que ahora mismos me encuentro estupenda, que me faltan esos añicos, que quizá sugún lo publicado sólo me aumenten unos meses 65 años y 8 meses..Qué me parece como una condena.....Y por último que me quedan muchas cosas por hacer y estoy "cabrea" de ver cómo otros muchos/as se dedican al ocio,a las tareas domesticas, a los nietos, o a lo que me de la gana.......En fín ya me he "desahogao"......Bueno y sin hablar de tantos y tantas que podrían ocupar mi puesto....Pasaremos a formar parte del cementerio de elefantes en que se convertiran algunos servicios...
y no lo digo yo lo dicen las estadisticas de los que trabajamos en ellos.........Ya me voy pero te dejo como siempre Besicos y recuerdos para tu cuñao.

ana dijo...

Claro, y que pongan la jornada laboral de 65 horas... así, cuando lleguemos a los 67 estaremos tan cascaos que nos tendrán que pagar sólo un cuarto de hora de pensión, si llega... son listos, estos romanos...

Besines :)

Food and Drugs dijo...

Tu cuñado encarna la lógica más simplificada posible. Utiliza la navaja de Ocam para todo (si se afeitara, hasta lo intentaría con ella)
:-)

Uno dijo...

Míralo por el lado bueno, si sale de alcalde ya tendrá otra teta de la que mamar... y tu mueblebar y resto de posesiones estarán más estables :-)

Más claro, agua dijo...

Pombolita, me encanta el plan ;-)

Dyhego, claro, y si se muere de improviso, se le denuncia por incumplimiento de contrato, ¿no? :-)

Cabopá, lo peor vendrá después, cuando nos digan cuánto nos cuesta el nicho en el cementerio de elefantes... ¡País! Besicos para ti también ;-)

Más claro, agua dijo...

Ana, ¿romanos? Pues demos gracias al cielo de que no nos echan directamente a los leones (del Congreso, un poner)... Besines ;-)

Food, mi cuñado no utiliza la navaja ni para cortar el chorizo. Se lo come a bocados!!!... ;-)

Uno, ese mameluco es capaz de organizar los plenos en el salón de mi casa... ;-)

virgi dijo...

No se te escapa nada, chico.
Te lo digo mucho, pero es la verdad.

(no por esta entrada, que es de sentido común, sino por la agudeza de siempre)
Besitos

Más claro, agua dijo...

Virgi, da gusto tener lectoras como tú. Muchas gracias ;-) Besos