Al final del largo pasillo hay un
espejo. A pesar de la tenue luz, uno puede verse reflejado desde este extremo.
De hecho, yo me estoy viendo allí, al fondo, acercándome el móvil a la oreja.
Pero mi móvil está en el bolsillo del pantalón. Estoy seguro. Tan seguro como
que ahora mismo está sonando. Dentro del bolsillo. Me sigo acercando al espejo
y a mi imagen reflejada mientras dudo si contestar...
8 comentarios:
Siempre me ha gustado imaginar mundos paralelos detrás de los espejos.
Tu relato me hace pensar que puedo no estar equivocada.
Un abrazo
Alis en el País de las Maravillas. ¡Bien!
Un abrazo.
Caray, el mundo para lelos es un trampantojo móvil
Qué bueno
Contesta, será tu imagen. Feliz Año.
¿Trampantojo?... ¿Mi imagen?... No me lo ponéis fácil, no...
REDRUM
El espejo se fabricó en Canarias, refleja lo que ocurrirá en el futuro, dentro de una hora sonará tu móvil y descolgarás...
:-O
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