07 marzo 2019

7 de marzo


7 comentarios:

d:D´ dijo...

Algo que puede ser el principio de una gran amistad; aunque nadie sea perfecto

Más claro, agua dijo...

Sin duda alguna. Y ojalá que dure...

Alís dijo...


¡Qué bonito!

Aunque me han contado que se pelean mucho. Tienen una relación llena de altibajos

Besos

Más claro, agua dijo...

Del amor al odio, ya se sabe... Ciento volando ;-) Besos.

d:D´ dijo...

Brelatos con vespertino IV:
Epílogo del tiempo inconcluso
Simultaneidad y expansión del Espacio:

La felicidad perentoria es sólo constructo

Se sabe, de un tiempo a esta parte que, tanto una como otra no eran femeninas ensimismadas por cuanto que sus representaciones eran, entre otras, el consorcio homónimo de la palabra que lleva dentro la simpatía.
Quiso, con el tiempo, que la parte contratada diera esquinazo a un pretendiente que de nombre había sido puesto como Eterno; pero para evitar confusión —luego fusión, por lo atómico de sus principios explosivos— lo dejaran en el más parecido de los continuos; mellotrón, laúd, vihuela, oboe y clave bien temperado. Todo un septeto si tenemos en cuenta a ambas, shermanas, vocalistas.

Así, en el diapasón de su vida —o bajada, no olvidemos— éste, aburrido de tan larga existencia, se buscó un pasatiempo para evitar la calcificación del moquillo que se le caía y que fosilizando se volvía parietal como en las paredes de las cuevas; qué ya es mucho pedir y se me hace longevo, oscuro, negro, duro y profundo cósmico, de risa. Todo un océano de posibilidades en el que las mareas de flujo gravitacional manejan a su antojo hasta el más fino fotón de luz que por ser partícula tiene patio que moja como cualquier otro.

Comenzó, en origen, por el principio; fue lo primero qué hizo. Luego jugó a las canicas ocupándose del tiempo a la par que generaba espacio y poco a poco fue creciendo hasta perpetuarse más y más acá. De ahí que hoy por hoy lo veamos todo más cerca, aunque para ello debamos emplear, hacia los menos cercanos, telescopios y otros artefactos de búsqueda y copiado, auténticas máquinas del tiempo.

Entretanto entretenimiento dedujo no pasar el resto de sus posibilidades al pairo solaz y *autoengendrándose se jugó todo a nada en un partida de la que salió y airoso, es decir, se fue imaginando cómo sería de entre un astro de ella —esto es, una estrella— se dio de bruces —se estrelló— con locura contenta y vio cómo aparecía una leve sonrisa, al inicio, por lo lejano, que lo llenó de felicidades e ilusiones.

Era un mago de occidente.

Ahora, al fin, éste justificaba los medios y daba por concluido su Honda o preludio de que lo neutro merece la pena sí y sólo sí no estamos solos en el maremagnun grosso modo de lo explicado.
Y biendo —de ver bien— qué era bueno se hizo a la mer (n francés) sus pies Infinitos y Feliz.
Ése es genuinamente, sin querer, el origen del nhombre.

Salú i Livertá


[*Seudotautología, todo engendro siempre va en auto]

Más claro, agua dijo...

Vaya brelato te has cascao, amigo ;-)

d:D´ dijo...

Es que mañana es día OCHO de marzo, y ahí estaremos apoyando; y había que echar, antes, unas parrafadas :))´

Saludos, meu