12 noviembre 2019

El final está cerca #62


Aun a sabiendas del destino que le esperaba, el cántaro no podía dejar de ir a la fuente en los brazos de aquella mujer.

5 comentarios:

d:D´ dijo...

Casi deja entrever que, maliciosa y tópicamente y tóxicamente pensarían algunos...religiosos o no, en sus manos cualquiera perdería la cordura. Porque, entre otras cosas, más tiran dos cántaros de fuente *continua que las endrinas carretas de D. Carnaval, alias endrinas...o a los melones

Y es que con el auge de ciertas ideas políticas hay achaques en la sociedad que, de forma retrógrada, regresan y beben de qué incultivadas fuentes todavía no secas...a pesar de la carencia de agua.

(Por cierto, cuando se tercie, y al margen, avísame, te comentaré algo que sí está relacionado con "este ir y venir" que aumenta las probabilidades de sucesos. A mayores porcentajes, mayores son las posibilidades que aumentan, a veces, exponencialmente. Y aunque no es lo referido, pero se me ocurre, uno de esos es lo que los jugadores o ludópatas no ven: Cuantas más veces se juega, menos posibilidades hay de ganar, éstas son inversas a las ganancias. El cántaro se rompe pues aumentan exponencialmente las pérdidas. Todo lo contrario, a lo que ellos, en sus tópicos, imaginan.
Pero el suceso referido, para cuando tengamos tiempo, es sobre la montaña y los montañeros; especialmente aquellos que solemos realizar montaña en solitario)

Un abrazo, meu :)´

PD: * O alterna, según qué constancia y calambrazo

Juan L. Trujillo dijo...

Es que los cantaros no son de piedra.
saludos.

d:D´ dijo...

Eso es determinismo maléfico
(Otros lo llamarían destino o la fuerza del sino)
Pobre cántaro, qué Cruz tiene contigo. Dieciséis litros
perdidos de camino...por un arróbame allá esas pajas

¡Libertá para los cántaros, libertá, libertá...ya!...otra oportunidá, otra oportunidá...
¿Era rubia la moza cantarera?

d:D´ dijo...

(Es cojonudo, Juan) :)))´
Con permiso de Edu...

Más claro, agua dijo...

Me encanta vuestro ingenio, amigos.