20 noviembre 2019

El final está cerca #67


Quemamos con gasolina hasta la última rueda disponible para cortar el puente. El olor de las cartas de despido sí que era nauseabundo.

2 comentarios:

d:D´ dijo...

El genocidio laboral, ere que ere, de los despidos colectivos
son el funeral de las empresas que como los cementerios
nucleares dejan residuos nauseabundos para siempre,
y un olor sospechoso a goma dos veces quien manda

Alís dijo...


Es un olor nauseabundo que, en algún momento, nos hace despertar. Inevitablemente. Aquí lo vimos recientemente (aún lo estamos viendo)


Me gusta ese ere que ere que dice d:D´. Me gusta el juego de palabras, no los ere.

Besos