18 noviembre 2019

El final está cerca #65


Un cartel sin dueño junto a la puerta de la iglesia: “Tengo mujer y cuatro hijos. Una ayuda”. El cura sale a fumarse un pitillo…


Una mujer le echa unas monedas. Otra acelera el paso murmurando “¡qué vergüenza!”.

3 comentarios:

d:D´ dijo...

Qué mujer más perspicaz; seguramente era el pitillo de después de
Ésa es la clave. Lo del cartel (o cártel, según se vea, por las comisiones)
sólo era para despistar.

[Hay que andar con cuidado y atentos. Los hombres de negro cualquier día
inmatriculan las aceras y el aire que les corresponde por zona. ¿Cómo?
Basta con que celebran "misa al aire libre" y se apoderan del recinto de fiestas
Al tiempo.
Cuánto daño hizo Aznar pegado a su Botella, incluido el casco]

Juan L. Trujillo dijo...

Seguro que aceleró el paso, para irselo a contar a su amiga del 3º.
Un abrazo.

Alís dijo...


Jajajajaja

La mujer que echó las monedas muestra tolerancia o ya está acostumbrada, por la razón que sea...

Besos