Mucho se habló, hace años, del llamado “Efecto
2000”… Los ordenadores implosionarían, nuestras cuentas corrientes se
cancelarían, los padres no dejarían salir a sus hijos a la calle para celebrar
la Nochevieja por miedo a que no volvieran, los mismos cantantes de siempre
actuarían en el especial “¡Viva 2000!” (que, por otro lado, vaya usted a saber
qué tienen estos programas de especiales, si todos los años son iguales)…
En fin, muchos temores, mucha expectación y, al
final… Nada. No pasó nada. Nuestros ordenadores y nuestros ahorros no sufrieron
daños, la calle se llenó de borrachos y, al día siguiente, hubo saltos de esquí
y concierto con palmaditas desde Viena.
Este humilde
blog cumple hoy, con esta que está usted leyendo, sus 2.000 entradas.
Le aseguro que su ordenador no implosionará y que
su dinero está a buen recaudo (al menos, en lo que a mí compete). Puede, si lo
desea, salir a la calle a celebrarlo y le prometo que no organizaré ningún
especial en el que aparezcan Raphael o Bustamante.
Haré otra cosa que me satisface mucho más…
En aquellos últimos días de 1999, ante la inminente
llegada del temido efecto 2000, hubo una frase que se repitió con insistente
frecuencia en todo el mundo: “El final está cerca”…
¿Les suena?... Efectivamente, es el título de mi
libro de microrrelatos. Y para celebrar estas 2.000 entradas, quiero tener un
detalle con ustedes, fieles lectores:
Desde hoy
mismo, y hasta el próximo 31 de diciembre, todo aquel que quiera adquirir mi
libro y me lo haga saber a través de mi cuenta de correo electrónico (masclaroagua@outlook.com), lo
recibirá en su domicilio por tan sólo 12 euros (gastos de envío incluidos). 12
euros en vez de los 16 que es su precio habitual.
Por lo demás, les agradezco sus amables visitas a
lo largo de estas 2.000 entradas y les emplazo a la semana que viene, que
publicaré la 2.001, y la 2.002, y…
