El antiguo portavoz del Partido Popular, Eduardo Zaplana, acaba de anunciar su fichaje por Telefónica. Ya tenemos, por tanto, confirmación sobre quién será el protagonista del remake del anuncio aquel de “Hola, soy Edu, feliz navidad”… Así, con este contrato, ya no tendrá que preocuparse del saldo de su tarjeta…
Acostumbrado a acudir con regularidad bien a la calle Génova bien al Congreso de los Diputados, Zaplana se encuentra todavía un poco perdido sobre lo que tendrá que hacer en su nuevo puesto, por lo que lo primero que ha hecho ha sido llamar para pedir ayuda al 11888, más conocido ya como el número de “Los PPelochos”… Por su interés informativo, reproducimos a continuación parte de la conversación mantenida:
“¿Está la Unión Europea? Que se ponga… Buenos días, que soy su nuevo delegado de Telefónica… No, no, no quiero venderle un móvil… ¿Que tengo pinta de vendedor? ¿Y usted cómo lo sabe?... Yo le llamo para saber qué prefijo tengo que marcar a partir de ahora para hablar con Europa… ¡Ah!, que no hay prefijo común, que lo de ‘unión’ europea es otra cosa… Bueno… Entonces, para hablar con Francia, ¿cómo tengo que saludar? ¿Sarko-sí, dígame?... ¿Y para hablar con el Reino Unido?... Ya, que marque primero el ‘007 al servicio secreto de Su Majestad’… Y para hablar con el Vaticano, ¿no tendrá usted el número del Papamóvil?... Pero eso es la matrícula de un coche, ¿no?...”
Dado lo infructuoso de sus averiguaciones, Zaplana decide colgar y volver a intentarlo minutos más tarde:
“¿Está la Unión Europea? Que se ponga... Buenos días, que soy su nuevo delegado de Telefónica… No, ya le he dicho antes que no quiero venderle un móvil… ¿Que tengo pinta de vendedor aunque me haya quitado la corbata?... En fin, que yo le llamo para ver qué tengo que hacer en el móvil para desviar todas las llamadas de Rajoy… Ya, vale, pero yo no sé imitar la voz de Esperanza Aguirre… Bueno, está bien, practicaré, tampoco es para ponerse así, hombre…”
Y un último intento:
“¿Está la Unión Europea? Que se ponga… Buenos días, soy Esperanza Aguirre. ¿Les interesa un iPhone nuevecito?... Que practique más, ¿no? Entendido…”
Zaplana, como ministro de Trabajo que fue, ha sabido elegir muy bien la fecha de su incorporación a su nuevo puesto: justo a tiempo para pillar el puente del Primero de Mayo. Que él lo disfrute. Y ustedes, más.
30 abril 2008
29 abril 2008
28 abril 2008
25 abril 2008
24 abril 2008
23 abril 2008
Grandes fracasos de la Literatura Universal
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Libro, hoy queremos hacer aquí un breve repaso de los grandes fracasos de la Historia de la Literatura de todos los tiempos.
Miguel de Cervantes Saavedra (1547 – 1616): Animado por los consejos de su cuñado, se apostó un brazo a que era capaz de hacer el himno más bello jamás escuchado para el municipio de Campo de Criptana, en La Mancha. La inenarrable sucesión de casposos ripios sólo pudo ser empeorada el día de su presentación oficial al ser cantada por una joven e inexperta vocalista que respondía al nombre de Sarita Montiel. Los lugareños no sólo le arrancaron el brazo al vate sino que consiguieron que la autoridad competente le encarcelara de por vida.
Ya en prisión, Cervantes, con su único brazo ileso, empezó a escribir sus memorias: “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…” Como para querer recordarlo… Dada su manifiesta incapacidad para hilar más de dos frases subordinadas, sus compañeros de celda, como divertimento, le robaban por la noche las cuartillas que él emborronaba durante el día y variaban el argumento de la autobiografía haciéndole vivir situaciones a cual más surrealista. Creo que todavía hoy se pueden encontrar algunos ejemplares de aquella obra, escrita por no se sabe a ciencia cierta cuántas manos…
William Shakespeare (1564 – 1616): Animado por los consejos de su cuñado, abrió un establecimiento de venta de productos eróticos en su localidad de origen: la “Sex Pir House”. Debido al puritanismo de la época, el negocio fue un rotundo fracaso. Inmerso en un mar de deudas, Shakespeare no tuvo más remedio que venderse a una revista del corazón para firmar una colaboración semanal en la que iba desvelando las intimidades de los escasos clientes que pasaron por su establecimiento: que si una pareja de enamorados que no podían consumar su amor porque pertenecían a familias enfrentadas, que si un joven que estaba perdidamente enamorado de su madre y tenía la firme intención de matar a su padre… En fin, todo en ese plan… Si su memoria sigue aún viva es sólo gracias a Telecinco (que sigue explotando el género) y a la Asociación Internacional de Psiquiatría (que llevó los relatos a su terreno).
Carlos Ruiz Zafón (1964): Animado por los consejos de su cuñado, invirtió todos sus ahorros en autoeditarse una novela que había escrito en su más tierna adolescencia. La tirada inicial fue de veinte millones de ejemplares y la distribuyó por más de cincuenta países. A fecha de hoy, siete años más tarde, sólo ha sido capaz de vender la mitad de los ejemplares editados. Agobiado por las deudas, y con un euribor que no le hace ningún favor al pago mensual de su hipoteca, decidió semanas atrás cambiar la carátula del libro, modificar el título y tratar de vender los diez millones de ejemplares sobrantes como si de una nueva novela se tratara. Reza todas las noches a los dioses del Parnaso para que el público lector no note la trampa…
Miguel de Cervantes Saavedra (1547 – 1616): Animado por los consejos de su cuñado, se apostó un brazo a que era capaz de hacer el himno más bello jamás escuchado para el municipio de Campo de Criptana, en La Mancha. La inenarrable sucesión de casposos ripios sólo pudo ser empeorada el día de su presentación oficial al ser cantada por una joven e inexperta vocalista que respondía al nombre de Sarita Montiel. Los lugareños no sólo le arrancaron el brazo al vate sino que consiguieron que la autoridad competente le encarcelara de por vida.
Ya en prisión, Cervantes, con su único brazo ileso, empezó a escribir sus memorias: “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…” Como para querer recordarlo… Dada su manifiesta incapacidad para hilar más de dos frases subordinadas, sus compañeros de celda, como divertimento, le robaban por la noche las cuartillas que él emborronaba durante el día y variaban el argumento de la autobiografía haciéndole vivir situaciones a cual más surrealista. Creo que todavía hoy se pueden encontrar algunos ejemplares de aquella obra, escrita por no se sabe a ciencia cierta cuántas manos…
William Shakespeare (1564 – 1616): Animado por los consejos de su cuñado, abrió un establecimiento de venta de productos eróticos en su localidad de origen: la “Sex Pir House”. Debido al puritanismo de la época, el negocio fue un rotundo fracaso. Inmerso en un mar de deudas, Shakespeare no tuvo más remedio que venderse a una revista del corazón para firmar una colaboración semanal en la que iba desvelando las intimidades de los escasos clientes que pasaron por su establecimiento: que si una pareja de enamorados que no podían consumar su amor porque pertenecían a familias enfrentadas, que si un joven que estaba perdidamente enamorado de su madre y tenía la firme intención de matar a su padre… En fin, todo en ese plan… Si su memoria sigue aún viva es sólo gracias a Telecinco (que sigue explotando el género) y a la Asociación Internacional de Psiquiatría (que llevó los relatos a su terreno).
Carlos Ruiz Zafón (1964): Animado por los consejos de su cuñado, invirtió todos sus ahorros en autoeditarse una novela que había escrito en su más tierna adolescencia. La tirada inicial fue de veinte millones de ejemplares y la distribuyó por más de cincuenta países. A fecha de hoy, siete años más tarde, sólo ha sido capaz de vender la mitad de los ejemplares editados. Agobiado por las deudas, y con un euribor que no le hace ningún favor al pago mensual de su hipoteca, decidió semanas atrás cambiar la carátula del libro, modificar el título y tratar de vender los diez millones de ejemplares sobrantes como si de una nueva novela se tratara. Reza todas las noches a los dioses del Parnaso para que el público lector no note la trampa…
22 abril 2008
21 abril 2008
18 abril 2008
El trasvase del (cer)ebro
Que dicen que Barcelona se está quedando sin agua... ¿Pero no habíamos quedado que era una gente “muy agarrada”? Pues se ve que, en lo que se refiere al agua, ahorrar, lo que se dice ahorrar, no han ahorrado mucho…
La ministra Espinosa (que yo no sé por qué le han puesto ese mote: ¿acaso pincha?), para solucionar el problema, ha aprobado un proyecto de trasvase a la ciudad. ¡Huy, no, perdón, perdón!, que no se puede decir trasvase… ¡Nooo!... Se trata de un “cese temporal de la convivencia… con la sequía”…
Para que nos quede más claro (“más claro, agua” -publicidad subliminal-) la ministra ha comparado el problema con “llevar Coca-Cola en una botella perforada”. De esa forma, no estaríamos hablando de un trasvase… Por supuesto, faltaría más: estaríamos hablando de un botellón…
Entre las soluciones alternativas aportadas por los distintos grupos parlamentarios destaca, en primer lugar, la de los nacionalistas catalanes de izquierdas, que reivindicaban sustituir el agua por cava, netamente catalán y con producción de sobra. La medida fue descartada porque Barcelona no cuenta con plazas hoteleras suficientes para dar respuesta a la más que predecible avalancha de turistas sedientos que se iba a producir.
Por su parte, los nacionalistas de derechas apostaban por sacar en procesión a la Moreneta, medida ésta que también tuvo que ser descartada pues la Virgen tenía toda la agenda cogida para tratar de dar salida a las innumerables rogativas llegadas desde el Nou Camp…
Y se rumorea que, mientras tanto, los presidentes de las comunidades autónomas de Valencia y Murcia han sido vistos juntos últimamente imitando a los Mojinos Escozíos: “Queremos agua, queremos vino, queremos a Zapatero ‘colgao’ de un pino”… El presidente Montilla (según la RAE: “vino fino”), no sabe no contesta… Por si acaso…
A la vista del vergonzoso espectáculo que ofrecen a diario nuestros políticos en torno al problema del agua, y ante la cantidad de neuronas que se pierden en el mar de su egolatría, diferentes colectivos ciudadanos ya están pidiendo con carácter urgente un trasvase de cerebros. Y si no se puede decir ‘trasvase’, un cese temporal de la convivencia… con la demagogia.
17 abril 2008
Para mí una infusión, por favor
Esta foto fue tomada el pasado fin de semana en Tavira (Algarve, Portugal). Por lo visto, es la cafetería donde más Coca-Cola se consume de todo Portugal. Y de comer, siempre algo salado, nada de dulce...
También parece confirmarse que el responsable de marketing del negocio (el hijo de la dueña) todavía no ha terminado la carrera universitaria, a pesar de tener ya cuarenta y cinco años...
16 abril 2008
Personas humanas (y IV)
¡ANIMALES! (mejorando lo presente)
Los animales son esas cosas que salen en los documentales de La 2 mientras echamos la siesta. Por lo general son todos bastante feos y desagradables pero, oye, nos hacen gracia… Por eso se inventaron los zoológicos… Para pasar una tarde muerto de risa con las payasadas de los monos, viendo hacer pis a un elefante, con las palabrotas que sueltan los loros… Todo muy divertido, pero… ¿qué pensarán los animales?...
El mono estará encantado con la marcha de su negocio de anís… El elefante, deseando jubilarse para dejar de escuchar las típicas bromitas a cuenta del tamaño de su trompa… El león, como rey de la selva, no querrá saber nada de reformas sucesorias en la Constitución… Y la jirafa, hipocondríaca perdida, rezando para que nunca tengan que ponerle un collarín…
Lo más cerca que he estado yo de un animal fue un día que compré unas cortezas de cerdo… Qué le voy a hacer, no me gustan los animales y punto… Bueno, para ser más exactos: de todos los animales que existen, el único que me gusta es el jamón serrano. No tienes que sacarlo a pasear, no tienes que ponerle un nombre ridículo y nunca se queja por nada. Si acaso en alguna ocasión le pones un poco de aceite y tomate sobre la tostada y él tan feliz. Y tú, ni te cuento…
¡A JUGAR! (qué apostamos…)
Hay quien sostiene que los seres humanos nos parecemos a los animales en lo mucho que nos gusta jugar. Yo a ciertas personas les encuentro más parecidos con los animales, pero tampoco es plan de ponerse a señalar…
A mí me parece que no es que nos guste jugar. Lo que realmente nos gusta es ganar. Salvo que seas del Barça, que a estas alturas te das con un canto en los dientes con un empate…
Juegos hay muchos, y a cual más enrevesado… El Sudoku, por ejemplo… Pero si es más fácil cuadrar la Declaración de la Renta para que te salga a devolver… O Los Chinos… Yo pensaba que consistía en entrecerrar los ojos, reírse mucho y hacer fotos sin parar… O sea, una cosa muy ridícula… Pero no. Se trata de adivinar cuántas bolitas tenemos escondidas en las manos… Más ridículo todavía… Y seguro que los chinos auténticos no tienen bolitas ni en los jerseys de lana…
Los únicos juegos que merecen la pena son los que vienen con la Playstation. Los practicas delante de la tele, en calzoncillos, con una cerveza y sin sudar. Como el fútbol…
SONRÍA, POR FAVOR (las mejores fotos de nuestra vida)
Decían los indios que si alguien te hacía una foto te estaba robando un trozo de alma. No lo sé. Lo que sí es seguro es que se está garantizando el reírse de ti dentro de unos años…
Y eso que antes de que existieran las cámaras digitales, eso de hacer fotos no era tan fácil… Había que poner el carrete, enfocar, calcular la distancia, calcular la luz, buscar el mejor encuadre, que no tuvieras el sol de frente… Al final, cuando conseguías hacerle una foto a tu hijo recién nacido, a éste le había dado tiempo de volver de la mili…
Ahora es distinto. Todo el mundo tiene una cámara digital y puede hacerte una foto en cualquier momento. Antes te hacían fotos sólo en ocasiones señaladas. Ahora, con las cámaras digitales, no tienes tiempo para tener ocasiones señaladas porque estás posando a todas horas…
“¿Y tú, niño, qué quieres ser de mayor?”
“Yo, El Amigo Invisible, para no salir en más fotos…”
CUANDO CALIENTA EL SOL (a pesar de Giorgie Dann)
Para los más despistados hay que empezar aclarando que la playa es ese espacio de arena que hay entre el mar y el chiringuito. La playa también es ese sitio donde va el 60% de la población cuando se convoca un referendum para aprobar un Estatuto de Autonomía… Luego está Benidorm, que por la noche es una playa y por el día… gente.
En la playa sólo tienes dos opciones: la peste del olor a sardinas o la peste del olor de la crema solar. Con la crema solar no te dan cerveza, así que la elección es fácil… Y es que, si no existieran los chiringuitos, hace tiempo que las playas se habrían convertido en aparcamientos.
Sin embargo, todavía hay quien reniega de los chiringuitos porque dicen que están llenos de suciedad y de bichos: que si avispas, mosquitos, cuarentones en tanga… En todo caso, siempre serán bichos menos peligrosos que un niño con una pelota de Nivea, un abuelo con Parkinson intentando clavar una sombrilla o un madrileño aprendiendo a hacer windsurf…
Así que mucho ojo con lo que decís, que luego llega por sorpresa la típica tormenta de verano a las doce del mediodía y en el chiringuito no vamos a dejar entrar a cualquiera…
(NOTA: Termina aquí la primera entrega de “Personas humanas”. Quedan muchos asuntos por analizar, claro. Si estás interesado en que hablemos de algún tema concreto (el desayuno de los funcionarios, la relación entre el transporte público y la tercera edad, los urinarios de diseño… en fin, lo que se te ocurra), no tienes más que solicitarlo. En próximas entregas iremos satisfaciendo vuestras peticiones siempre que no tengamos que infringir ninguna ley…)
Los animales son esas cosas que salen en los documentales de La 2 mientras echamos la siesta. Por lo general son todos bastante feos y desagradables pero, oye, nos hacen gracia… Por eso se inventaron los zoológicos… Para pasar una tarde muerto de risa con las payasadas de los monos, viendo hacer pis a un elefante, con las palabrotas que sueltan los loros… Todo muy divertido, pero… ¿qué pensarán los animales?...
El mono estará encantado con la marcha de su negocio de anís… El elefante, deseando jubilarse para dejar de escuchar las típicas bromitas a cuenta del tamaño de su trompa… El león, como rey de la selva, no querrá saber nada de reformas sucesorias en la Constitución… Y la jirafa, hipocondríaca perdida, rezando para que nunca tengan que ponerle un collarín…
Lo más cerca que he estado yo de un animal fue un día que compré unas cortezas de cerdo… Qué le voy a hacer, no me gustan los animales y punto… Bueno, para ser más exactos: de todos los animales que existen, el único que me gusta es el jamón serrano. No tienes que sacarlo a pasear, no tienes que ponerle un nombre ridículo y nunca se queja por nada. Si acaso en alguna ocasión le pones un poco de aceite y tomate sobre la tostada y él tan feliz. Y tú, ni te cuento…
¡A JUGAR! (qué apostamos…)
Hay quien sostiene que los seres humanos nos parecemos a los animales en lo mucho que nos gusta jugar. Yo a ciertas personas les encuentro más parecidos con los animales, pero tampoco es plan de ponerse a señalar…
A mí me parece que no es que nos guste jugar. Lo que realmente nos gusta es ganar. Salvo que seas del Barça, que a estas alturas te das con un canto en los dientes con un empate…
Juegos hay muchos, y a cual más enrevesado… El Sudoku, por ejemplo… Pero si es más fácil cuadrar la Declaración de la Renta para que te salga a devolver… O Los Chinos… Yo pensaba que consistía en entrecerrar los ojos, reírse mucho y hacer fotos sin parar… O sea, una cosa muy ridícula… Pero no. Se trata de adivinar cuántas bolitas tenemos escondidas en las manos… Más ridículo todavía… Y seguro que los chinos auténticos no tienen bolitas ni en los jerseys de lana…
Los únicos juegos que merecen la pena son los que vienen con la Playstation. Los practicas delante de la tele, en calzoncillos, con una cerveza y sin sudar. Como el fútbol…
SONRÍA, POR FAVOR (las mejores fotos de nuestra vida)
Decían los indios que si alguien te hacía una foto te estaba robando un trozo de alma. No lo sé. Lo que sí es seguro es que se está garantizando el reírse de ti dentro de unos años…
Y eso que antes de que existieran las cámaras digitales, eso de hacer fotos no era tan fácil… Había que poner el carrete, enfocar, calcular la distancia, calcular la luz, buscar el mejor encuadre, que no tuvieras el sol de frente… Al final, cuando conseguías hacerle una foto a tu hijo recién nacido, a éste le había dado tiempo de volver de la mili…
Ahora es distinto. Todo el mundo tiene una cámara digital y puede hacerte una foto en cualquier momento. Antes te hacían fotos sólo en ocasiones señaladas. Ahora, con las cámaras digitales, no tienes tiempo para tener ocasiones señaladas porque estás posando a todas horas…
“¿Y tú, niño, qué quieres ser de mayor?”
“Yo, El Amigo Invisible, para no salir en más fotos…”
CUANDO CALIENTA EL SOL (a pesar de Giorgie Dann)
Para los más despistados hay que empezar aclarando que la playa es ese espacio de arena que hay entre el mar y el chiringuito. La playa también es ese sitio donde va el 60% de la población cuando se convoca un referendum para aprobar un Estatuto de Autonomía… Luego está Benidorm, que por la noche es una playa y por el día… gente.
En la playa sólo tienes dos opciones: la peste del olor a sardinas o la peste del olor de la crema solar. Con la crema solar no te dan cerveza, así que la elección es fácil… Y es que, si no existieran los chiringuitos, hace tiempo que las playas se habrían convertido en aparcamientos.
Sin embargo, todavía hay quien reniega de los chiringuitos porque dicen que están llenos de suciedad y de bichos: que si avispas, mosquitos, cuarentones en tanga… En todo caso, siempre serán bichos menos peligrosos que un niño con una pelota de Nivea, un abuelo con Parkinson intentando clavar una sombrilla o un madrileño aprendiendo a hacer windsurf…
Así que mucho ojo con lo que decís, que luego llega por sorpresa la típica tormenta de verano a las doce del mediodía y en el chiringuito no vamos a dejar entrar a cualquiera…
(NOTA: Termina aquí la primera entrega de “Personas humanas”. Quedan muchos asuntos por analizar, claro. Si estás interesado en que hablemos de algún tema concreto (el desayuno de los funcionarios, la relación entre el transporte público y la tercera edad, los urinarios de diseño… en fin, lo que se te ocurra), no tienes más que solicitarlo. En próximas entregas iremos satisfaciendo vuestras peticiones siempre que no tengamos que infringir ninguna ley…)
15 abril 2008
Personas humanas (III)
FIESTAS DE GUARDAR (en ocasiones, bajo llave)
Es lo que más nos gusta: juntarnos un montón de gente para celebrar algo. ¿El qué? Ah, eso da igual. Nos da lo mismo celebrar un cumpleaños, la navidad, una boda, la compra de un coche nuevo… Todo es motivo de celebración si se puede organizar una comida.
Conozco a unos que son capaces de juntarse todos los años para celebrar… ¡una berrea! ¿Cómo se celebra una berrea? ¿A quién le haces los regalos? ¿al ciervo? ¿y qué se le regala a un ciervo? ¿un traje de sheriff? ¿una equipación de fútbol?
Lo que todo el mundo tiene claro es cómo celebrar la navidad. Se celebra… mucho: con tus amigos de toda la vida, con tus amigos del trabajo, con tus compañeros del trabajo, amigos y enemigos, a costa de la empresa, con tus amigos del gimnasio. Y si me apuras un poco y te queda tiempo, hasta con la familia…
Lo que más me gusta de esa celebración es “El Amigo Invisible”, que se llama así porque nadie tiene el valor suficiente para reconocer que ha hecho una mierda de regalo… La mayoría lo aprovecha para vengarse de su jefe. Y le regala una foto enmarcada de un ciervo en plena berrea. Por un lado, le estás llamando cornudo. Y por otro, te echas unas risas recordando lo bien que os lo pasasteis aquel fin de semana hartos de vino imitando la berrea del jefe en medio del campo…
AUNQUE LA MONA SE VISTA DE SEDA… (…buena sombra le cobija)
Hay algunas preguntas a las que nunca consigo encontrar respuesta: ¿por qué nos gusta tanto disfrazarnos? ¿no nos vale con hacer el ridículo de paisano que tenemos que pintarnos la cara, ponernos una peluca enorme e ir por ahí haciendo el ganso? Si ya se ha inventado la Duquesa de Alba, hombre…
Pues nada, todos los años deseando que llegue el carnaval para vestirnos de mamarracho con lo primero que pillemos a condición de que sea hortera y chillón. Cualquier día de estos Pedro Jota nos besa en los morros pensando que somos su mujer…
¿Y lo que nos gusta meternos en nuestro personaje? El que va de policía se pasa toda la noche pidiéndote los papeles… hasta que los perdéis juntos. El que va de señorita de alterne se pasa toda la noche poniéndote la pierna encima para que no levantes cabeza. Y el que va con su bata blanca de ginecólogo…, ese es el que más bofetadas se lleva en toda la noche…
Luego enseñas las fotos a los amigos y, claro, el cachondeo está asegurado…
“Qué bueno, tío. Vais disfrazados de novios horteras… ¡Qué horror de trajes!”
“No, este es el álbum de mi boda…”
DE FERIA EN FERIA (y tiro porque me toca… un perrito piloto)
A la Feria podemos ir andando, podemos ir en autobús o en coche de caballos. También podemos ir en moto o en taxi. Lo que no está tan claro es cómo volvemos a casa. Casi nadie se acuerda…
A la Feria se puede ir a comer y a beber, a bailar y a beber, a ver gente y a beber, a montarte en los cacharritos y a beber… También se puede ir sólo a beber, pero no está bien visto…
A la Feria se puede ir un día o varios. Hay quien aprovecha el fin de semana para irse a la playa a descansar… Hay quien va en días alternos para poder aguantar en condiciones… Y hay quien sólo va el primer día al alumbrao… y ya se queda allí toda la semana…
Lo mejor de la Feria es que es como la tele local: cada pueblo tiene una. Y si te organizas bien, puedes estar de cachondeo sin parar desde primeros de abril hasta últimos de octubre. Claro, siempre que te aguante… el caballo.
Es lo que más nos gusta: juntarnos un montón de gente para celebrar algo. ¿El qué? Ah, eso da igual. Nos da lo mismo celebrar un cumpleaños, la navidad, una boda, la compra de un coche nuevo… Todo es motivo de celebración si se puede organizar una comida.
Conozco a unos que son capaces de juntarse todos los años para celebrar… ¡una berrea! ¿Cómo se celebra una berrea? ¿A quién le haces los regalos? ¿al ciervo? ¿y qué se le regala a un ciervo? ¿un traje de sheriff? ¿una equipación de fútbol?
Lo que todo el mundo tiene claro es cómo celebrar la navidad. Se celebra… mucho: con tus amigos de toda la vida, con tus amigos del trabajo, con tus compañeros del trabajo, amigos y enemigos, a costa de la empresa, con tus amigos del gimnasio. Y si me apuras un poco y te queda tiempo, hasta con la familia…
Lo que más me gusta de esa celebración es “El Amigo Invisible”, que se llama así porque nadie tiene el valor suficiente para reconocer que ha hecho una mierda de regalo… La mayoría lo aprovecha para vengarse de su jefe. Y le regala una foto enmarcada de un ciervo en plena berrea. Por un lado, le estás llamando cornudo. Y por otro, te echas unas risas recordando lo bien que os lo pasasteis aquel fin de semana hartos de vino imitando la berrea del jefe en medio del campo…
AUNQUE LA MONA SE VISTA DE SEDA… (…buena sombra le cobija)
Hay algunas preguntas a las que nunca consigo encontrar respuesta: ¿por qué nos gusta tanto disfrazarnos? ¿no nos vale con hacer el ridículo de paisano que tenemos que pintarnos la cara, ponernos una peluca enorme e ir por ahí haciendo el ganso? Si ya se ha inventado la Duquesa de Alba, hombre…
Pues nada, todos los años deseando que llegue el carnaval para vestirnos de mamarracho con lo primero que pillemos a condición de que sea hortera y chillón. Cualquier día de estos Pedro Jota nos besa en los morros pensando que somos su mujer…
¿Y lo que nos gusta meternos en nuestro personaje? El que va de policía se pasa toda la noche pidiéndote los papeles… hasta que los perdéis juntos. El que va de señorita de alterne se pasa toda la noche poniéndote la pierna encima para que no levantes cabeza. Y el que va con su bata blanca de ginecólogo…, ese es el que más bofetadas se lleva en toda la noche…
Luego enseñas las fotos a los amigos y, claro, el cachondeo está asegurado…
“Qué bueno, tío. Vais disfrazados de novios horteras… ¡Qué horror de trajes!”
“No, este es el álbum de mi boda…”
DE FERIA EN FERIA (y tiro porque me toca… un perrito piloto)
A la Feria podemos ir andando, podemos ir en autobús o en coche de caballos. También podemos ir en moto o en taxi. Lo que no está tan claro es cómo volvemos a casa. Casi nadie se acuerda…
A la Feria se puede ir a comer y a beber, a bailar y a beber, a ver gente y a beber, a montarte en los cacharritos y a beber… También se puede ir sólo a beber, pero no está bien visto…
A la Feria se puede ir un día o varios. Hay quien aprovecha el fin de semana para irse a la playa a descansar… Hay quien va en días alternos para poder aguantar en condiciones… Y hay quien sólo va el primer día al alumbrao… y ya se queda allí toda la semana…
Lo mejor de la Feria es que es como la tele local: cada pueblo tiene una. Y si te organizas bien, puedes estar de cachondeo sin parar desde primeros de abril hasta últimos de octubre. Claro, siempre que te aguante… el caballo.
14 abril 2008
Personas humanas (II)
EL FÚTBOL (tocando las pelotas)
El fútbol puede practicarse de dos maneras: corriendo detrás de una pelota o viéndolo por televisión tirado en el sofá. En ambos casos se está en calzoncillos… Y con una cerveza: o la coges del frigorífico o te la tiran desde la grada…
Las dos modalidades comparten otra cosa: la quiniela. En un caso te afanas en acertar los catorce resultados. En el otro, se empeñan en que no llegues ni a nueve.
Hubo una época en la que parecía que al fútbol sólo podían jugar los metrosexuales… Hasta que el Madrid fichó a Ronaldo. Y tú coges tu lata de cerveza y dices: “mira, Gambrinus, tu primo”…
El fútbol y la cerveza, qué grandes aliados. Son tan parecidos que cuando una vez el mister me dijo “Cruz, vas a saltar al campo” yo entendí “vas a asaltar la Cruzcampo”… Y hasta hoy…
LA CONQUISTA DEL FARGÜÉS (haciendo el indio vestido de vaquero)
Es ridículo, lo sé, pero todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos subido a lomos de una escoba y hemos pegado tiros con el dedo índice por el pasillo de nuestra casa. Que nos veía nuestro padre y nos decía “¿tú vas a conquistar el lejano oeste o a barrerlo?”
Entonces era cuando les pedías a los Reyes Magos el traje de sheriff. Y te traían la estrella, una pistola de plástico y un sombrero que te estaba pequeño. Pero del caballo, ni rastro…
Y es muy duro que la conquista del oeste dependa de que tu madre termine de barrer la cocina…
Y es muy duro también que tu padre, cual indio Toro Sentado (por lo de sentado, no por los cuernos, que yo ahí no entro), es muy duro, digo, que cuando le invitas a fumar la pipa de la paz te conteste “no, que luego te meas en la cama”… Si de ti dependiera, le ponías a todo el Séptimo de Caballería delante del sofá, para que no pudiera ver el fútbol en la tele…
CON EL CULO AL AIRE (sin faldas y a lo loco)
Hay una cosa que no entiendo: ¿por qué se empeñan nuestros padres en soltarnos desnudos por la playa cuando somos pequeños? ¿tan caros son los bañadores de niño? Y por cierto, ¿han probado ellos a sentarse en la arena caliente con el culo al aire? Eso sí que es sufrir en silencio… Y en vez de Hemoal te ponen crema de protección solar, para asegurarse de que la arena se te queda bien pegada al cuerpo…
¿Y por qué se empeñan en hacerte fotos en la bañera? ¿no hay otro momento del día peor para hacer fotos? Sí, vale, salimos muy graciosos, con los ojos llenos de champú y un gesto en la cara que parece que nos hemos comido cinco limones con cáscara y todo. Pero ¿qué necesidad hay de enseñarle las fotos a todo bicho viviente que aparece por nuestra casa?
Y si ellos lo ven como una cosa normal, ¿por qué te gritan y te castigan cuando les abres la puerta del cuarto de baño en medio de la faena?... Eso ya no tiene tanta gracia, ¿eh?... Y no te digo nada si encima le haces pasar a la visita…
El fútbol puede practicarse de dos maneras: corriendo detrás de una pelota o viéndolo por televisión tirado en el sofá. En ambos casos se está en calzoncillos… Y con una cerveza: o la coges del frigorífico o te la tiran desde la grada…
Las dos modalidades comparten otra cosa: la quiniela. En un caso te afanas en acertar los catorce resultados. En el otro, se empeñan en que no llegues ni a nueve.
Hubo una época en la que parecía que al fútbol sólo podían jugar los metrosexuales… Hasta que el Madrid fichó a Ronaldo. Y tú coges tu lata de cerveza y dices: “mira, Gambrinus, tu primo”…
El fútbol y la cerveza, qué grandes aliados. Son tan parecidos que cuando una vez el mister me dijo “Cruz, vas a saltar al campo” yo entendí “vas a asaltar la Cruzcampo”… Y hasta hoy…
LA CONQUISTA DEL FARGÜÉS (haciendo el indio vestido de vaquero)
Es ridículo, lo sé, pero todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos subido a lomos de una escoba y hemos pegado tiros con el dedo índice por el pasillo de nuestra casa. Que nos veía nuestro padre y nos decía “¿tú vas a conquistar el lejano oeste o a barrerlo?”
Entonces era cuando les pedías a los Reyes Magos el traje de sheriff. Y te traían la estrella, una pistola de plástico y un sombrero que te estaba pequeño. Pero del caballo, ni rastro…
Y es muy duro que la conquista del oeste dependa de que tu madre termine de barrer la cocina…
Y es muy duro también que tu padre, cual indio Toro Sentado (por lo de sentado, no por los cuernos, que yo ahí no entro), es muy duro, digo, que cuando le invitas a fumar la pipa de la paz te conteste “no, que luego te meas en la cama”… Si de ti dependiera, le ponías a todo el Séptimo de Caballería delante del sofá, para que no pudiera ver el fútbol en la tele…
CON EL CULO AL AIRE (sin faldas y a lo loco)
Hay una cosa que no entiendo: ¿por qué se empeñan nuestros padres en soltarnos desnudos por la playa cuando somos pequeños? ¿tan caros son los bañadores de niño? Y por cierto, ¿han probado ellos a sentarse en la arena caliente con el culo al aire? Eso sí que es sufrir en silencio… Y en vez de Hemoal te ponen crema de protección solar, para asegurarse de que la arena se te queda bien pegada al cuerpo…
¿Y por qué se empeñan en hacerte fotos en la bañera? ¿no hay otro momento del día peor para hacer fotos? Sí, vale, salimos muy graciosos, con los ojos llenos de champú y un gesto en la cara que parece que nos hemos comido cinco limones con cáscara y todo. Pero ¿qué necesidad hay de enseñarle las fotos a todo bicho viviente que aparece por nuestra casa?
Y si ellos lo ven como una cosa normal, ¿por qué te gritan y te castigan cuando les abres la puerta del cuarto de baño en medio de la faena?... Eso ya no tiene tanta gracia, ¿eh?... Y no te digo nada si encima le haces pasar a la visita…
10 abril 2008
Personas humanas (I)
LOS BEBÉS (si bebes, no conduzcas)
Hay una cosa que no entiendo: la gente se alegra por tener un bebé pero no muestra la misma efusividad por tener una lavadora. Y eso que la lavadora viene con instrucciones…
También nos hace más ilusión tener un bebé que un coche nuevo. Esto lo entiendo. Porque tú, como padre orgulloso, plantas en el coche la pegatina “BEBE A BORDO” y como las mayúsculas no llevan tilde parece que vas provocando a la Guardia Civil: Bebe a bordo… Y cuando te paran y te ven la cara de felicidad de padre primerizo, lo único que piensan es que vas hasta las trancas de anís y de la multa que te cascan sólo te quedan ganas de hacerte la vasectomía…
Al final va a ser que los bebés son como el anís: al principio, ¡qué MONO! Pero luego ves que no puedes salir al cine ni a cenar porque tienes que estar pendiente de él, y es como si tuvieras puestas LAS CADENAS… Así que no te queda más remedio que contratar a una canguro: llámese Mary Poppins o MARIE BRIZARD…
LOS PRIMEROS AÑOS (mala leche, cacao, avellanas y azúcar)
Si quieres saber dónde encontrar un martillo, busca a tu hijo pequeño.
Si no quieres limpiar los cristales de las ventanas, no se lo quites…
Nadie se explica cómo siendo tan bajitos tienen tanta mala leche. Salvo los seguidores de Jiménez Losantos, claro…
Y es que los críos siempre hacen lo contrario a lo que se les ordena:
El “Pórtate bien” significa meter tu colección de posavasos por la ranura del DVD.
El “Con las cosas de comer no se juega” significa tener atascado el váter al menos durante una semana.
Y el “Dale un beso a la tita” quiere decir “ahora salgo corriendo, me tropiezo, me caigo, me rompo la crisma y no empiezo a llorar hasta que llegue mi madre por mucho que tarde”.
Si toda su mala leche la concentraran en crecer, ahora Pau Gasol sólo triunfaría como bombero torero…
LA PRIMERA COMUNIÓN (la primera…, en la boca)
Si eres niño, te encanta que te vistan de marinero… aunque vivas en Madrid. Si eres niña, te encanta que te vistan de pastel de merengue… O de feria del automóvil: llena de volantes… ¿Y por qué? Porque acto seguido te van a llenar de regalos. La de tiempo que ahorraríamos si celebráramos la primera comunión directamente en el Toys’r’us.
¿Y las fotos? Siempre salimos con las palmas de las manos unidas, como si nos hubiesen regalado un bote de superglue y lo hubiéramos estrenado antes de tiempo…
También es muy típico que nos regalen un reloj. Nuestro primer reloj... Y cada tres minutos estamos diciendo en voz alta la hora que es… Con el tiempo, nunca mejor dicho, esto nos aburre… y llegamos a casa dos horas más tarde de lo que nos había ordenado nuestro padre.
Y nos cae en la boca… la segunda comunión…
Hay una cosa que no entiendo: la gente se alegra por tener un bebé pero no muestra la misma efusividad por tener una lavadora. Y eso que la lavadora viene con instrucciones…
También nos hace más ilusión tener un bebé que un coche nuevo. Esto lo entiendo. Porque tú, como padre orgulloso, plantas en el coche la pegatina “BEBE A BORDO” y como las mayúsculas no llevan tilde parece que vas provocando a la Guardia Civil: Bebe a bordo… Y cuando te paran y te ven la cara de felicidad de padre primerizo, lo único que piensan es que vas hasta las trancas de anís y de la multa que te cascan sólo te quedan ganas de hacerte la vasectomía…
Al final va a ser que los bebés son como el anís: al principio, ¡qué MONO! Pero luego ves que no puedes salir al cine ni a cenar porque tienes que estar pendiente de él, y es como si tuvieras puestas LAS CADENAS… Así que no te queda más remedio que contratar a una canguro: llámese Mary Poppins o MARIE BRIZARD…
LOS PRIMEROS AÑOS (mala leche, cacao, avellanas y azúcar)
Si quieres saber dónde encontrar un martillo, busca a tu hijo pequeño.
Si no quieres limpiar los cristales de las ventanas, no se lo quites…
Nadie se explica cómo siendo tan bajitos tienen tanta mala leche. Salvo los seguidores de Jiménez Losantos, claro…
Y es que los críos siempre hacen lo contrario a lo que se les ordena:
El “Pórtate bien” significa meter tu colección de posavasos por la ranura del DVD.
El “Con las cosas de comer no se juega” significa tener atascado el váter al menos durante una semana.
Y el “Dale un beso a la tita” quiere decir “ahora salgo corriendo, me tropiezo, me caigo, me rompo la crisma y no empiezo a llorar hasta que llegue mi madre por mucho que tarde”.
Si toda su mala leche la concentraran en crecer, ahora Pau Gasol sólo triunfaría como bombero torero…
LA PRIMERA COMUNIÓN (la primera…, en la boca)
Si eres niño, te encanta que te vistan de marinero… aunque vivas en Madrid. Si eres niña, te encanta que te vistan de pastel de merengue… O de feria del automóvil: llena de volantes… ¿Y por qué? Porque acto seguido te van a llenar de regalos. La de tiempo que ahorraríamos si celebráramos la primera comunión directamente en el Toys’r’us.
¿Y las fotos? Siempre salimos con las palmas de las manos unidas, como si nos hubiesen regalado un bote de superglue y lo hubiéramos estrenado antes de tiempo…
También es muy típico que nos regalen un reloj. Nuestro primer reloj... Y cada tres minutos estamos diciendo en voz alta la hora que es… Con el tiempo, nunca mejor dicho, esto nos aburre… y llegamos a casa dos horas más tarde de lo que nos había ordenado nuestro padre.
Y nos cae en la boca… la segunda comunión…
09 abril 2008
08 abril 2008
07 abril 2008
04 abril 2008
Apagado o fuera de cobertura
Hace 35 años que se produjo la primera llamada desde un teléfono móvil. La realizó en Nueva York su inventor, Martin Cooper, ingeniero de Motorola, y el destinatario de la misma fue Joel Engel, ingeniero de AT&T y principal competidor de éste. Queda así demostrado que el teléfono móvil se inventó para molestar…
Cooper lo llamó “teléfono móvil” porque le pareció más comercial que “caja de galletas con teclas”, que es realmente lo que parecía aquel primer aparato. Efectivamente, era móvil, pero en las contraindicaciones nada se decía sobre el dolor de espalda que suponía mover ese armatroste…
En su momento, Cooper reconoció que para desarrollar la telefonía móvil se inspiró en el “Comunicador” de la serie Star Trek. Años más tarde, los vascos tomaron como referencia la misma serie para elegir a su lehendakari… Y también lo inventaron para molestar a sus competidores…
El inventor de la caja de galletas con teclas no se quedó ahí y, en una reciente entrevista, apostó por que, en un día no muy lejano, “las funciones de comunicación estén integradas en el cuerpo de las personas”. Por lo que se ve, el ingeniero desconoce por completo las funciones de las cuerdas vocales, la lengua y, si me apuras un poco y te pones romántico, hasta los ojos…
Yo no entiendo muy bien a qué viene tanto bombo y tanta celebración a cuenta del aparatito este de marras, porque la telefonía a distancia y sin cable lleva inventada desde que a los indios les dio por combinar la hoguera con una toalla. Me dirán ustedes que no hay punto de comparación, que es muy difícil comunicarse por señales de humo si se vive en una gran ciudad como Nueva York. Y es cierto: la contaminación hace que se produzcan interferencias en el mensaje y donde dije “digo” pudiera parecer que estoy diciendo “diego”. Y si no quieres hablar con nadie que se llame Diego, pues es un incordio, claro…
Pero ¿qué me dicen del abanico? Sencillo, ligero, sin teclas… Ríete tú del iPhone… Y todo el lenguaje que tiene asociado… Si me cubro media cara con él significa que no quiero saber nada de ti; si me lo llevo a una oreja, es que estoy intentando tener una cita contigo; si lo agito violentamente en tu cara, es que me molesta tremendamente que fumes…
Y más ventajas: no sólo nadie te interrumpe con una llamada cuando estás en el cuarto de baño sino que, además, allí dentro, en caso de contaminación del aire (ustedes ya me entienden), el abanico te puede salvar de morir por asfixia. ¿Ofrece un Nokia las mismas prestaciones?... Pues eso. Cambio y corto.
Cooper lo llamó “teléfono móvil” porque le pareció más comercial que “caja de galletas con teclas”, que es realmente lo que parecía aquel primer aparato. Efectivamente, era móvil, pero en las contraindicaciones nada se decía sobre el dolor de espalda que suponía mover ese armatroste…
En su momento, Cooper reconoció que para desarrollar la telefonía móvil se inspiró en el “Comunicador” de la serie Star Trek. Años más tarde, los vascos tomaron como referencia la misma serie para elegir a su lehendakari… Y también lo inventaron para molestar a sus competidores…
El inventor de la caja de galletas con teclas no se quedó ahí y, en una reciente entrevista, apostó por que, en un día no muy lejano, “las funciones de comunicación estén integradas en el cuerpo de las personas”. Por lo que se ve, el ingeniero desconoce por completo las funciones de las cuerdas vocales, la lengua y, si me apuras un poco y te pones romántico, hasta los ojos…
Yo no entiendo muy bien a qué viene tanto bombo y tanta celebración a cuenta del aparatito este de marras, porque la telefonía a distancia y sin cable lleva inventada desde que a los indios les dio por combinar la hoguera con una toalla. Me dirán ustedes que no hay punto de comparación, que es muy difícil comunicarse por señales de humo si se vive en una gran ciudad como Nueva York. Y es cierto: la contaminación hace que se produzcan interferencias en el mensaje y donde dije “digo” pudiera parecer que estoy diciendo “diego”. Y si no quieres hablar con nadie que se llame Diego, pues es un incordio, claro…
Pero ¿qué me dicen del abanico? Sencillo, ligero, sin teclas… Ríete tú del iPhone… Y todo el lenguaje que tiene asociado… Si me cubro media cara con él significa que no quiero saber nada de ti; si me lo llevo a una oreja, es que estoy intentando tener una cita contigo; si lo agito violentamente en tu cara, es que me molesta tremendamente que fumes…
Y más ventajas: no sólo nadie te interrumpe con una llamada cuando estás en el cuarto de baño sino que, además, allí dentro, en caso de contaminación del aire (ustedes ya me entienden), el abanico te puede salvar de morir por asfixia. ¿Ofrece un Nokia las mismas prestaciones?... Pues eso. Cambio y corto.
03 abril 2008
02 abril 2008
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